LA ENTREVISTA DEL DOMINGO
Adriana Blanco, jefa de Unidad de Factores de Riesgo y Nutrición de la OPS/OMS
Graduada como médica en la UdelarR trabajó en la Policlínica Municipal Lavalleja y tras integrar el equipo que redactó el decreto de ambiente libre de humo de tabaco llegó a Washington en Estados Unidos para desempeñarse en cargos de alto nivel en temas de salud, con énfasis en el control del tabaco.
La semana pasada visitó Uruguay en el marco de la Conferencia Mundial de la OMS sobre Enfermedades No Transmisibles (ENT).
—Usted formó parte del equipo que redactó el decreto de ley de ambiente libre de humo de tabaco. ¿Cómo fue la experiencia?
— Estábamos recién empezando. En el país no había ni siquiera idea de qué se estaba negociando. En el año 2000 ya se estaba negociando el convenio marco. El tratado entró en vigor en noviembre de 2005. Uruguay fue uno de los primeros 40 países en ratificarlo. En base a eso fue que se trabajó.—¿Qué destaca la OPS de la política antitabaco impulsada por el gobierno uruguayo?
—Uruguay ha sido un pionero en el tema, fue un ejemplo para muchos países de la región. Es uno de los países que ha implementado en mayor medida el convenio marco junto con Panamá y Brasil. Por otro lado, Uruguay tiene además una medida que es única y que ningún otro país la ha implementado hasta ahora que es la presentación única por marca que fue lo que le acarreó el juicio de arbitraje que presentó Philip Morris ante el Banco Mundial. Entonces la política de control de tabaco ha sido de avanzada en el caso de Uruguay, fue el primer país libre de humo sin tabaco de la región y ha sido pionero en las medidas. Por ejemplo, el marketing es algo que hay que regularlo en todos los factores de riesgo que tiene que ver con commodities. En el caso del tabaco es una prohibición total porque tú no querés que la gente fume.
—¿Y en el caso de los alimentos?
—En el caso de los alimentos, por lo menos hay que limitar el marketing a los niños porque en realidad lo que tú no querés es que estén empujados a consumir productos sobre los que no pueden tener ningún juicio de valor porque son muy chicos para saber si lo que se les ofrece es bueno o malo o simplemente los lleva a consumirlo porque tienen un dibujito o porque dan un muñequito. En el caso de los alimentos, es fundamental el marketing para los niños, en el caso del alcohol también hay que tener atención sobre el marketing. Los impuestos al tabaco está claro que es la medida individual más importante que hay para reducir el consumo. Se está viendo que el impuesto a las bebidas azucaradas es una alternativa que también se está probando y que disminuye el consumo de la bebida como se ha visto en México. Este país aumentó un peso por litro los impuestos y ya ha visto una reducción del consumo de bebidas azucaradas y además ha visto un aumento de la venta de agua embotellada. Los impuestos al alcohol también son una medida que es efectiva para disminuir su consumo.
—¿Es una buena medida que el gobierno impulse la cajilla plana o única de cigarrillos?
—Si, es bueno porque la cajilla es una forma también de promoción del producto. El hecho de que la cajilla tenga un solo color, un solo formato, un solo tamaño, evita que la industria pueda usarla como un método de promoción, sobre todo en países como este donde la publicidad está prohibida. En el caso de Uruguay, yo creo que van a tener una ventaja extra que es que acá ya tienen la presentación de la caja única y que no va a haber posibilidades de que ocurran variantes en el nombre. Pueden ponerte el nombre comercial y abajo "rojo" y luego "verde", pero como eso está prohibido acá, solamente pueden poner el nombre. No van a tener la posibilidad de dañar a la gente.
—¿Hay algo más que Uruguay pueda hacer en materia del combate al consumo de tabaco?
—Es muy difícil decir que un país hizo todo. Yo creo que no hay ningún país en el mundo que en el momento actual pueda decir ya hizo todo lo que tiene para hacer en materia de tabaco. Primero, porque la industria evoluciona, va creando nuevas cosas. La industria siempre encuentra vericuetos donde mecharse. ¿Qué le falta a Uruguay? Todavía hay un tema en la regulación de los productos, pero que incluso es una parte bastante más compleja porque ahí se requiere un poco más de infraestructura, se requiere el acceso a laboratorios. No necesariamente tienen que estar en el país, pueden ser laboratorios regionales o privados que vendan productos de forma de poder tener una idea de los constituyentes en emisiones de los mismos.
—¿Qué productos serían?
—Por ejemplo, todo el tema de los aditivos porque hay muchos que se usan para mejorar la palatabilidad (cualidad de ser grato al paladar un alimento) del producto, por ejemplo, el mentol o el azúcar. A pesar de que la industria muchas veces dice que es algo que necesitan para poder hacer la mezcla del American Blend, en realidad sabemos que hay productos que se hacen sin azúcar como los saborizantes de frutas y otros sabores distintos. El mentol no es que sea malo pero tiene dos cosas: le disimula la dureza o lo áspero del sabor al tabaco; y lo segundo, viste que el mentol como que te adormece un poco la boca y al hacerlo te hace mas tolerable el gusto del tabaco. Es realmente potente y además tiene cierto efecto broncodilatador. También logra que entre más aire a los pulmones, estos le dan la posibilidad de enganchar la nicotina luego de usarlo varias veces.
—Por un lado, Uruguay es pionero en impulsar políticas antitabaco, pero por otro propone la venta de marihuana en farmacias. ¿Qué opina la OPS?
—No es mi área. No hay una definición, No le puedo decir una postura de OPS.
