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Beirut, segundo día de ira popular; el gobierno agoniza

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Manifestantes libaneses chocan con las fuerzas de seguridad cerca de una calle de acceso al parlamento en el centro de Beirut el 9 de agosto de 2020. Foto: AFP
Lebanese protesters, enraged by a deadly explosion blamed on government negligence, clash with security forces near an access street to the parliament in central Beirut on August 9, 2020. - The huge chemical explosion that hit Beirut's port, devastating large parts of the Lebanese capital and claiming over 150 lives, left a 43-metre (141 foot) deep crater, a security official said. (Photo by JOSEPH EID / AFP)
JOSEPH EID/AFP

CRISIS EN EL LÍBANO

Van dos bajas en el gabinete; el primer ministro Diab analiza renunciar.

En Beirut, la esperanza de encontrar gente con vida entre los escombros se diluye, como el gobierno libanés, que cinco días después de la explosión en el puerto perdió dos ministros y enfrenta la ira popular en las calles.

La ministra de Información, Manal Abdel Samad, dimitió ayer domingo al considerar que sigue habiendo “resistencia” a aceptar los cambios que exige la población tras la tragedia, que ha dejado de momento 158 muertos y unos 6.000 heridos.

Abdel Samad fue seguida pocas horas después por el ministro de Medio Ambiente, Damianos Kattar.

En una nota, Kattar comunicó su dimisión “ante el horror de la catástrofe, en reverencia a las almas de las víctimas inocentes, en solidaridad con los heridos y sus familias, (...) y en medio de un sistema estéril y afligido”.

La prensa libanesa también especulaba con otras posibles dimisiones en el ejecutivo. El primer ministro, Hasan Diab, se reunió con varios ministros para valorar la situación y contemplar su posible renuncia, según medios locales.

Furia popular

Mientras, en las calles de Beirut la rabia y la indignación ciudadanas volvieron a alimentar ayer domingo protestas violentas, después de que el sábado los manifestantes asaltaran las sedes de varios ministerios y se enfrentaran con la Policía, con un saldo de 250 heridos y un agente muerto. Policías antidisturbios vestidos con protección corporal y bastones chocaron con manifestantes cuando miles convergieron en la Plaza del Parlamento, cerca de la Plaza de los Mártires.

Manifestantes libaneses, enfurecidos por una explosión mortal atribuida a la negligencia del gobierno, chocan con las fuerzas de seguridad por segunda noche. Foto: AFP
Manifestantes libaneses, enfurecidos por una explosión mortal atribuida a la negligencia del gobierno, chocan con las fuerzas de seguridad por segunda noche. Foto: AFP

“Dimos a estos líderes tantas oportunidades para que nos ayudaran y siempre fracasaron. Queremos que se vayan todos, especialmente Hezbollah, porque es una milicia y solo intimida a las personas con sus armas”, dijo Walid Jamal, un manifestante desempleado, refiriéndose al grupo armado más influyente del país, apoyado por Irán, que tiene ministros en el gobierno.

El principal clérigo maronita cristiano del Líbano, Bechara Boutros al-Rai, dijo en su sermón de ayer domingo que todo el gabinete debería renunciar ya que no puede “cambiar la forma en que gobierna”.

La tragedia en Beirut ha insuflado nuevos bríos a las protestas iniciadas en octubre de 2019 por la severa crisis económica. “Preparen el patíbulo, porque nuestra rabia no se calmará en un día”, se lee en los mensajes que circulan por las redes sociales.

Fin del rescate

Por su parte, el Ejército libanés dio ayer domingo por concluida la primera fase de las labores de búsqueda y rescate, sin que los equipos locales e internacionales hayan hallado supervivientes, lo cual será menos probable a partir de este momento. El jefe del batallón de ingeniería del Ejército libanés, Rojeh Khoury, explicó que después de tres días de búsqueda “la esperanza de encontrar a personas con vida ha disminuido”, pero que continúan los trabajos para recuperar los cadáveres de debajo de los escombros.

Enfurecidos por una explosión mortal atribuida a la negligencia del gobierno, manifestantes libaneses chocan con las fuerzas de seguridad en el centro de Beirut. Foto: AFP
Enfurecidos por una explosión mortal atribuida a la negligencia del gobierno, manifestantes chocan con las fuerzas de seguridad en el centro de Beirut. Foto: AFP

La explosión del pasado martes se originó en un almacén del puerto de Beirut donde se encontraban 2.750 toneladas de nitrato de amonio desde 2014 sin las debidas medidas de seguridad, según admitió el primer ministro libanés, Hasan Diab, aunque todavía se desconoce qué provocó su detonación.

Ayuda condicionada

Ayer domingo el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió a las autoridades del Líbano efectuar una investigación independiente, en la apertura de la videoconferencia internacional de apoyo a Beirut y a la población libanesa organizada por Francia junto a Naciones Unidas.

“Este ofrecimiento de ayuda incluye igualmente un apoyo a una investigación imparcial, creíble e independiente sobre las causas de la catástrofe. Es una petición fuerte y legítima del pueblo libanés. Es una cuestión de confianza. Los medios están disponibles y deben ser movilizados”, dijo.

Sogas y una horca que cuelgan de la estatua de los mártires junto con las banderas nacionales libanesas, en la Plaza de los Mártires, en el centro de Beirut. Foto: AFP
Sogas y una horca que cuelgan de la estatua de los mártires junto con las banderas nacionales libanesas, en la Plaza de los Mártires, en el centro de Beirut. Foto: AFP

En la videoconferencia se han comprometido a movilizar 252,7 millones de euros en ayuda de urgencia para la población del Líbano, según informó el gobierno francés.

La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, condicionó la ayuda económica al Líbano a que las autoridades hagan una serie de reformas que el organismo lleva meses exigiendo.

“El compromiso con estas reformas liberará miles de millones de dólares en beneficio del pueblo libanés. Este es el momento para que los políticos actúen de forma decisiva. Estamos listos para ayudar”, afirmó la directora del FMI. 

Efecto COVID-19

El retraso en el inicio de las operaciones de rescate tras la explosión en el puerto de Beirut a causa de los protocolos del Ministerio de Salud libanés por la pandemia de coronavirus pudieron costar vidas, según un equipo de bomberos españoles que viajó al Líbano para participar en esos trabajos. “Ha habido retrasos en diferentes aspectos debido a la pandemia”, afirmó a EFE en Beirut el jefe de ese contingente español de operaciones Jaime Parejo. El grupo, integrado por cinco bomberos, llegó el viernes a Beirut para participar en los rescates.

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