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El "Rey Midas" de los eSports quiere llevar su empresa al próximo nivel

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"Ocelote". Su empresa vende accesorios y gadgets para los fanáticos de los videojuegos. Foto: Difusión.

MARKETING DEPORTIVO

El español Carlos "Ocelote" Rodríguez proyecta que en seis años su propio equipo (que compite en los principales campeonatos de videojuegos) valga unos US$ 1.000 millones 

Mi objetivo es que G2 Esports valga 1.000 millones (de dólares) en seis años». Puede sonar excesivo, pero el español Carlos Rodríguez tiene una fe absoluta en su emprendimiento y en la industria los eSports, el concepto que engloba al fenómeno ascendente de los campeonatos de videojuegos.
Rodríguez, conocido en el ambiente gamer como «Ocelote», ha dedicado la mitad de sus 28 años a este hobby que devino en negocio. A los 14 comenzó a jugar profesionalmente. «En mi primer evento había 12 espectadores, en el último 160 millones», recordó recientemente en una entrevista con el medio español El Economista.

Durante su etapa como profesional, entre 2006 y 2015, se hizo un nombre con actuaciones destacadas en campeonatos del mundo de World of Warcraft y League of Legends, jugando para el equipo SK Gaming. Su estilo de juego y personalidad extrovertida lo convirtieron en uno de los favoritos del público. Y entonces nació la veta de negocio: Ocelote creó su propia marca —«oceloteWorld»— para la venta de diferentes productos: desde teclados, gadgets y hasta sillones para PC a una línea de pañuelos de cuello, un detalle infaltable en su atuendo durante los torneos y apariciones públicas.

Su popularidad despertó la atención de varias marcas del mundo de la tecnología como Logitech, AOC y Vodafone. Los acuerdos comerciales traspasaron el universo gamer y lo acercaron a marcas como Domino’s Pizza y Converse. La marca de championes lanzó en 2016 un modelo dedicado a Ocelote. A estos ingresos se sumaban los generados por las transmisiones en vivo en la plataforma especializada en videojuegos, Twitch, donde todavía acumula más de 230.000 seguidores.

Nace el emprendedor

Hacia fines de 2014, Rodríguez comenzó a barajar la idea de «colgar los joysticks», es decir, dejar de jugar a nivel profesional, para pasar al siguiente nivel: crear su propio equipo para competir en los principales campeonatos de videojuegos. Así lo hizo y lo bautizó Gamers 2, actualmente G2. Su «armada», como la define «Ocelote», participa con gran éxito en torneos de Call of Duty, League Of Legends, Counter-Strike, Hearthstone, Rocket League y el nuevo hit entre los fanáticos de los videojuegos, Fortnite, entre otros títulos masivos en todo el mundo.

"En mi primer evento había 12 espectadores, en el último 160 millones"

"Ocelote". Su empresa vende accesorios y gadgets para los fanáticos de los videojuegos. Foto: Difusión.
Carlos "Ocelote" Rodríguez

«Ocelote», que a sus 16 años facturaba 2.000 euros al año, se ha convertido en la cara visible de un negocio en franco ascenso que mueve en el entorno de 1 millón de euros al año.

Y va por más. La empresa G2 Esports recibió entre 2017 y 2018 varias inyecciones de capital de grado A en rondas de financiamiento por «varios millones de dólares», publicó Forbes la semana pasada. El español, en resumen, es el Rey Midas de los eSports.

A través de su página, G2 Esports vende indumentaria, accesorios, gadgets y mantiene acuerdos comerciales con diversos patrocinadores (Twitch, AOC, Logitech, NeedforSeat, Paysafecard y Aorus). A la lista se sumaría una de las marcas de ropa más prestigiosas del mundo que se encargará de vestir al equipo de G2Esports, comentó «Ocelote» al diario As.

Rodríguez está convencido del potencial del negocio, mientras va creciendo de manera «natural». «Creo que hacen falta un poco más de hechos, más números para de alguna manera ir de la mano con el hype (excitación)», consideró.

Los números hoy alientan esas expactativas. Un estudio sobre eSports de la consultora New Zoo proyecta que este sector movilizará este año US$ 906 millones, un 38% más que en 2017. A la par, los analistas auguran un incremento de las audiencias y de lo que los fanáticos gastan en este sector. Nada más lejos del game over.

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