—En Uruguay se instaló la polémica entre el gobierno y la industria por el etiquetado de alimentos. ¿Por qué es importante la medida?
—Hoy en día si tú vas a un supermercado, es muy probable que ni tu ni yo entendamos nada de lo que estamos consumiendo. Lo que tenés como explicación lo tenés en el dorso del paquete y te obliga a que tengas que agarrar el paquete y mirarlo. Si sos vieja como yo y no tenés los lentes puestos, no lo ves. Segundo: hay que hacer cambios
porque lo que te están dando ahí son porcentajes del valor total de calorías y es un estimado porque todos necesitamos diferentes cantidades de calorías. Lo que demostró la ciencia es que la decisión de compra de la gente ocurre en muy poco tiempo. No se pasa media hora mirando si va a comprar un yogur. El derecho a estar informado es básico a los derechos humanos. El esquema de Chile está al frente del paquete que sirve para comparar y además no hay que hacer cuentas porque los sellos octogonales dicen alto en azúcar, grasas o calorías.
—¿Pero y esa información no es incompleta también? Por ejemplo, el sistema planteado por la industria es por colores y niveles.
— Si yo te digo a ti: este alimento es medio alto en azúcar. ¿Qué decisión tomás? Tenés que pensar. En cambio si yo te digo, simplemente esto es alto, quiere decir simplemente que tú cuando consumas este producto estés informado. Si consumís unas cuantas cosas "altas en", sabes que te pasas de los límites saludables. La información lo que busca es que sepas cuáles alimentos tú puedas consumir frecuentemente.
—¿En Ecuador no funciona este sistema policromático?
—No conozco esas evaluaciones pero si sé lo que la ciencia dice sobre la reacción humana. Cuando tenés un producto que da mucha información se debe procesar todo y las personas tienden a bloquearse, dispersarse.
—¿Cuál sería la mejor forma de amalgamar ambos modelos?
—Es un tema de prioridades, por un lado, la salud de la gente y por otro la de las empresas de maximizar las ganancias. Creo que no va a haber más remedio seguramente de que las empresas flexibilicen un poco la maximización de la ganancia y empiecen a pensar en cómo reformular los productos. En Chile ya el 17% de los productos se reformularon porque tuvieron que reformular los ingredientes. Lo hacen porque quieren evitar los sellos, si tú no los querés, vas a poner a tu gente a investigar de qué manera reformular los productos.
—¿No cambian los gustos de los alimentos?
—Probablemente. Pero tengo entendido que en Chile es la experiencia y por lo menos en Uruguay ocurrirá lo mismo: un proceso un poco más largo en el tiempo, pero que le permita justamente a la industria irse acomodando, ir haciendo investigación y demás. Una cosa es un cambio de sabor a lo largo de un proceso y otra cosa es un cambio de sabor de un día para el otro. Quizás se puede llegar a la conclusión de que los sabores están demasiados dulces y una disminución progresiva de la cantidad de azúcar probablemente sea una cosa que pase desapercibida en la gente y que no genere problemas en la sociedad. Cuando las cosas son parejas para todo el mundo, la industria no se puede quejar porque en realidad no hay un detrimento. Si una marca de yogur yo le dejo poner mucha azúcar y a otra más, bueno yo ahí estoy incidiendo en las posibilidades de compra pero si la regla es igual para todos, no va a existir lo mismo. Era lo mismo que pasaba con los ambientes libres de humo, al principio los restaurantes y bares decían esto nos va a quitar clientela. Nosotros les decíamos no, esto no se las va a quitar porque la ley es pareja. A las industrias les gusta el status quo, maximizar sus ganancias y no quieren venir atrás y asumir más gastos en investigación o porque determinado producto se necesita acceder a un laboratorio determinado.
—Usted también se dedica a la Salud Mental. En Uruguay se cerrarán las colonias psiquiátricas. ¿Esta es la manera de integrar a los pacientes al Sistema Nacional Integrado de Salud?
—Se está tratando de salir, se fue buscando tener hospitales psiquiátricos para tener un lugar para poner a los pacientes y ahora eso demostró que los pacientes tuvieron, aislados, evoluciones mucho peores, la persona involuciona en vez de tener un mejor desarrollo, entonces, lo que se ha visto ahora es que estas personas integradas a la comunidad con un buen control pueden ser personas útiles para la comunidad que pueden tener una vida con muchas más posibilidades de desarrollo que estando encarcelados en un psiquiátrico.
OPS: sobre Corredor Garzón.
—¿Qué opinión tiene sobre el sistema de tránsito vial instrumentado en la Avenida General Eugenio Garzón, más conocida como "Corredor Garzón"?
—La Seguridad Vial tiene muchos actores que deben entrar en la materia. Esto depende de factores de protección de los más vulnerables en las rutas, de seguridad en los automóviles, y de estructura vial que realmente facilite una buena circulación sin riesgo para las personas. Yo no conozco desde que me fui del país la situación en el corredor, pero normalmente se recomienda que la carretera tenga un lugar en el que los autos puedan estacionar y que las rutas no tengan un cruce peatonal en el medio de la vía. Además se recomienda que haya límites de velocidad en zonas urbanas que aumenten la posibilidad de siniestros viales. Se recomienda el uso de cinturón para cada uno de los ocupantes de los coches así como el uso de elementos para llevar a los niños en los vehículos, que se disminuya la velocidad y que haya leyes que regulen el consumo del alcohol relacionado al manejo. También es importante el cuidado prehospitalario y el cuidado de la emergencia. El tema de la infraestructura vial no lo manejamos nosotros.