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Por un puñado de páginas: clubes del lectores en plena expansión

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Club de Lectura Uy es un grupo numeroso que funciona desde 2014.

DÍA DEL LIBRO

Hay unos 40 clubes de lectura en todo el país y no dejan de surgir grupos de personas que comparten y descubren obras literarias.

Leer es abrir la puerta a otros mundos. A veces perfectamente reconocibles, otras ajenos, extraños, inquietantes. La lectura es una experiencia inolvidable, de la que no se vuelve igual. Y toda experiencia quiere ser compartida, revivida, vista desde otros ángulos. Con la lectura pasa lo mismo, al cerrar el libro un lector siente que también tiene cosas que decir.

Con esa idea nacieron los clubes de lectura. Hace unos años cuatro jóvenes aficionadas a los libros tuvieron la ocurrencia. Y la echaron a andar. Los clubes comenzaron a crecer como apasionados hongos. Jóvenes, adultos, hombres, mujeres, estudiantes, trabajadores, de casi todas las condiciones sociales comenzaron a reunirse con un propósito común: un libro por vez. Según un relevamiento reciente hay 40 en todo el país.

Los lectores se cuentan por miles y por el más poderoso de los mecanismos de reproducción “el boca-oído” se van multiplicando.

Muchos de estos grupos han nacido en forma espontánea, pero muchos otros lo han hecho gracias al entusiasmo contagiado por las cuatro lectoras que creyeron que había que hacer algo más por la lectura, convencidas de que un libro puede cambiar, para bien, una vida.

Joanna Peluffo, Agustina Aguilera y Stephanie Campi fueron quienes crearon en 2014 Club de Lectura Uy. Las tres eran muy jóvenes y lectoras empedernidas.

“Lo primero que notamos es que nosotras teníamos como una experiencia de la lectura muy importante en lo individual, conversábamos sobre libros que habíamos leído cada una de nosotras y nos dábamos cuenta de que cada una tenía como una visión diferente”, cuenta Joanna Peluffo.

Empezaron por buscar un espacio dónde reunirse para intercambiar sus comentarios, y pronto se dieron cuenta de que podían ganar más riqueza en sus lecturas con más invitados. Y así nació la idea del club.

Empezamos siendo tres y hoy somos más de 2.900 en Facebook. Actualmente nos juntamos entre 30 y 35 personas”, asegura Joanna.

Si bien los contactos habituales entre los miembros del club son a través de las redes sociales —la votación del libro del mes se hace vía Facebook, por ejemplo— la idea que dominó desde el principio fue la de los encuentros “cara a cara”.

Lo cierto es que Club de Lectura Uy pasó de ser un (numeroso) grupo de amantes de los libros a convertirse en punto de partida para varios otros grupos de las mismas características.

En una de sus primeras experiencias como promotoras de lecturas, Joanna, Agustina y Stephanie fueron llamadas por el centro MEC de Canelones. Les propusieron que “hicieran algo” con los alumnos de primero, segundo y tercero del liceo de Parque del Plata. “Nos dijeron: miren que hay de todo”, recuerda Joanna.

Y ese “de todo” implicaba, por ejemplo, chicos que provenían de hogares muy humildes en los que nunca había existido un libro. Pero el entusiasmo se contagió a velocidad vertiginosa y pronto los chicos habían armado su propio club. “Los jóvenes leen, saben lo que les gusta”, asegura Joanna luego de varias experiencias similares, sobre todo en el interior.

Ahora, con el apoyo del INJU, el Club de Lectura Uy se convirtió en un germinador de pequeños clubes. “Estamos en una etapa de maduración que no es tanto por el lado de vengan al club de lectura, sino más bien repliquen y hagan sus propios clubes de lectura”, dice Joanna.

Este grupo original continúa reuniéndose en la Casa INJU cada mes, en una rutina que ya replican varios grupos en otros puntos del país.

Lectores Maldonautas sesiona con el autor invitado Marcos Vázquez.
Lectores Maldonautas sesiona con el autor invitado Marcos Vázquez.

Los "Maldonautas"

No, no es una raza extraterrestre. Es uno de los grupos que nació del germinador de clubes que fue la propuesta de Joanna, Agustina y Stephanie luego de una visita a Maldonado.

El Club de Lectores Maldonautas comenzó a sesionar en octubre del año pasado. “Nosotras armamos una lista primero con una temática, cada mes tenemos una distinta, con la idea de variar el tipo de lectura. Por ejemplo, este mes de mayo es poesía y estamos leyendo Idea Vilariño”, cuenta Flavia Menchaca (24), una de las cuatro coordinadoras.

Se reúnen en la Biblioteca José Artigas de la capital fernandina, el último martes de cada mes. El núcleo estable de Lectores Maldonautas es de 15 personas. Sus intereses, edades y ocupaciones son de lo más variado. Pero de algún modo ese crisol convierte a la experiencia de lectura en algo nuevo.

“Leímos en enero 'La insoportable levedad del ser', de Milan Kundera, y a mí me pareció que estaba bueno pero no me generó mucho”, reconoce Flavia cuando habla de una de sus experiencias más recientes.

“Después de la reunión y de escuchar a todos y las distintas visiones, de todo lo que se debatió ese día, me di cuenta de que el libro tenía muchas cosas a las que no le había prestado atención o no había valorado”, recuerda Joanna. Y gracias a ello su visión de la obra cambió en forma radical.

