Salud

Se revisará el funcionamiento de todas tras el episodio de sobredosis en la del hospital Saint Bois.

De las 87 farmacias que tienen los centros y hospitales de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE) en todo el país, ninguna tiene la habilitación del Ministerio de Salud Pública (MSP) para poder funcionar. Pero la situación cambiará en los próximos meses cuando se concedan todos los permisos, una cuestión que si bien es estrictamente burocrática, garantiza la calidad de la atención que reciben los usuarios de la salud pública.

La directora de ASSE, Marlene Sica, informó a El País que "se están concediendo los permisos de funcionamiento para la totalidad de las farmacias de ASSE" que aún no cuentan con las habilitaciones, tras el análisis de su funcionamiento. El propio ministro de Salud Pública, Jorge Basso, había dicho en la comisión de Salud de la Cámara de Diputados, en agosto del año pasado, que ninguna farmacia cuenta con los permisos del MSP y apenas el 18% había comenzado los trámites para obtenerlo, una situación que, en su momento, molestó a la oposición política.

Por otro lado, Sica señaló a El País que el directorio también está realizando un "mapeo" de aquellas zonas en las que se identificaron gastos innecesarios como en la Región Norte. En esa zona se ubican los hospitales de Bella Unión y de Rivera, dos de los que han estado en el ojo de la tormenta por las denuncias de irregularidades en su funcionamiento.

El año pasado el diputado del Partido Nacional Martín Lema realizó un pedido de informes al MSP en el que solicitó conocer "si existen hoy en día" farmacias de ASSE sin habilitación. El ministerio señaló que ninguna tenía y que se estaba "en proceso" de subsanar este problema.

En marzo cuando asumió el directorio político de ASSE, su presidente, Marcos Carámbula, informó a El País que el primer foco de atención de su gestión estaría en la regulación de las habilitaciones de las farmacias de ASSE y en la atención de los problemas de la División de Arquitectura, un área que está a estudio de la comisión investigadora en el Parlamento.

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La falta de habilitaciones en las farmacias de ASSE quedaron al descubierto cuando en junio del año pasado más de 200 niños fueron intoxicados con un medicamento que en realidad debía suministrarse a pacientes adultos en el Centro Hospitalario del Norte Gustavo Saint Bois. Unos 233 niños recibieron por un error de la farmacia del centro de salud una sobredosis de vitamina D3. Este caso terminó con niños internados y juicios millonarios entablados por sus padres contra el organismo. El caso más conocido fue el de Emma, una bebé de cuatro meses intoxicada con Mulsiferol en el Hospital Saint Bois, quien recibió por día una dosis 23 veces superior a la normal. Esa equivocación en el medicamento se repitió durante 53 días, según un dictamen del médico forense enviado a la Justicia al que tuvo acceso El País. En este caso, el forense responsabilizó a ASSE de lo sucedido. Pero el 23 de septiembre de 2017, la entonces presidenta de ASSE, Susana Muñiz, reconoció ante el juez José María Gómez que "fue un error" el suministro irregular de Mulsiferol (vitamina D3) a 233 niños en el Hospital Saint Bois. De la historia clínica surgió que la bebé se alimentaba menos y tenía vómitos desde las dos semanas previas al ingreso. Recibía ocho gotas de Mulsiferol por día, desde el nacimiento, lo que corresponde 24.000 UI (Unidad Internacional) de vitamina D por día (una gota contiene 3.000 UI). Con diagnóstico de intoxicación por vitamina D ingresó a la Emergencia del Hospital Pereira Rossell y luego fue internada en un CTI donde estuvo tres días.

La situación desencadenó que el directorio de ASSE resolviera la separación del cargo de la química farmacéutica del centro de atención por su responsabilidad en la entrega del medicamento. En agosto se convocó a Basso al Parlamento y allí explicó que ya se habían adoptado las medidas correspondientes.