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Juan Salgado: “La idea de la IMM para 18 era de otra galaxia”

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Juan Salgado, presidente de Cutcsa. Foto: Leonardo Mainé.

ENTREVISTA

Como presidente de la mayor compañía de ómnibus y de la Cámara del Transporte, Juan Salgado es el actor privado con mayor incidencia en las políticas del sector.

Juan Salgado, presidente de Cutcsa y de la Cámara del Transporte, ya no es el amigo personal y asesor del presidente de la República, pero dice que mantiene un relacionamiento “óptimo” con el nuevo gobierno. Analiza la crisis, habla de políticas municipales fallidas y de Uber, que asegura sigue siendo ilegal.

-¿Qué impacto tuvo en Cutcsa la emergencia sanitaria? ¿Cuántas personas han ido a seguro de paro y cuántas se vieron obligadas a tomar licencia?

-Le dimos la licencia anual reglamentaria a 1.300 personas, hasta el 23 de abril. Correr todo el calendario de licencias le costó a la empresa varias decenas de millones de pesos que tuvimos que, en una buen parte, financiar con préstamos y créditos bancarios. Luego hicimos un acuerdo con los trabajadores y empezamos a utilizar el seguro de paro de forma rotativa. Hoy hay 1.300 personas en el seguro, pero no quiere decir que vayan a perder el trabajo. Solo se está aportando un granito de arena para salir de esta situación y podernos posicionar en la nueva normalidad. Estos trabajadores empezarían a volver en junio.

-¿Por qué todavía hay tantos en el seguro de paro cuando en el peor momento de la pandemia funcionaba el 20% de los servicios y ahora está operativo el 75%?

-Sí, estamos con servicios al 75% pero trasladando al 32% de las personas en Montevideo. Nosotros podemos estar dando este servicio del 75% teniendo ese número de personas en el seguro de paro. El lunes de esta semana, por ejemplo, Cutcsa vendió 206.000 boletos. Un día normal de mayo del año pasado, vendía 520.000 boletos. El sábado pasado vendió 140.000 boletos, y el año pasado eran 310.000. El domingo fueron 83.000 y en 2019 eran 225.000.

-Le pregunto ahora como presidente de la Cámara de Transporte: ¿cuál es el impacto que ha tenido la crisis en la globalidad del sector?

-Son muy parecidas todas las empresas. El primer mes la caída rondó en el eje del 80 u 82%. Y en el segundo pensamos que va a andar entre el 68 y el 70%. En estos momentos hay unas 4.000 personas en seguro de paro. A su vez, tenemos algunas actividades dentro la Cámara que están paradas en un 100%, como el transporte escolar o de turismo. El transporte de escolares está haciendo todo lo posible para arrancar con un protocolo en junio, cuando se dice que empezarían a funcionar las escuelas. Los taxis mantuvieron el mismo porcentaje de caída, se nota claramente que los clientes de cada uno de los sistemas son el 30%; falta el otro 70%. En la globalidad, el transporte se usa más que nada por trabajo y estudio.

Juan Salgado, presidente de Cutcsa. Foto: Leonardo Mainé.
Salgado: "Un día amanecimos con un plan para 18 de Julio que era no de otro país, sino de otra galaxia". Foto: Leonardo Mainé.

-Quizás el ómnibus sea el lugar más difícil para tomar la distancia necesaria para evitar contagios. ¿Nunca se pensó en prohibir que se viaje de pie? ¿Es inviable? La queja más común es: “En los horarios pico se viaja como ganado”.

-Es inviable por una razón de posibilidades de dar el servicio. Nosotros sabemos que hay dos horas pico de mañana y otras dos de tarde en las que puede haber más pasaje acumulado. Eso es de 7:00 a 9:00 y de 18:00 a 20:00. Estamos en conversaciones por ejemplo con los centros comerciales para cuando reabran, que ya no van a tener un horario de 10:00 a 22:00, tratando de que la hora de inicio y la de finalización no coincidan con esos momentos pico. Hoy el transporte pone el 75% para trasladar al 32%, es el doble de oferta. El 95% del tiempo que un ómnibus está en la calle, el promedio de pasaje son 5 o 6 personas. En junio por ejemplo empiezan la escuela, los centros comerciales y los clubes, y se suma un grupo de gente viajando hacia un lado y hacia otro. Es de suponer que en la nueva normalidad puedan viajar los pasajeros sentados y otros parados de acuerdo al sentido común. No hay un número máximo, pero podrían ser 10 o 15 personas paradas y distribuidas en el salón. Además de que hoy el servicio es deficitario, cuesta mucho más caro que antes. Tenemos 20 terminales y en cada una se lavan y desinfectan las unidades cuando termina cada viaje. Esto quiere decir que ese proceso hay que hacerlo en algunos casos cada 45 minutos. El alcohol en gel que está distribuido en todos los ómnibus y el uso de las mascarillas permiten que durante los viajes, que en promedio son de 20 minutos, se tengan las máximas garantías posibles.

Si llegamos a poner el 100% de las unidades, seguramente va estar viajando no más del 60% de la gente: no habrá mucho cambio en eso. Y cuando nos empecemos a olvidar del virus y la gente vuelva a utilizar el transporte público, algunos ómnibus volverán a estar llenos. Pero no se puede duplicar la oferta de ómnibus, que en Montevideo son 1.500. Lo que tenemos que hacer las empresas es aprovechar esta situación y hacer redes de horarios para solucionar fundamentalmente el tema de las horas pico. En los números que nosotros manejamos, la cantidad de ómnibus que viajaron con más gente de la apropiada no supera el 1% en 10.000 salidas.