“Creo que eso es lo diferente, quizás, del club. Lo de compartir con otros lo que leés y lo que sentís. Porque te das cuenta de un montón de cosas que, vistas desde la perspectiva de los demás, es como que se completa”, señala.

La posibilidad de dialogar con el autor en forma personal, más allá del diálogo que supone la lectura en sí, es otra de las actividades que los clubes tratan de desarrollar en forma sistemática. Para los “maldonautas” esta experiencia fue hace unos días con el narrador Juan Andrés Ferreira, autor de "Mil de fiebre", publicada por Random House. Una obra voluminosa y de cierta complejidad que ya comienza a crear una pequeña legión de seguidores de culto.

“Se nos ocurrió que estaba bueno invitarlo y hacerle preguntas, porque el libro nos generó un montón de cosas”, explica Flavia.

El encuentro se realizó en marzo en las instalaciones de Azotea de Haedo, abierto para todo el público. Poco antes los miembros del club tuvieron un “mano a mano” con el autor.

“Ellos la habían leído y tenían algunas preguntas quizás más puntuales sobre la trama y los personajes. Esa primera parte fue muy amena y divertida, más como esas cálidas y estimulantes reuniones entre amigos; se conversó y debatió con genuino entusiasmo”, cuenta el propio Ferreira al rememorar la reunión.

“La segunda parte, más formal, que involucró la presencia de público ajeno al club, consistió en la presentación de la novela a través de un diálogo con dos de Maldonautas”, agrega el escritor.

“Creo que fue una experiencia sumamente enriquecedora y francamente me siento muy agradecido”, concluye.

Vino de Libros, un club de amantes de la lectura y el buen vino.
Vino de Libros, un club de amantes de la lectura y el buen vino.

Tomar vino y leer

Alicia Escardó es escritora, gestora cultural y una de las responsables de la Semana Negra de Montevideo, festival literario enteramente dedicado al género policial. Alicia vivió siete años en España y volvió al país con la idea de reeditar aquí un club de lectores, una iniciativa que estaba en auge por aquellos años en el país ibérico.

“Se lo propuse al grupo, con el que editábamos la revista literaria, y les gustó la idea”, cuenta Alicia.

Junto a Magdalena Moldes se lanzaron a la búsqueda de lectores avezados y poco a poco consiguieron un grupo fuerte y apasionado.

“Nos reunimos en la casa de uno de nosotros, es una casa grande, cómoda, compramos unos vinos, unas empanaditas, la idea era pasar la gorra, digamos, y que cada uno ponga lo que quiera”, cuenta Magdalena.

Algunos encuentros son muy numerosos  y han llegado a reunir a 40 personas, sobre todo en ocasiones que contaron con invitados.

Como la copa de vino pasó a ser una parte infaltable del paisaje, el club terminó por llamarse Vino de Libros. La mecánica es muy parecida a la de los grupos nacidos bajo el paraguas de Club de Lectores Uy: se reúnen una vez al mes para debatir en torno al libro o autor que han elegido. Las coordinadoras proponen una lista de obras y las someten a votación vía correo electrónico entre los miembros.

“Y cuando llega el jueves del encuentro lo conversamos, es un compartir de sentires, de ideas, de percepciones, de gustos, sobre todo acercar autores que a veces no son fáciles de encararlos uno solo”, cuenta Magdalena.

Algo que ocurría con dos clásicos uruguayos como Felisberto Hernández y Juan Carlos Onetti. La lectura de esos autores fue enriquecida por invitados especiales, como el escritor Carlos María Domínguez, autor además de una de las mejores biografías de Onetti que se ha publicado. Este año Alicia ha organizado otros dos grupos más, uno en Montevideo y otro en Punta del Este.

La afinidad por la lectura termina por reunir a personas del más variado espectro. Esa parece ser una de las claves del éxito de los clubes que se encuentran en pleno estado de expansión.

Estos grupos tienen, además, un valor agregado. Para muchos el contacto con el libro es complicado, ya sea porque viven en sitios alejados de las capitales donde suele haber bibliotecas y librerías, o por otras razones.

“Cuando empezamos éramos un grupo de personas que queríamos hablar de libros pero siempre tuvimos la idea de compartir más, de sentir que aportamos algo a la sociedad y demostrar cómo la lectura puede cambiar la vida de las personas”, dice Joanna Peluffo.

Y, tal vez en una medida muy modesta, pero el encuentro con un puñado de páginas ha cambiado la vida de muchos. Y lo ha hecho para bien.

Participantes de la anterior edición del Librofest, en Casa Inju.
Participantes de la anterior edición del Librofest, en Casa Inju.

Vuelve el “Librofest”

La Red Nacional de Clubes de Lectura organiza una tercera edición del festival del libro. Librofest tendrá lugar el próximo sábado 1° de junio en Casa Inju (18 de Julio 1865), entre las 14.30 y las 20 horas. La agenda incluye desde un taller de lectura performática (¿Qué se necesita para leer en público?); un laboratorio creativo; una charla sobre el universo superheroico en el cómic; un taller sobre ciencia ficción y actualidad; debate sobre narrativa en videojuegos; Benedetti para niños; un taller a cargo de los Silva Bros, creadores de "Prócer Zombie", entre otras actividades.

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