La Intendencia de Montevideo comenzará hoy con los trabajos para reparar una importante falla detectada en el caño colector de la calle General Luna, en el barrio Arroyo Seco, que motivó que desde el pasado 31 diciembre se esté desviando el tránsito por la Avenida Agraciada entre esa calle y Entre Ríos.

Los vehículos que circulan por Agraciada en dirección al centro son desviados por Paraguay, al tiempo que los que se dirigen al norte toman por General Aguilar, luego Zapicán y finalmente retoman Agraciada por Santa Fe (ver aparte).

El director de Saneamiento de la Intendencia de Montevideo, Jorge Alsina, dijo a El País que "el problema importante" del colector de la calle General Luna es en la esquina con Agraciada, razón por la que se decidió desviar el tránsito por esa avenida para evitar riesgos.

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En ese lugar, colapsó la bóveda del caño colector, que tiene 0.90 metros de ancho y 1.40 metros de altura. "Está ahuecado el pavimento en un tramo por debajo. En la superficie no se ve, pero no se podía arriesgar a que pasara algo", explicó el director de Saneamiento.

Al mismo tiempo, por la falla en el sistema cloacal y la sobrecarga de tránsito de los últimos días, se registraron importantes hundimientos de pavimento en la calle Zapicán y otras calles transversales a Agraciada.

Además, por la calle General Luna, se detectaron otras dos fallas en el colector. Una de ellas ya fue reparada y en la otra se trabajará luego de solucionar el problema principal en la esquina con Agraciada.

"La infraestructura de los colectores y del pavimento en esa zona son muy antiguas. Los colectores están bien, pero cada tanto aparece algún problema", señaló Alsina.

La comuna estima que las reparaciones en la red cloacal y en las calles afectadas del barrio Arroyo Seco demandarán un mes. "Pero vamos a tratar de resolverlo antes", dijo el director de Saneamiento.

Ayer por la tarde, una cuadrilla de cuatro obreros de la empresa de construcción Ciemsa contratada por la Intendencia de Montevideo reparaba un tramo del colector ubicado en Santa Fe casi Palleja.

El desperfecto levantó el hormigón de la calle, generando un pozo. Los trabajadores esperaban terminar de reparar ese tramo del colector al final del día, para luego tapar el agujero con pedregullo en forma provisoria hasta que se vuelva a colocar la capa de asfalto.

Entre los vecinos de la zona existe preocupación porque no saben hasta cuándo habrá calles cortadas. Isabel, una mujer que vive por la calle General Luna casi Avenida Agraciada, dijo que existen diferentes versiones sobre cuánto tiempo demorarán los trabajos. "Algunos hablan de 60 días, otros dicen entre seis y ocho meses", aseguró.

Isabel contó que la principal dificultad se genera para los vecinos que tienen vehículo, que deben desviarse e incluso tomar algunas calles a contramano para llegar hasta sus casas. El problema, según la mujer, es que por la zona "pasa mucho tránsito pesado".

"La gente está bastante fastidiada", se quejó Cristina, quien tiene una peluquería en General Luna casi Palleja, a una cuadra de donde vive Isabel.

La peluquera, al igual que el resto de los vecinos, desconoce cuánto tiempo habrá calles cortadas en la zona y su principal preocupación es que no se corte el suministro de agua potable, ya que eso afectaría sensiblemente su negocio.

En el bar Santa Fe, ubicado en la esquina de Agraciada y General Luna, el corte vehicular ha afectado notoriamente el trabajo. "Las ventas bajaron como un 70%", dijo, resignado, José Nieto, dueño del local. "Ya que la cosa está tirante esto puede terminar de romper la piola", agregó respecto a la situación del negocio.

En la estación de servicio Petrobras de Agraciada y Santa Fe la situación no es muy diferente. Ayer por la tarde, con muy poco trabajo, cuatro empleados conversaban al lado de uno de los surtidores.

Ruben, el encargado de la estación de servicio, dijo que las ventas disminuyeron a la mitad y que incluso está perdiendo clientes fijos como flotas de empresas que decidieron comenzar a cargar combustible en otros lugares por lo dificultoso en llegar a su local. Por ese motivo, la empresa, que cuenta con 15 empleados, evalúa la posibilidad de enviar personal al seguro de paro.

Desde el lunes se modificaron los desvíos que regían desde el 31 de diciembre por Agraciada entre General Luna y Entre Ríos. Ahora, el tránsito liviano, sentido Paso Molino, circulará por avenida Agraciada, General Aguilar, Zapicán, San Fructuoso, Agraciada. En sentido Centro se tomará por Agraciada, Paraguay, Caraballo, Agraciada. La calle General Aguilar volvió a su flechamiento habitual, desde Agraciada hasta Jujuy. No se puede estacionar en el tramo de Aguilar comprendido entre Agraciada y Jujuy.

"Las ventas ya bajaron cerca de un 70%", dijo José Nieto, dueño del bar Santa Fe, ubicado en la esquina de Agraciada y General Luna. Es que el corte del tránsito vehicular hizo disminuir la cantidad de clientes que llegan al local. "Ya que la cosa está tirante esto puede terminar de romper la piola", agregó Nieto, con un marcado acento español. A dos cuadras de distancia, en la estación de servicio Petrobras de Agraciada y Santa Fe la situación no es muy diferente. Ruben, el encargado del local, dijo que las ventas disminuyeron a la mitad y que incluso está perdiendo clientes fijos como flotas de empresas que decidieron comenzar a cargar combustible en otros lugares. En esta situación, la estación de servicio, que tiene 15 empleados, está evaluando enviar personal al seguro de paro.

"Algunos hablan de 60 días, otros dicen entre seis y ocho meses" para que se terminen las reparaciones en las calles, dijo Isabel, quien vive por la calle General Luna casi Avenida Agraciada. La mujer afirmó que el principal problema para la red vial de la zona es que por el lugar "pasa mucho tránsito pesado".

En el mismo sentido, Cristina, que tiene una peluquería en General Luna casi Palleja, dijo: "La gente está bastante fastidiada". La peluquera, al igual que el resto de los vecinos de Arroyo Seco, desconoce cuánto tiempo habrá calles cortadas en la zona y su principal preocupación es que no se corte el suministro de agua potable, ya que eso afectaría sensiblemente su negocio, que principalmente se nutre de clientes del barrio.

La IMM inició reparaciones; hubo hundimientos en el pavimento