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La larga despedida

| Regresa aunque quería dejar los escenarios grandes | Sabina cautivó en su presentación en Buenos Aires

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MATÍAS CASTRO

Joaquín Sabina es pura actitud. Esa no es una novedad, pero lo reafirmó ayer en su conferencia, cuando se presentó con su vaso de cerveza y se prendió un cigarro ante la prensa. Así volvió a Uruguay para el epílogo de su gira de despedida.

Cuando un periodista que le preguntó porqué no había compuesto aún un tema para Uruguay, Sabina se echó hacia atrás y con una sonrisa que mostraba que había llegado el momento que esperaba, sacó una hoja de su bolsillo y leyó en voz alta: "Largos años anduve ensimismado / con el tango feroz del arrabal / consciente de que un verso enamorado le debo / a la República Oriental / Decoré mi furgón de peregrino / con virutas de Emilia y hojalata /sabiendo que el destino era el camino / a la otra orilla del Río de la Plata / La Vilariño se nos fue volando / Nórdico amaneció Daniel Amaro / La murga Maldoror viene arrasando con su Pepe tan amplio y tupamaro / Por no hablar de vivitos coleando / diría que Jorge Drexler y Jaime Roos / son buen plan de vida / para andar cantando / uno más tantos, mucho más que dos / Sin porteñas ganas de malmeter / mil horas antes de que cante el gallo / tarde y mal quiero aquí comprometer mi corazón / con sístole uruguayo / Me gusta este país dulce y agreste / que ando paladeando de a poquito / No me parece mal Punta del Este / pero adoro la arena de Pocitos / Compadre de Juan Gelman como soy / cómplice de su espanto y de su pena / puestos a celebrar algo, hoy por hoy / brindemos por la nieta Macarena / Onetti, Benedetti, Galeano, Darnauchans, Zitarrosa, Mateo: / sepan ustedes que este primo hermano /le debe un chamamé a Montevideo". El aplauso de los presentes fue inevitable. Y, es probable que en su recital de esta noche en el Estadio Charrúa la repita, porque ayer por la noche reconoció que si bien no tenía música en ese momento, tal vez para hoy la tenga.

Los versos a Montevideo estaban planificados, tanto como su vaso de cerveza y su desafiante cigarro, aunque haya dicho que estaba allí esperándolo sin que él lo haya pedido. En Uruguay, con la legislación actual, nadie hace algo así, a menos que sea a pedido de una estrella, y menos en un hotel de cinco estrellas, como el que albergó la conferencia. "A veces el Estado interviene demasiado en la vida de la gente", fue su remate, cuando explicó que para él la ley española anti tabaco era más dura que la uruguaya.

Toda esa actitud, acompañada por su indumentaria y su infaltable gorro, es parte de la leyenda de su figura, que él mismo alimenta. Sin embargo, ayer se refirió a sus comienzos, a que su carrera musical nunca fue ni siquiera buscada. "Cuando me quito el bombín y termina el espectáculo no tengo nada que ver con el idiota ese del escenario", dijo. El humor fue una constante durante su breve trato con los periodistas.

"No tengo la culpa de que me pregunten cosas", dijo con referencia a la cantidad de temas sobre las que se le suele pedir opinión, y agregó: "Yo no contesto como cantante, sino como ciudadano".

Uno de los temas más calientes de la actualidad, para cualquier músico, es el avance de la piratería y los cambios en la forma de consumo de la música que se producen en todo el planeta, tanto en países desarrollados como en el Tercer Mundo.

Sabina, en este caso, mostró una postura abierta, incluso sorpresiva de parte de alguien que dice que no sabe siquiera usar Internet. "Si yo tuviera 20 años y no tuviera un mango estaría descargándome ilegalmente música", aseguró. Y, dando a entender que comprende la complejidad del problema, agregó que si bien tiene claro que mucha gente y muchas familias viven a partir de la industria musical en todas sus formas, le cuesta condenar a quien vende copias piratas de sus discos sobre una manta en plena calle.

El español ha dicho que esta será su última gira por grandes escenarios. Pero la cosa no es tan sencilla como él quisiera. En el Luna Park de Buenos Aires había dicho que cuando había dado por concluida su etapa argentina le ofrecieron una larga serie de recitales en el Luna Park. "¿Cómo carajo se niega uno?", le comentó a su público, según una crónica del diario La Nación. Su disco Vinagre y rosas, editado en 2009, ya había sido presentado en abundancia a lo largo de una gira que ya lo trajo por Uruguay. Y ahora viene por su epílogo.

La cifra

10 Son los recitales de corrido que ofreció en el Luna Park de Buenos Aires. A eso se suma un concierto en la ciudad de Córdoba.

El público a los pies de un divo de la escena

De acuerdo a la crónica del diario el primero de sus conciertos en el Luna Park incluyó unas veintiocho canciones y se extendió por algo más de tres horas. El cierre fue con toda su banda cantando a capella La canción de los buenos borrachos, casi como una humorada apoteósica a tono con el tema y, por supuesto, con lo que su público espera. El español prometió, además, cambios en sus repertorios y presentaciones para que todos los conciertos, incluido el de Uruguay, sean distintos.

La nación afirmaba que estos shows están planificados a la medida de los seguidores de Sabina, de principio a fin. De esa manera fue armado el primero de sus recitales en el Luna Park, que incluyó éxitos como 19 días y 500 noches, Y sin embargo te quiero, Una canción para la Magdalena, Princesa, Y nos dieron las diez, Contigo y La del pirata cojo, entre otras. Y ya sea "sabinófilo" o no, casi cualquier persona con algo de atención hacia lo que suena por ahí las conoce, prueba de la permanencia que tienen.

El público lo siguió en todos sus temas, como se hacía inevitable ante un repertorio así y, sobre todo, con una adhesión tan fuerte de sus seguidores argentinos. Sabina tampoco falla ni cambia a la hora de elegir su vestuario, entre elegante y estrafalario, con su típico bombí, saco oscuro, jeans y remera negra con un letrero verde que decía "La cosa está muy mala". Pero como buen divo de los escenarios, aplicó un cambio de indumentaria para el quinto tema.

Arrancó con Esta noche contigo y continuó con Virgen de la amargura, Medias negras y Tiramisú de limón (en su concierto de Rosario, Argentina, las cuatro primeras habían sido Esta noche contigo, Tiramisú de limón, Virgen de la amargura y Dieguitos y Mafaldas). A lo largo del show se sucedieron otras canciones y otros ritmos, pero no faltaron sus comentarios entre tema y tema.

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