-La mayor incidencia en la paramétrica de cálculo del precio del boleto son los salarios, que representan el 70%. ¿Estos costos adicionales para mantener las unidades desinfectadas pueden modificar la base de cálculo y determinar un aumento del precio del boleto?

-Todos los costos que se sumen siempre terminan en la paramétrica. Hace muchos años que vengo en la tesitura de que hay que apretar los costos que inciden en el precio del boleto. Porque el precio es lo que al final decide si hay una caída en el mercado o no.

-De todos modos antes había caídas que rondaban el 4%; ahora se llegó al 80%. Nada se compara a esta realidad...

-Con esta caída vamos a tener que reformular muchísimas cosas. Creo que (el costo) se tiene que trasladar a la reestructura de todas las empresas.

-¿Hubo o hay infectados entre el personal del transporte?

-No, en ninguna de las áreas.

-¿Todavía considera que el sistema de Uber es ilegal pese a que ha sido regulado por la Intendencia?

-Fue regulado en algunos aspectos, como la cantidad de coches, pero sigue siendo ilegal. No estoy contra el trabajador de Uber, pero en Cutcsa hay a quién reclamarle, el presidente tiene cara, los responsables están. Las autoridades deben permitir que el taxi pueda dar un servicio en las mismas condiciones que Uber, por ejemplo permitiendo sacar la mampara si el dueño quiere. Los márgenes de ganancia de Uber son a partir de la evasión. Cuando alguien compra un negocio acá, partimos de la base de todo lo que hay que pagar para ver qué queda de margen. Muchas veces nos quejamos porque ese margen es muy pequeño, pero se aportan impuestos para seguridad, educación y otras cosas. Uber empezó con limusinas con gente que te daba galletitas y hoy son autitos chinos que tienen mucho menos seguridad.

-Quien se opuso públicamente a sacar las mamparas fue el director de Movilidad de la Intendencia, Pablo Inthamoussou. ¿Piensa que está equivocado?

-Yo creo que sí; eso es una libertad que tiene el dueño, debe haber igualdad de condiciones. Y la mampara hoy es el elemento más inseguro que hay adentro de un taxi. En las emergencias de las mutualistas hay protocolos de accidentes con mamparas. Nadie puede demostrar seriamente que la mampara evitó algo, y hay una larga lista de accidentes.

-Usted también ha marcado diferencias con la actual administración por el proyecto para 18 de Julio. Parecería ser que ya no hay tiempo para terminarlo, pero la Intendencia tampoco ha dicho que no lo va a hacer. Por el contrario, ha dicho que se hará más reducido.

-Un día amanecimos con un plan para 18 de Julio que era no de otro país, sino de otra galaxia. Inaplicable totalmente, presentado por alguien que no sé quién era...

-Fue presentado por el exintendente Daniel Martínez y puntualmente por su entonces director de Planificación Ramón Méndez.

-Bueno... A ver, yo creo que el Estado debe tomar las medidas y es el responsable ante la gente. Pero en movilidad hay que tener en cuenta la experiencia y opinión del guarda, el chofer y el inspector. No solo aquí, en el mundo. El proyecto era un desastre para los comercios, terminaba de matar 18 de Julio. Si hubo algo que dividiera Montevideo, es Garzón. Hay gente que desde que se inauguró el corredor, no cruzó más de un lado a otro. Se dividieron barrios. Pero a diferencia de algunos de sus antecesores, le reconozco al director (Inthamoussou) el sentido común. Y lo respeto.

Intendencia adelantó subsidios para salarios

-¿La Intendencia debería dar mayores subsidios para cubrir las pérdidas?

-Primero deberíamos reestructurar las empresas, lo cual no es fácil. Uno lo asocia con achicar, pero no es eso, porque ahora hay que dar un servicio donde la gente viaje más cómoda como máximo con lo que teníamos. Estimamos que la salida de esto va a ser en 2022, va a llevar un año y medio. Buscamos presentar una reestructura, en la que las empresas pongan su parte, los trabajadores otra y la IMM y el gobierno otra. Yo no voy a pedirle a la Intendencia ningún subsidio. En algunos casos viene adelantando subsidios, lo que no es dar nada, es apoyar en este momento. Magias no hay, se pudieron pagar los sueldos de un 60% de la flota en la calle (con una demanda del 20%) porque hubo adelantos de subsidios de diciembre y de noviembre. Cuando vuelva a la normalidad, la IMM deberá dar financiaciones para pagarle lo que aportó.

Seguir por el comino de concientizar y no prohibir

-La IMM pretende obligar por decreto a usar tapaboca. Según un relevamiento de esta semana, 11 pasajeros de cada 100 no lo usan. ¿No está de acuerdo con que el personal advierta al público?

-El personal del ómnibus puede sugerir, invitar. Y los pasajeros pueden aplicar la condena social a quien no lo utiliza. Hace menos de un mes se comenzó con la campaña y el 10% lo usaba, ahora es casi el 90%. Quiere decir que la exhortación y la entrega gratuita de tapabocas fueron un éxito. Pero el personal no tiene potestad para decidir si una persona sin tapabocas puede subir al ómnibus o no.

-En los supermercados es el personal el que advierte que es obligatorio usar barbijo. Y en otros comercios también.

-Los locales comerciales tienen derecho de admisión. Creo que hay un vacío jurídico, pero lo que tenemos que hacer es el esfuerzo para seguir concientizando a ese 10% que nos queda.

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