ESTADOS UNIDOS

El presidente republicano Donald Trump y el candidato demócrata Joe Biden están virtualmente empatados en el estado de Florida, que ha pasado a ser el trofeo más deseado a medida que se acerca la fecha de las elecciones del 3 de noviembre. Florida otorga 29 votos en el colegio electoral.

Una encuesta de la Florida Atlantic University (FAU), que tiene un margen de error de +/-3,8 puntos, indica que el 49% está a favor de Biden y el 46% a favor de Trump.

Sin embargo, los indecisos, que son solo el 5%, están inclinados hacia el presidente en una proporción de cuatro a uno y estadísticamente eso se traduce en un 50% de apoyo para cada uno de los candidatos.

Kevin Wagner, profesor de ciencia política de la Florida Atlantic University, señala que con un nivel tan bajo de indecisión, lo decisivo no va ser “la persuasión sino la participación” en la votación.

En marzo, una encuesta igual a la publicada ayer por FAU mostró que Trump le sacaba dos puntos de ventaja a Biden, pero en mayo la situación cambió y era el demócrata el que lideraba las intenciones de voto con seis puntos.

La encuesta más reciente, para la que se entrevistó por teléfono de manera automatizada a 631 electores de toda Florida los días 11 y 12 de septiembre, indica que casi un 9% de los encuestados reconoce que existe alguna posibilidad de que cambie su voto.

Un 97% de los que piensan votar por Trump dicen estar firmes en su voto y un 94% de los comprometidos con Biden aseveran que también lo están.

El entusiasmo por estas elecciones es mayor entre los que apoyan a Trump que entre los seguidores de Biden (72% frente a 60%).

En las encuestas la ventaja de Biden en Florida se ha ido acortando e incluso una publicada la semana pasada mostró que Trump llevaba la delantera entre los hispanos, que tradicionalmente son más cercanos al Partido Demócrata.

La economía es el asunto más importante en juego en estas elecciones para el 37% de los encuestados por FAU, seguido del coronavirus (17%), la salud (14%), el racismo y la igualdad (10%) y la política exterior (9%). “La economía sigue siendo el tema número uno para los votantes, lo que puede explicar el repunte que Trump ha logrado en este estado”, dijo Mónica Escaleras, directora de FAU.

Desde la encuesta de mayo el nivel de aprobación de Trump en Florida ha aumentado cuatro puntos, de 43 a 47%, pero también lo ha hecho el de desaprobación, de 46 a 49%.

Otra reciente encuesta de NBC News/Marist también mostró un empate en Florida y a Trump con una ventaja de 4 puntos sobre Biden entre los latinos del estado.

La demócrata Hillary Clinton ganó los votos latinos por 27 puntos porcentuales en 2016. Otras encuestas han mostrado que Biden va a la cabeza entre los hispanos del estado, pero aun así su apoyo es más bajo que el que dieron a Clinton.

Trump ganó en Florida a Clinton por 1,2 puntos porcentuales, lo que ayudó a impulsarlo a la Casa Blanca. Sus progresos entre los hispanos de Florida han sido impulsados por su fortaleza con los cubano-estadounidenses, un bloque de tendencia republicana que ha cortejado a lo largo de su presidencia.

Florida, donde los hispanos representan aproximadamente el 20% del electorado estatal, es un eje en la estrategia de Trump por la reelección. Una victoria de Biden en ese estado reduciría drásticamente las posibilidades de Trump de otro mandato: ningún republicano ha ganado la presidencia sin imponerse en Florida desde Calvin Coolidge en 1924.

La batalla electoral en Estados Unidos se puede reducir a la puja por los estados de Florida y Pensilvania, a juzgar por la inversión publicitaria en televisión de Donald Trump y Joe Biden, según datos de Advertising Analytics publicados ayer martes por la emisora de radio NPR.

La campaña de Biden ha gastado 83,5 millones de dólares en anuncios televisivos en Florida, mientras que la de Trump lleva 82,3 millones.

En Pensilvania, otro estado clave y donde Trump y su vicepresidente, Mike Pence, han realizado varios actos de campaña, Biden ha invertido 74 millones de dólares, frente a los 50 millones de Trump.

Por detrás y a bastante distancia en lo que se refiere a gasto publicitario de televisión, se encuentran estados como Carolina del Norte, Michigan, Wisconsin y Arizona, que también serán clave para determinar si Trump sigue otros cuatro años en la Casa Blanca.

En total, los dos grandes partidos, el Republicano y Demócrata, y sus grupos de acción política han gastado más de 700 millones de dólares en 14 estados, con el 85% de este monto destinado a los seis estados más disputados.

Según Advertising Analytics, hasta la fecha la inversión publicitaria electoral en televisión, cable, radio y vídeo digital ha superado los 2.000 millones de dólares y va camino de romper un récord, con un gasto estimado de 6.700 millones de dólares. Por primera vez, el vídeo digital será la segunda partida de gasto (1.800 millones), solo por detrás de la televisión tradicional, donde se invertirán casi 3.600 millones.