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Femicida apuñaló a expareja delante de sus hijas, que trataron de defenderla: “Te mato por quedarte con el otro”

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Camioneta de la Policía. Foto: Estefanía Leal.
Camionetas de la Policia participando de operativo policial de noche en zona rural del departamento de Montevideo, ND 20210513, foto Estefania Leal - Archivo El Pais, patrullero
Estefania Leal/Archivo El Pais

FEMICIDIO

La fiscal Legnani pidió para el autor del crimen una pena de 28 años de cárcel por un delito de homicidio muy especialmente agravado por femicidio.

María era muy conocida en Young. Se desempeñaba como encargada de turismo de una empresa de ómnibus. Le gustaba trabajar. Si un guarda se enfermaba, ella cubría ese puesto. También despachaba cartas o encomiendas si era necesario. Por eso, su muerte a manos de su expareja Luis T., ocurrida en la noche del 20 de julio de este año, conmovió a Young.

María -el nombre no es real- y Luis vivían juntos desde hacía 20 años. Contrajeron matrimonio el 2 de mayo de 2013. Tuvieron dos hijas en común: Matilde y Vanessa (nombres ficticios), de 10 y cuatro años respectivamente.

Desde noviembre de 2020 Luis trabajaba para una empresa forestal en Tacuarembó, por lo cual solo iba a Young los fines de semana.

A fines de abril de este año, María le manifestó expresamente que quería terminar su relación de pareja. Le explicó, en reiteradas oportunidades, que para ella se había acabado el amor, que ya no lo quería como antes y que deseaba estar sola con sus hijas y ver cómo se sentía. “Esta decisión de María de finalizar el vínculo amoroso con el imputado no fue pacíficamente respetada por él, quien por el contrario estaba sumamente perturbado al respecto y estaba decidido a conquistarla”, dice la acusación presentada el martes 14 contra Luis por la fiscal de Young Cecilia Legnani.

El crimen.

Desde el momento en que María le manifestó lo que sentía y hasta el trágico desenlace, Luis hizo innumerables intentos de convencer a su expareja de que le diera una oportunidad de retomar la relación e intentar nuevamente que esta funcionara. El hombre utilizó, en esos intentos, la manipulación psicológica del sentimiento de culpa de María respecto a su decisión de terminar la relación entre ambos.

A mediados de junio de este año, la tensión en la pareja iba en aumento, ya que ella se mantenía firme en su decisión de no reanudar la relación con Luis, reiterándoselo explícitamente en cada situación que surgía. Ello llevó al hombre a cuestionarle si existía una tercera persona, pero ella siempre se lo negó. Luis se había obsesionado con esto al punto que, horas antes del ataque, le mandó un mensaje de Whatsapp a su cuñada: “Cómo andas, decime sin vueltas nomas, ¿tu hermana (por María) tiene a alguien más en su vida?”.

En la noche del sábado 19 de junio de este año, Luis se encontraba en su casa con María (seguía quedándose allí los fines de semana) y sus dos hijas. Habían cenado y el hombre tomaba whisky con Coca-Cola. Mientras las niñas miraban televisión en el living, María y Luis fueron a su dormitorio. Allí Luis le planteó a María que estaba muy mal, que así no podía seguir y que quería saber qué le pasaba a ella. Como había ocurrido en reiteradas ocasiones en el pasado, Luis volvió a preguntarle si existía otra persona en su vida.

Esa noche María le reconoció a Luis, llorando, que efectivamente había otra persona y le volvió a decir que no quería reanudar la relación con él.

En ese momento ingresó Matilde a la habitación. Encendió la luz y, al ver llorando a su madre, preguntó qué pasaba. El padre reaccionó diciéndole: “Mamá se consiguió otro novio. Dejó de querer a papá”. La niña comenzó a llorar. Vanessa también entró al dormitorio.

María quedó en el dormitorio consolando a las niñas. Luis salió al patio a fumar un cigarrillo. Cuando regresó a la casa, Luis se sirvió otro whisky de la botella que se encontraba arriba de la mesada de la cocina.

Minutos después, María salió del dormitorio. Fue en ese instante que Luis tomó una cuchilla y la sorprendió propinándole la primera puñalada en la zona del abdomen. María intentó defenderse. Comenzaron a forcejear abrazados, se dieron contra las paredes hasta que ella logró soltarse y corrió hasta la puerta de la cocina. Allí, le pidió a su hija mayor que fuera a buscar ayuda. La niña hizo lo que le pidió la madre, pero no consiguió que fuera nadie.

María logró salir de la casa. El hombre la hizo caer al piso en el patio lateral, frente a la puerta de la cocina. Totalmente enajenado, Luis le realizó a la víctima dos cortes más a ambos lados del cuello. Mientras le agarraba fuertemente la cara, la insultaba y la degradaba de continuo. Según recoge la acusación fiscal, le gritó: “Por puta te pasa esto, porque tenés otro macho”; “te mato por quedarte con el otro” y “mía, mía, siempre mía”.

La hija más pequeña, que había quedado dentro de la casa, tomó una pala de hierro que usaban para la estufa y comenzó a golpear a su padre en la espalda, intentando en vano detenerlo, dice la fiscal Legnani en el documento presentado ante la Justicia.

El hermano de Luis y su pareja, quienes viven al lado de la casa de María y Luis, escucharon los gritos de auxilio. El hombre saltó la reja e ingresó a la casa. Vio a las dos niñas llorando al lado del cuerpo cubierto en sangre de su madre y a Luis tirado encima de ella. El recién llegado sacó a las niñas y luego regresó por María. Junto con un vecino la llevaron a un hospital, donde murió poco después.

Luis se encerró en el baño de su casa e intentó suicidarse.

“El homicida usó tres cuchillos contra la víctima. Estuve en el lugar. Actuó con total saña”, dijo la abogada de la familia de la víctima, Jacqueline Portela.

Portela, junto con el abogado Francisco Majó, coincidieron con la acusación presentada por la Fiscalía.

La fiscal Legnani pidió para Luis una pena de 28 años de cárcel por un delito de homicidio muy especialmente agravado por femicidio.

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