PARTIDO NACIONAL

Un día a fines del año pasado fue de los más importantes en la vida de Jorge Larrañaga. El precandidato del Partido Nacional había ido al acto de fin de cursos de su hijo más chico, cuando le sonó el teléfono. Una voz amiga le daba una cifra que estaba esperando desde hacía tiempo: “Llegamos, tenemos 376.000”, le dijo. Rodeado de padres de otros niños, el político tuvo que contener la emoción y aguantarla hasta que se subió al auto. Había alcanzado las firmas para plebiscitar la campaña “Vivir sin miedo”.

El senador asegura que está acostumbrado a “los porrazos”. En las dos últimas elecciones de su partido perdió; primero en 2009, cuando quedó atrás de Luis Alberto Lacalle Herrera, y la historia se repitió en 2014, año en que no logró ganarle a Luis Lacalle Pou. Pese a estos resultados -y a las encuestas que lo posicionan tercero en su interna-, Larrañaga está convencido de que podrá ser candidato a la Presidencia esta vez. Dice que los sondeos ya lo favorecieron cuando no llegó al primer puesto, por lo que también podrían equivocarse ahora.

Por eso el triunfo en la recolección de firmas le da esperanzas. “Soy de esa clase de personas: de las que nunca están dispuestas a rendirse. Y es por eso que voy a alcanzar la victoria”, asegura. Las encuestas también muestran que no logró traducir las más de 405.000 rúbricas que recabó en votos, aunque el precandidato cree que su estructura partidaria le permitirá ganar.

Lo que lo impulsa, afirma, es que Uruguay “va cuesta abajo”. Señala que frente a ese contexto no puede cruzarse de brazos, por lo que enumera las armas con las que piensa luchar: “Tenemos liderazgo, proyecto, equipo y experiencia para ponernos el país al hombro y hacer un esfuerzo de cambio radical en seguridad”. Y a este tema se ha abocado; primero con la iniciativa de reforma y luego defendiéndola de las críticas.

Porque los golpes llegaron de todos lados. Lacalle Pou anunció que no acompañará el proyecto en octubre y tampoco ensobrará la papeleta en sus listas. Juan Sartori, el empresario que le arrebató el segundo lugar en las encuestas, terminó apropiándose del eslogan “Vivir sin miedo” y hasta lo usó en un spot publicitario. Sobre ese tema, Larrañaga declaró en una entrevista en FM Del Sol: “Es una extralimitación desbocada y está pasando líneas que nunca antes se pasaron”.

Pero la campaña encontró a su peor enemigo en un frente insospechado: los gremios estudiantiles. Impulsados por la “contrarreforma” anunciada por el Pit-Cnt, los alumnos de algunos liceos públicos del país colgaron pancartas en los centros. “Si querés seguridad no pidas militares, pedí educación. La reforma no es la forma”, escribieron. El diputado nacionalista Pablo Abdala presentó un recurso de amparo por violación a la laicidad y la Justicia estuvo de su lado. Esta semana obligó al Codicen a bajar los carteles en menos de 48 horas.

Esa resolución fue un espaldarazo a su propuesta. Pero su última carta antes de la veda electoral fue el debate que protagonizó este martes contra la precandidata frenteamplista Carolina Cosse. Larrañaga está convencido de que ganó y su hijo de 10 años, que lo miró desde la primera fila, también apoya su teoría: “Papá, la mataste”, le dijo cuando terminó.

Lo cierto es que los nervios se apoderaron del político antes de que empezara. Sentado en un rincón del camarín, acompañado por su familia, “El Guapo” aguardó que lo hicieran pasar al estudio de televisión. Del otro lado de la pantalla había 320.000 personas prontas para ver la contienda.

Nombre: Jorge Larrañaga.

Edad: 62 años.

Profesión: Abogado especializado en Derecho Civil y Laboral.

Nació en Paysandú en 1956. Estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de la República y ejerció la profesión hasta 1990, cuando asumió como intendente de su departamento. Fue reelecto hasta el 2000, cuando entró por primera vez al Parlamento como senador. Es el líder de la agrupación Alianza Nacional y ganó las internas del Partido Nacional en 2004. Ese año perdió en octubre con Tabaré Vázquez.