Justicia

Sociedad adquirió terrenos por US$ 16 millones en Punta del Este. La inversión total rondaría los US$ 100 millones.

El fiscal especializado en Crimen Organizado, Luis Pacheco, maneja tres líneas de investigación sobre la ruta del dinero K en Uruguay. La primera es el negocio de dos terrenos en la Parada 8 de Punta del Este realizado por la sociedad Helvetic vinculada al empresario kirchnerista Lázaro Báez; la denuncia de funcionarios aduaneros de los ingresos de bolsos con dinero al país; y las sociedades offshore que realizan inversiones inmobiliarias en Uruguay y Estados Unidos con dinero de coimas.

En la tarde de ayer, el expresidente de Peñarol, Juan Pedro Damiani, declaró como indagado ante la jueza especializada en Crimen Organizado, Dolores Sánchez, y el fiscal Luis Pacheco. También declararon otras siete personas, entre ellos tres integrantes del estudio Damiani.

Acompañado por su abogado, Jorge Barrera, Damiani entregó a la jueza Sánchez 14 documentos que respaldarían sus actuaciones profesionales en la venta de los terrenos en la Parada 8 por US$ 16 millones. La compradora de los predios fue la sociedad Decavial y giró el dinero a Helvetic. Damiani dijo en la sede que al ser Helvetic una fiduciaria, tienen clientes independientes.

"Uno de ellos soy yo y el otro es Lázaro Báez. Pero yo no tengo relación con Báez", explicó Damiani.

Señaló que su estudio prestó servicios jurídicos, contables y notariales en el negocio de la venta de los terrenos de Punta del Este.

Barrera dijo a El País que el estudio Damiani hizo un análisis de la diligencia de dicho negocio y, en abril de 2016, decidió reportar como sospechosa esa transacción al Banco Central del Uruguay.

El empresario argentino de la construcción Carlos Wagner, quien testificó como arrepentido en la causa denominada los "Cuadernos de las coimas", es uno de los socios de Decavial. "Reitero, fue Damiani que reportó al Banco Central las operaciones de Wagner" en Uruguay, dijo Barrera.

Según Damiani, Wagner era su cliente y había invertido en emprendimientos inmobiliarios en Uruguay.

En los predios ubicados en Punta del Este, Decavial pretendía construir cinco torres. El proyecto inmobiliario se iba a denominar "Beelive". Tendría 30.000 metros cuadrados construidos. Una de las torres tendría 25 pisos.

Barrera señaló que el centro de la investigación son los terrenos y no el estudio Damiani.

Una segunda línea de investigación de la Fiscalía es una denuncia de funcionarios aduaneros sobre los ingresos de bolsos con dinero a Uruguay. El "valijero" K, Leonardo Fariña, declaró ante el juez argentino Sebastián Casanello que había un acuerdo con aduaneros ubicados en el aeropuerto de Melilla para no revisarlos cuando descendían de un avión. Aduanas hizo una investigación administrativa que concluyó que no existieron vuelos de Fariña a Melilla con dinero físico.

Una tercera línea de investigación de Pacheco son las sociedades vinculadas al financista kirchnerista, Ernesto Clarens. El 6 de setiembre de 2018, Clarens testificó ante el juez Claudio Bonadío que armó una estructura financiera ilegal que movió US$ 200 millones de coimas, cuyo objetivo "era exteriorizarlos y parte pasaba por Uruguay". Dueño de la financiera Invernes, Clarens tejió relaciones con el banquero argentino Jorge Brito, dueño del banco Macro, al mismo tiempo que con el entonces gobernador Néstor Kirchner y el exempleado bancario convertido en su testaferro de mayor confianza, Lázaro Báez.

La investigación realizada por La Nación sobre los papeles de Panamá aporta vínculos con socios históricos de Clarens. Uno de ellos es Carlos Di Gianni, fundador de Invernes y "beneficiario final" de Litren Company, una sociedad panameña dedicada a invertir en Estados Unidos. En 2012, apareció otro nombre en Litren: el uruguayo Carlos Adrián Calvo López. Se trata de un representante del Banco Macro en Uruguay y en Bahamas, Calvo López también figuró como director de Invernes.