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Álvaro Galiana: "La situación del dengue es peligrosa (...) que no se puede solucionar con una vacuna"

El director del Hospital Pereira Rossell también mostró preocupación ante la suba inusual de meningococo registrada, y se mostró a favor de vacunar a los menores de cinco años.

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Álvaro Galiana
Álvaro Galiana, director del Hospital Pediátrico Pereira Rossell
Foto: Leonardo Mainé

En la víspera de la Semana de Turismo, el pediatra, microbiólogo e infectólogo Álvaro Galiana, que además es titular del centro que atiende a gran parte de los niños del país, alertó de que la situación actual de dengue es “peligrosa”, en función del movimiento esperado y otros factores. Por otro lado, el experto mostró preocupación ante la suba inusual de meningococo registrada, y se mostró a favor de vacunar a los menores de cinco años.

-¿Se debería incluir dosis antimeningocócicas en el plan regular de vacunación, a todos los menores de cinco años de edad?

-Es un tema bien importante de razonar en este momento, que tengo entendido, va a ser evaluado el primer lunes tras Turismo en el MSP. La buena noticia es que hoy existen vacunas, una para meningococo B (Bexsero) y otra para meningococo A, C, Y y W (Menactra y Menveo), que son buenas y están en el país. Están refrendadas por muchos estudios científicos como de alta efectividad. Si esta situación de aumento de estos casos persiste, sin dudas, la conducta va a ser administrar vacunas a los niños.

-¿Se deben aplicar vacunas, entonces?

-En mi opinión personal deberían recibir la vacuna los niños menores de cinco años.

-¿Está a favor de que estas dosis formen parte del plan regular (CEV)?

-Debería. Si se confirma un mayor número de casos de meningococo B, creo que (Bexsero) debería ser incluida. Menactra o Menveo también deberían plantearse, y ahí hay diferencias entre una y otra en las edades de inicio de la vacunación.

-¿Está de acuerdo con aplicar las dos?

-Sí, porque si hoy si tenemos que muchos casos son grupo B y muchos C, tenemos que aplicar las dos vacunas. Económicamente sabemos que es una cosa...

-Cada dosis ronda los US$ 100, ¿no?

-Sí, alrededor de ese precio cada dosis. Los más chicos tres o cuatro para Bexsero, y para Menactra o Menveo son dos dosis, o una después de los dos años.

-No estamos hablando de vacunas nuevas, como ocurrió con el covid-19...

-No, las dos (contra B y A, C, Y, W) llevan decenios, muchos años, de utilización...

-¿Tanto en Uruguay como en el mundo?

-A nivel mundial.

-¿Generan una cobertura de por vida?

-En principio, sería por al menos 10 años, entonces no se plantearía una revacunación de acá a, al menos, una década.

-¿Cree que la Comisión Nacional Asesora de Vacunaciones (CNAV) se va a inclinar por sumarlas?

-Habrá que ver. No quiero generar una situación de presión. Pero es una herramienta que como pediatras tenemos que plantear.

Álvaro Galiana
Álvaro Galiana, director del Hospital Pediátrico Pereira Rossell
Foto: Leonardo Mainé

-¿Cómo evalúa la situación actual del dengue en Uruguay?

-Estamos en una situación peligrosa, de riesgo y de extensión. Tenemos pocos casos, en términos relativos, si nos comparamos con la situación regional. Pero es cierto que estamos en un mal momento. Tenemos casos índices, circulación autóctona, condiciones climatológicas que favorecen la proliferación de los mosquitos y, a su vez, gente con la enfermedad y otras personas que traen más casos. Es una situación de riesgo que, por ahora, no podemos decir que se pueda solucionar con una vacuna.

-¿Qué panorama prevé tras la Semana de Turismo?

-Va a haber mucha circulación interna, pero además mucha gente va a ir a Argentina y Brasil. Entonces, las posibilidades que tengamos nuevos casos es elevada. En el Hospital Pereira Rossell estamos específicamente redondeando todos los protocolos de manejo y tratamiento para recibir mayor número de niños con sospecha de dengue.

-¿Cómo se puede detectar si un niño está transitando el dengue?

-En los niños en particular, pero también en adultos, la sospecha de dengue esencialmente se da por la fiebre. El problema es que en los niños, la fiebre es la manifestación más común del inicio de cuadros virales, entonces tenemos que ajustar el lápiz tratando de ser lo más específicos posibles, para no hacer todos los estudios que se hacen ante la sospecha de dengue en todos los casos.

-¿Qué recomendaciones daría a quienes viajarán en las vacaciones?

-Esencialmente, evitar las picaduras de mosquitos y estar en áreas que, en lo posible, sean controladas. Y frente a la fiebre estar atento a la sintomatología. Eventualmente, hacer tratamientos con medicamentos que no puedan empeorar un dengue -no consumir Aspirina, sino paracetamol o dipirona. Y si el cuadro de fiebre persiste, se transforma en algo más persistente, con picos y asociación de dolores musculares o la aparición de lesiones en la piel, consultar al médico.

-¿Estima que podría activarse una emergencia sanitaria por dengue?

-Es difícil de establecer. Tenemos a favor, para que no ocurra, que de acá en adelante las temperaturas van a ir descendiendo y vamos a tener, probablemente, menos diseminación del Aedes aegypti, muy sensible a los cambios en el clima. Hasta hace pocos días teníamos temperaturas muy favorecedoras del desarrollo del mosquito, pero con 10, 12 o 13 grados, si bien todavía es posible el mantenimiento de huevos del mosquito, no es tan rápida la proliferación.

