Alcaldía dice que no tiene forma de combatir a ambulantes.

A pocos días del inicio de la temporada de verano, preocupa a comerciantes y jerarcas el desembarco de vendedores ambulantes en Punta del Este, y también la llegada de "manteros" que instalan su mercadería en las veredas de la avenida Gorlero, entre otros lugares.

En el caso de los vendedores ambulantes existe la prohibición de instalarse en un lugar fijo para ofrecer su mercadería. Los mismos deben circular por la zona de playa o por las zonas habilitadas. En todos estos casos se trata de vendedores de ropa y sombreros que en la alta temporada recorren de un lado a otro tanto la playa Mansa como la playa Brava.

Empero, varios de estos vendedores se instalan en la rambla de circunvalación de la península justo frente a la escultura de "La Mano".

La ausencia de turistas en las playas no genera la demanda esperada por los ambulantes quienes optan por permanecer en los accesos a las mismas, donde hay mayor tráfico de turistas. Éste es el caso del lugar donde está emplazada la famosa escultura del artista trasandino Mario Irarrázabal.

En este lugar algunos ambulantes se instalan en plena calle justo sobre el estacionamiento reservado para los vehículos para personas de capacidad diferente. Los cientos de turistas que llegan al lugar para tomar una imagen junto a la escultura se encuentran con un campamento de varios ambulantes con su ropa tendida en el lugar.

En los últimos días se notó la presencia de varios "manteros", según indicaron comerciantes de la avenida Gorlero. Los "manteros" llegan con un carro donde llevan la manta y los productos que expondrá una vez que la misma queda extendida sobre la vereda de Gorlero.

En los últimos días se produjo un incidente con un vendedor ambulante que se instaló al lado de una palmera.

"Hace unos días los inspectores notificaron a un ambulante que tenía una tienda en una palmera. El inspector llamó a la Policía y el señor se desacató. Fue preso y la señora jueza ordenó liberarlo, con prohibición de incautarle la mercadería", contó a El País la concejal Sandra Cabrera, de la alcaldía de Punta del Este. "Manos atadas. Si no se puede incautar la mercadería poco se puede hacer", agregó.

Según pudo establecer El País, en este caso la jueza actuante era del fuero penal, por lo que no podía involucrarse en el decomiso de la mercadería. De todas formas, desde la alcaldía se asegura que no tienen elementos para poder evitar que los manteros se instalen en la vereda de la avenida Gorlero.

Durante la próxima temporada, la administración apelará a inspectores para ordenar el tránsito en los puntos más conflictivos de Punta del Este.

En los hechos marca el regreso de los recordados "varitas" que, en las décadas de los años cincuenta y sesenta, ordenaban el tránsito en la rambla de la playa Brava.

COMERCIO INFORMAL EN LA ZONA BALNEARIA