La economía de EE.UU. dejó atrás la debilidad mostrada en la primera mitad del año con un crecimiento del 2,9% en el tercer trimestre, impulsada por el alza de las exportaciones y de la inversión en inventarios, informó el viernes el gobierno.

El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos creció más de lo esperado por los expertos y más del doble del 1,4% del trimestre anterior, según el primer cálculo divulgado por el Departamento de Comercio.

Ese crecimiento fue el mayor en dos años.

El gasto de los consumidores, verdadero motor de la economía de EE.UU., se incrementó a un ritmo anual del 2,1%, bastante inferior al 4,3% del segundo trimestre.

Buena parte del repunte del PIB en el tercer trimestre se debió a un aumento del 10% en las exportaciones, motivado por un auge temporal en los envíos de soja estadounidense asociado a una mala cosecha en Sudamérica.

En cuanto a la acumulación de inventarios por parte de las empresas, generó entre julio y septiembre una adición de 0,6 puntos porcentuales al PIB tras cinco meses consecutivos en los que había sido un lastre para el crecimiento.

Las empresas también aumentaron la inversión en estructuras como nuevas plantas u oficinas, pero el gasto en equipamiento fue débil.

Mientras, el gasto público creció un 0,5%, por las inversiones del Gobierno federal.

La aceleración del PIB en el tercer trimestre consolida los pronósticos acerca de que la Reserva Federal (Fed) anunciará en diciembre, en su última reunión de política monetaria del año, una nueva suba de tasas, actualmente entre el 0,25 y el 0,50%.

EL IMPULSO FUE DADO, MÁS QUE NADA, POR EL AUMENTO EN LAS EXPORTACIONES