-¿Prevé una tensión del sistema de salud producto de esta enfermedad?

-No sé si necesariamente esto se pueda dar solo por el dengue, (pero) podría ocurrir. El problema es que en Uruguay se nos asocia con infecciones respiratorias. Después de abril empezamos a tener influenza; VRS, el virus de la bronquiolitis, y por si fuera poco, ahora tenemos que agregar un aumento de casos de enfermedad meningocócica. Los niños, en particular, al inicio de estas enfermedades tienen características muy similares. El dengue puede darse solamente con fiebre, más dolores musculares. Es similar a la influenza. Y la enfermedad meningocócica puede darse solo con fiebre, dolores corporales, cefaleas y eventualmente petequias.

-Además, evolucionan diferente...

-La gripe va a mejorar prácticamente sin ningún medicamento. El dengue va a requerir un control clínico, pero tampoco hay un tratamiento diferente; mientras que la meningitis requiere siempre un tratamiento muy activo con antibióticos e internación. Es decir, un inicio muy similar puede terminar siendo enfermedades muy distintas. Es una alerta que estamos difundiendo para clasificar los casos, para no ser poco invasivos en casos graves que puedan terminar en meningococemia, y que tampoco todos los niños pasen a tratarse como una meningococemia cuando tengan otras cosas.

-¿El sistema esta preparado para responder a esto?

-Nuestro sistema, en general, está adaptado a un aumento importante del número de casos de enfermedades respiratorias y, entonces, pienso que podría responder bien. Habitualmente, el Pereira Rossell se prepara para que a partir de abril o mayo se reciba un mayor número de pacientes, pero si surge un número extremadamente elevado, no existe opción, ni en el mutualismo, ni los servicios públicos, para contenerlo. Igual pienso que estamos relativamente bien provistos como para hacer frente a la situación.

“Las posibilidades de que tengamos nuevos casos es elevada”, dijo el infectólogo y pediatra

-¿A nivel de dengue, falta una campaña más fuerte a nivel estatal para evitar más contagios?

-Creo que la campaña está realizada. Lo que falta es conciencia de la población general, porque todavía no se han enfrentado situaciones más dramáticas en relación al dengue. Probablemente la gente todavía no tiene conciencia del aporte que puede hacer cada uno en su casa, evitando que las aguas limpias permanezcan con estas temperaturas en cacharros, cubiertas, entre otros lugares.

-¿Con qué grupos de población se debería tomar más recaudos?

-Los más complicados desde el punto de vista pediátrico son los lactantes pequeños, que son más fácilmente picados por los mosquitos y pueden tener enfermedades más difíciles de diagnosticar.

-Otro asunto relevante de estos días fue la suba “inusual” de casos de enfermedad meningocócica, que anunció el Ministerio de Salud Pública (MSP). ¿Lo sorprendieron las cifras de, al menos, nueve casos, de los cuales cuatro murieron?

-Si normalmente tenemos 25 a 30 casos por año, tener a mediados de marzo nueve casos es algo que debe alertarnos, debe hacernos tratar de pensar cuál es la causa. El otro punto que me genera preocupación es que siempre fue un mismo serogrupo el que produce las enfermedades meningocócicas en nuestro país desde hace ya más de 10 años: el serogrupo B. Sin embargo, ahora, de estos casos, hay prácticamente cuatro C, hay un W y el resto son B. No hay un predominio tan claro de un serogrupo sobre el resto.

-¿Cuáles son las diferencias entre los distintos serogrupos?

-El comportamiento epidemiológico del serogrupo C no es exactamente igual que el de B. Mientras este último es históricamente un agente productor de una enfermedad endémica que a veces, en algunos momentos del año, aumenta un poquito los casos y después bajan; el C tiene entre sus antecedentes haber sido causante de brotes epidémicos y de las pequeñas epidemias más importantes en Uruguay en los últimos 25-30 años. Que ahora, en tan poco tiempo, aparezcan cuatro casos C, no digo que necesariamente implique una evolución hacia un brote epidémico, pero es algo que se debe estar midiendo permanentemente, porque puede generar un problema e implica un cambio sustancial con respecto a lo que fueron nuestros últimos 15 o 20 años.

-¿Hoy por hoy, entonces, es difícil predecir si van a haber más casos?

-No sé si va a haber más casos, pero hay que quedar atentos y hay que extremar las medidas de diagnóstico precoz y de serogrupo, porque puede haber una rotación en la forma de presentación de la enfermedad meningocócica en nuestra población.

-¿Cuáles son los signos más importantes con el meningococo, sobre todo para los menores de 5 años?

-Fiebre, cefalea y vómitos se ven siempre, así como también una depresión neuropsíquica, que es una forma de pérdida de conexión, sobre todo visual, con la madre cuando el niño está con fiebre. Incluso cuando se mantiene el decaimiento intenso y la depresión, y aun cuando con antitérmicos le bajamos la fiebre.

-Se ha insistido también con la aparición de manchas en la piel...

-Sí, pero las manchas no ocurren inicialmente. En la enfermedad meningocócica severa la aparición de las manchas es un signo de evolutividad, de que se está en la etapa de púrpura. Por supuesto que si se registran petequias (manchas) y el niño está con fiebre y vómitos, eso ya es un cuadro muy característico y entonces la necesidad de una consulta médica es inmediata.

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