La Carta Democrática Interamericana fue aprobada en 2001 en Lima.

Otorga a los Estados miembro y al secretario general de la OEA mecanismos para actuar con medidas que pueden desembocar en la suspensión temporal de un país. Tiene 28 puntos y está recogida en un pequeño librito azul tamaño bolsillo.

El Consejo Permanente de la OEA analizará entre el 10 y el 20 de junio el caso de Venezuela.Por mayoría simple de 18 votos en 34 miembros puede determinar que existe una alteración del orden democrático y aprobar medidas.

También puede convocar una Asamblea General Extraordinaria con

cancilleres, lo que requeriría la aprobación de dos tercios de los países.

En caso de que se active la Carta Democrática y se concluya que en Venezuela hay una ruptura del orden constitucional, ese país queda excluido de la OEA.

Hasta ahora se ha recurrido a la Carta en contadas ocasiones y siempre ha

sido porque el propio Estado ha pedido la asistencia de la OEA o porque un

y en el que se aplicó la Carta hasta su última consecuencia, la suspensión

de la OEA, fue tras el golpe de Estado en Honduras de 2009, al producirse

una "ruptura del orden democrático"