El Carnaval avanza con sus velas desplegadas... Me vuelven a la memoria aquellos versos del tango: “no finjas más la voz, sacate el antifaz”…

El día miércoles 15 del corriente la fiscal Fossati comunicó no haber encontrado nada grave en lo denunciado por los senadores Bergara y Carrera en cuanto a haber constatado un seguimiento con la intención de que retirasen las denuncias presentadas contra el gobierno. Me vino a la memoria otro tango, aquel del “un disfrazado sin carnaval”.

Pero vayamos al grano. El caso de Astesiano, el de los pasaportes a los rusos, que venía de antes: en cuanto se destapó intervino la fiscalía, el Presidente la dejó actuar libremente, como correspondía y el señor Astesiano está en cana (para seguir con un tono tanguero). Después de eso se disparó una catarata (dosificada) de suposiciones, conjeturas, preguntas, insidias y otras yerbas referidas al contenido del celular del mencionado Astesiano. Todo con relativo fundamento y mucho pamento.

Pero lo más asombroso de todo esto es la comprobación de que hicieron entrar a todos. A toditos: al gobierno, a los legisladores de la coalición, al Partido Nacional, a los periodistas, a las tertulias radiales, a las charlas de boliche y a los letristas de las murgas. ¡Fenomenal!

El miércoles 15, según se lee en la prensa del día, la fiscal Fossati le explicó textualmente a Charles Carrera: “el hecho de que quieran averiguar información de alguien de relevancia -no es que quiera minimizar el caso sino darle tranquilidad- es algo de cada día. A mí, que soy una mera fiscal, me ha pasado todo el año. Quieren saber quiénes son mis hijos, donde vivo”. Fin de cita. Ejemplar respuesta. ¿Entendió senador?

Propongo, en virtud de estos antecedentes, que ni los gobernantes, ni los legisladores de la coalición republicana, ni el Directorio del Partido Nacional, ni ninguno de los blancos de a pie, ni nadie conteste, comente, aluda o mencione nada que proceda del celular de Astesiano. Fossati se está ocupando.

Y además propongo que, de ahora en adelante, por lo menos los blancos se dirijan a los uruguayos -no a los frentistas porque allí es inútil- y planteen cosas como, por ejemplo: ¿no les parece bien que el gobierno quiera reformar la educación que anda tan mal? ¿No les parece correcto que el gobierno quiera atender rápidamente el problema del agua potable en Montevideo, que puede faltar y nadie hizo nada hasta ahora? ¿No les parece razonable que el gobierno quiera sacarse de encima la planta de portland de ANCAP en Paysandú, que pierde millones todos los años al santo cuete, habiendo otras empresas que abastecen satisfactoriamente el mercado y encima ganan plata? ¿No le parece prudente la reforma del B.P.S. que está desfinanciado, lo que los gobiernos anteriores reconocieron pero ninguno se animó a enfrentar? ¿No le parece una chantada, teniendo en cuenta los vecinos que tenemos, que van como ratón en guampa según el dicho campero, seguir hablando de que el camino es más y mejor Mercosur?

En una palabra, propongo que nos retiremos de las polémicas “astesianosas”, que cuando vayamos a hablar elijamos el interlocutor correcto (la gente y no la oposición) y que para el tiempo de carnaval que resta frecuentemos otros tablados donde actúen otras murgas. ¿Qué les parece?