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Chelsea Manning: ¿traidora o heroína?

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Chelsea Manning

NOMBRES DE DOMINGO

La exanalista de inteligencia se niega a declarar en el juicio contra Wikileaks por la mayor filtración de la historia y ello podría volver a llevarla a prisión. ¿Traidora o heroína? Con 31 años una leyenda viva.

Cobró celebridad en 2010 por filtrar miles de documentos comprometedores contra la intervención militar de Estados Unidos en Irak. Cuando su nombre ocupó titulares en todo el mundo era un joven soldado. Años más tarde, cuando el entonces presidente Barack Obama lo liberó mediante un indulto había cambiado de sexo. Hace poco fue nuevamente encarcelada, pero vuelto a dejar en libertad luego de negarse a declarar. Lo que no cabe duda es que pasará a la historia como el “topo” más famoso de la comunidad de inteligencia estadounidense. Tal vez sólo igualado por Kim Philby, el doble agente soviético que espió al legendario MI6 durante la etapa más crítica de la Guerra Fría.

Chelsea Manning (31) vive actualmente en libertad, luego de haber sido la pieza clave para las escandalosas revelaciones de la web Wikileaks, dirigida por Julian Assange actualmente encarcelado en Reino Unido luego de permanecer refugiado en la embajada de Ecuador durante ocho años. Traidor para unos, héroe para otros, Manning debió pasar por una dura prueba cuando finalmente el Ejército descubrió su responsabilidad y lo detuvo.

Esta joven analista de inteligencia se convirtió en el centro de una campaña en pro de su liberación a nivel global tan fuerte como la que tuvo al propio Assange también como sujeto de los mismos reclamos. Lo cierto es que gracias a la filtración de miles de documentos secretos y cables diplomáticos el mundo conoció los entresijos de la actuación militar de EE.UU. en Afganistán e Irak. Uno de los mayores escándalos vinculados a estas filtraciones fue la divulgación del video donde se ve cómo un helicóptero militar ataca a un grupo de civiles, entre los que se contaban dos reporteros de la agencia Reuters, en un episodio que se conoció como el “asesinato colateral”. El Pentágono había ocultado toda la información que el video dejaba en plena evidencia.

Las revelaciones, empero, tuvieron un alcance global sobre todo las de los más de 250.000 cables diplomáticos que permitían ver la intervención de Estados Unidos en delicadas coyunturas internas de países aliados, incluido Uruguay y los países de la región. Ello colocó a la Casa Blanca en una situación terriblemente incómoda.

Ahora, casi una década más tarde, Manning sigue viviendo a la sombra del acto más atrevido y riesgoso de su vida.

Identidad

Nació como Bradley Edward Manning el 13 de diciembre de 1987 y 26 años más tarde cambiaría su nombre a Chelsea Elizabeth. Es oriunda de la pequeña localidad de Crescent, en Oklahoma, un pueblo de apenas 1.281 habitatnes ubicado en la zona que se conoce como el “cinturón bíblico” de América, cuna del conservadurismo dominada por las religiones evangélicas.

Bradley Manning
Chelsea, cuando era Bradley. Foto: Getty Images.

De niño Manning no profesaba religión alguna y creció como ateo. Sus padres se divorciaron cuando él contaba con 13 años. Poco después se mudó con su madre a la ciudad de Haverfordwest (Reino Unido), ya que su madre era de origen galés.

Luego de terminar la secundaria regresó a Oklahoma. Intentó vivir con su padre, pero este terminó por echarlo de la casa. Sus amigos contaron que su manifiesta homosexualidad fue el motivo. En aquellos años sobrevivió saltando de trabajos malpagos, parando de ciudad en ciudad: Tulsa, Chicago, Potomac.

Finalmente terminó por alistarse en el Ejército. Para un joven de 20 años era una buena oportunidad para salir de la intemperie. Sin embargo, por entonces las leyes no amparaban a los homosexuales en las fuerzas armadas. Manning ya era plenamente consciente de su orientación y, de hecho, había iniciado una relación sentimental con un joven músico y estudiante de psicología.

Su carrera como soldado estuvo llena de dificultades. Pronto le tocó ir al frente y de buenas a primeras se encontró en Irak. Sus aptitudes lo llevaron a convertirse en analista de inteligencia y, de pronto, el joven Manning se vio en contacto con información extremadamente delicada.

Paralelamente había trabado relación con un joven hacker, Adrian Lamo, de origen colombiano, quien más tarde lo delataría cuando estallara el escándalo a través de Wikileaks y el Pentágono saliera a buscar cabezas. La investigación sobre el origen de las filtraciones a cargo del Departamento de Investigación Criminal del Ejército los condujo a Lamo y tras su detención este terminó delatando a Manning.

El 18 de febrero de 2010 Wikileaks publicó la primera tanda de documentos reservados que versaban sobre el mencionado episodio del helicóptero militar. La vida de Manning cambiaría para siempre.

Manning permaneció detenida en principio en un campamento militar de Kuwait. Más tarde fue trasladada a los calabozos de una base del Cuerpo de Marines en la localidad de Quantico, Virginia, donde estuvo recluida mientras comenzaba el proceso judicial en su contra. Las condiciones de reclusión fueron extremadamente duras en la prisión militar. La movilización internacional y la intervención de su abogado finalmente lograron suavizarlas.

El largo juicio terminó con una condena de 35 años. Poco antes de terminar su mandato el presidente Barack Obama la indultó por considerar “desproporcionada” su condena en relación con su delito.

Julian Assange ante la justicia

El fundador de Wikileaks, Julian Assange, se halla encarcelado en Reino Unido por violar las condiciones de su libertad condicional. Tiene pendiente la extradición a Estados Unidos, y esta semana se supo que Suecia reabrirá el caso de violación y abuso sexual del que es acusado desde 2010. Ecuador autorizará a EE.UU. a incautar computadoras y dispositivos del activista. Chelsea Manning, por su parte, puede volver a prisión en breve, si se concreta la orden de un juez de Virginia. Detenida nuevamente en marzo pasado la exanalista de inteligencia se negó a declarar en la indagatoria sobre las filtraciones de Wikileaks que tienen a Julian Assange en la mira. “No compareceré ni en este ni en otro gran juicio”, declaró Manning en la última ocasión. La exsoldada fue citada a declarar el 16 de mayo. Su abogado solicitó la prisión domiciliaria esgrimiendo problemas de salud. En cualquier caso su custodia quedará de una u otra forma a cargo del Cuerpo de Alguaciles (U.S. Marshalls). El juicio ha cobrado un nuevo impulso a partir de la detención de Julian Assange, luego que el gobierno de Ecuador le retirara la calidad de refugiado. Manning pidió disculpas por las filtraciones antes de recibir condena, y ha argumentado que su interés sólo era el de poner en debate la política exterior de su país. El gobierno aduce que puso vidas en riesgo.

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