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Cabañas de pastor: un concepto de vivienda para estar cerca de la naturaleza y ser un nómade con comodidades

Dos emprendedores argentinos se radicaron en Maldonado y venden shepherd's huts, definidas por uno de ellos como "un pequeño barco con ruedas".

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Cabaña Shepherd's hut.
Foto: Instagram @bowuruguay

"No puedo convencer a nadie de que viva así. Pero yo vivo de esa manera y soy feliz. No me saca nadie de acá”, dice Martín Wilson sobre habitar en una shepherd’s hut, o cabaña de pastor, una solución habitacional que prioriza una actitud más desprendida de lo material, que ocupa menos espacio, requiere de menos recursos, y en la que el contacto con la naturaleza es parte esencial.

Wilson es argentino, descendiente de una familia inglesa y socio de Louise Rhodes, también argentina y también con antepasados ingleses. Estos dos argentinos se conocieron en Inglaterra, y cuando descubrieron que podían acompasar algunas de sus afinidades, decidieron apostar por la construcción y venta de estas cabañas en Uruguay, específicamente en Maldonado. “No tenía como proyecto de vida radicarme en Uruguay”, cuenta Wilson, “pero Louise tenía un terreno acá, entonces nos decidimos por este país”, explica y aclara que Louise y él no son una pareja, sino asociados en un proyecto comercial y profesional.

Martín Wilson y Louise Rhodes
Martín Wilson y Louise Rhodes.
Foto: Gentileza.

Puede llamar la atención que Wilson afirme que no pueda (o quiera) convencer a nadie de vivir en una cabaña de dimensiones bastante reducidas. En particular si uno sabe que él trabajó durante muchos años como publicista, donde convencer a otro de adquirir algo (un producto, un estilo de vida) es fundamental. Pero luego de muchos años en la industria de la publicidad, de vivir en Buenos Aires y trotar por el mundo (además de vivir tres años en Inglaterra, también fue habitante de Gibraltar durante varios años), parece haber encontrado, a sus 48 años, no solo su lugar en el mundo sino también la manera en la que quiere habitarlo.

—¿Qué cosas son las que te hacen feliz de vivir así?

—No necesito mucho espacio. Y a mí me encanta hacer, estar activo. Cuando vivís en un lugar de dos metros y medio por seis y pico, eso ya como que te obliga a salir, y más viviendo en lugar tan hermoso como este. A veces decís “Flaco, la verdad que estaría bueno tener más espacio’. Pero tengo mi ducha, mi WiFi para ver una película, es un lujo. Hoy todo el mundo quiere tener más, y cuanto más tenés más quieto estás. Estás en tu casa, en un sofá grande, te pedís un delivery... Y como ya dije, a mí me gusta moverme. Pero repito: no quiero quedar como un mensajero, evangelizar con esto.

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Las shepherd's huts son muy comunes en el Reino Unido, y tal vez lo lleguen a ser en Uruguay.
Foto: Gentileza.

Para Louise Rhodes, en tanto, las cabañas no son tanto un estilo de vida como para su socio, sino una posible nueva etapa de su carrera. “Soy ingeniera medioambiental, trabajé mucho tiempo en la industria minera, luego en energías renovables y en gestión de residuos. Y de ahí me fui para la conservación de la biodiversidad, que siempre fue mi verdadera pasión y vocación”.

Rhodes es hija de un desarrollador inmobiliario, y él fabricaba esas cabañas de pastores. “En Inglaterra es muy difícil construir algo, lo que sea, sin un permiso especial, llamado 'Planning permition'. Y es aun más difícil conseguir ese permiso si querés construir en el campo, en un ámbito rural. Está hiperregulado. Mi papá, que ya falleció, vendía campos en distintas partes del Reino Unido, y ahí era casi imposible construir algo. Estas cabañas eran una alternativa”, relata Rhodes.

Para ella, el concepto del shepherd’s hut también abarca un costado aventurero. “Yo lo veo como un barco pequeño sobre ruedas. Como si tuvieses la posibilidad de irte a lugares remotos y disfrutarlos in situ. Cuando mi padre le vendía un campo a alguien, ya le ofrecía una cabaña para que el dueño o dueña pudiera tener la experiencia de disfrutar de su campo. Porque construir no iba a poder”.

Rhodes cuenta que las cabañas que su propio padre usaba eran muy rústicas. Por ejemplo, no tenían agua corriente. De todas maneras, ella añade que ha habido un desarrollo significativo de las shepherd’s huts en los últimos años en Inglaterra, y hasta se ofrecen en la plataforma Airbnb.

Esa evolución sirve de ejemplo para lo que ella y su socio venden. “Las que nosotros ofrecemos se pueden conectar a la red eléctrica y a la de saneamiento. Es desenchufarse de un lugar e irse a otro”, explica. Más o menos como una casa rodante.

Otra cosa que agrega Rhodes es que las cabañas que ella y Wilson ofrecen pueden ser adaptadas a los deseos y el presupuesto de quien las compra: hay versiones básicas y de costos acotados, y otras con mayores prestaciones y también precios. “Hay quienes quieren un ambiente cerrado para su lugar de lectura, taller de arte o estudio de música”, ejemplifica.

Otros, como Martín, buscarán un lugar para vivir que no signifique tener que ocuparse del mantenimiento de grandes superficies y que permita cambiar el paisaje de tanto en tanto, cerca del pasto, el rocío matinal y los sonidos de la naturaleza.

Cuenta de Instagram del emprendimiento: @bowuruguay

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