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Coronavirus cruza avenida Italia, el foco sigue en la costa

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Ómnibus: pasajeros con tapabocas. Foto: Francisco Flores.

COVID-19

El foco mayor sigue estando en los barrios más “ricos” y, si se mira en una escala país, en Montevideo.

El nuevo coronavirus ya cruzó avenida Italia, ese término que algunos montevideanos usan para diferenciar a la costa sureste del resto del departamento. Pero el foco mayor sigue estando en los barrios más “ricos” y, si se mira en una escala país, en la capital.

En los últimos veinte días hubo cuatro departamentos que dejaron de tener casos activos de COVID-19: Flores, Paysandú, Rocha y Soriano. Aquellos que padecían la enfermedad y residían en esas zonas, se han recuperado. Si se suman los otros cinco departamentos que no han registrado siquiera un infectado desde que comenzó la pandemia en Uruguay (Artigas, Cerro Largo, Treinta y Tres, Tacuarembó y Florida) serían nueve los departamentos “libres” de COVID-19; aunque el Ministerio de Salud prefiere no llamarlos así porque puede que haya casos sin identificar.

El desglose de datos de Vigilancia Epidemiológica, a los que accedió El País, muestra que hasta este viernes en Montevideo eran más los recuperados que los casos activos (267 contra 138). Pero la capital sigue siendo el epicentro: concentra tres de cada cuatro personas que alguna vez dieron positivo.

Ya son 19 los barrios de Montevideo que cuentan con cinco o más casos diagnosticados. Hace veinte días —fecha en que se habían filtrado los últimos datos del MSP—, eran siete los que integraban ese listado.

El virus estaba hasta el 5 de abril en Carrasco, Pocitos, Carrasco Norte, Punta Gorda, La Blanqueada, Malvín y Parque Batlle, y se ha extendido por Reducto (36 casos, entre los que están los pacientes del hospital Vilardebó), Cordón (18), Cerro (15), Barrio Sur (7), Parque Rodó (7), Buceo (7), Jacinto Vera (6), Punta Carretas (6), Malvín Norte (5), Piedras Blancas (5), Prado (5) y Sayago (5).

Según Pablo Bartol, ministro de Desarrollo Social, el virus habría llegado incluso a los asentamientos. El viernes les comunicó a sus pares del gabinete que en el asentamiento El Monarca había un caso positivo y que se harían tests aleatorios.

Pero, otra vez: los casos positivos tienden a concentrarse en la costa Este. De hecho, entre Carrasco y Pocitos reúnen un tercio de los infectados en todo el departamento.

Entre los primeros cuatro diagnosticados de COVID-19, el viernes 13 de marzo, estaba el de la mujer que acudió a un casamiento. Y entre los invitados a aquella boda, había varios residentes de Carrasco. Eso hizo que en este barrio de la costa Este hubiese, durante las primeras semanas, un crecimiento casi exponencial de infectados. En los últimos veinte días, la pendiente se desaceleró, aunque no ha parado de crecer: allí hay un 35% más de casos desde el 5 de abril.

¿Quedate en casa? El avance y retroceso de la pandemia no es solo territorial. Hay otros factores a tomar en cuenta como la edad y en sexo de los infectados.

Antes de hilar fino, vale la pena ver la foto general: de cada cinco casos de COVID-19, uno tiene entre 25 y 34 años, y otro tiene entre 55 y 64 años. Eso quiere decir que entre los 563 diagnosticados hasta el viernes 24 de abril, 236 están en una de esas franjas etarias.

Los más veteranos, esos que son parte de los grupos de riesgo y a los que el gobierno les exhortó que se quedaran en sus casas, no son los más afectados en cantidad de contagios (representan uno de cada seis). Eso sí: son quienes tienen más chances de morir por esta enfermedad. De los 14 fallecidos que había contabilizados hasta ayer, solo tres eran menores de 65 años.

La severidad con la que el nuevo coronavirus se ha empeñado en los más adultos, en parte por la confluencia de otras patologías, ha sido uno de los primeros hallazgos de la ciencia en lo que va de esta pandemia. En Uruguay, a su vez, adquiere otra característica: son más afectados los hombres que las mujeres veteranas (eso que en la población adulta ellas son más).

Pero más allá de la severidad y letalidad, la ciencia también ha dejado en claro que nadie está exento de ser infectado. De hecho, en los últimos veinte días, el mayor crecimiento de casos positivos se ha dado en la franja de 15 a 24 años (casi se duplicó, la variación fue del 92%). ¿El motivo? No se sabe. Pero el crecimiento entre los jóvenes, así como en la población en edad de trabajar, hace pensar que la expansión del virus está relacionada con la reactivación de las labores y el aumento de la movilidad en la ciudad.

Esta hipótesis cobra más fuerza aún si se tiene en cuenta la expansión territorial: el virus cruzó avenida Italia.

Aunque faltan más datos para sacar conclusiones, dice la demógrafa Mariana Paredes, el aumento de los infectados entre 25 y 34 años podría deberse a la reactivación de áreas como la construcción. ¿Por qué? Antes de la semana de Turismo, eran más las mujeres de esa edad que habían dado positivo. Ahora son más los varones.

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