En uno de sus numerosos artículos publicados en "El Plata", el doctor Fernando Gutiérrez, hijo de Cayetano Gutiérrez y revolucionario él mismo, hace referencia a la Reunión de Jefes del 18 de setiembre de 1904, cuando la incertidumbre aún existía después de la desaparición de Aparicio. Esta versión la obtuvo del archivo de Carmelo L. Cabrera aquel formidable constructor de puentes en medio de la revolución.

"Set. 18. Junta de Jefes para tratar el armisticio propuesto por el Jefe de la Plaza de Rivera a nombre del Presidente Batlle. Se procede a nombrar al coronel Basilio Muñoz (hijo) como Comandante en Jefe interinamente. El Jefe de Estado Mayor (Gregorio Lamas) se declara dimitido desde el momento. Se hacen grandes discursos tendientes a demostrar que todo anda mal. Se me invita (está diciendo Cabrera) a hablar y me rehúso. Al final se lee un telegrama del Directorio preguntando si el ejército aceptaría a Morosini. Se encarga al Cnel. Berro de redactar una comunicación que ha propuesto y que es que venga Morosini al ejército. En vano trato de demostrar que el Directorio pregunta una cosa que hay que contestar sí o no. Se establece que se contestaría la proposición de paz y expresando que se presentarían contraposiciones. Se nombra una Comisión compuesta por los Cnles. B. Berro y J.J. Muñoz y el Dr. Luis Alberto de Herrera encargados de redactar dichas proposiciones y someterlas a la aprobación de los Jefes con mando de fuerzas. Presentes en esta reunión, coroneles B. Muñoz, B. Berro, J.J. Muñoz, Martirena, Lamas, Saavedra, A.M. Fernández y Trías y comandantes Juan Muñoz, L. Pereira y José Francisco Saravia en representación del coronel Francisco Saravia, mayor Visillac y Dres. Quintana y L.A. de Herrera. No se labró acta ni se firmó papel alguno".

Es lo transcripto —dice el Dr. Gutiérrez— la mejor acta que pudo redactarse de la reunión del 18 de setiembre. La primera gestión de Basilio Muñoz, fue la del cese de hostilidades. Varias órdenes escritas dirigidas en Aceguá por el ya General Basilio Muñoz (h) al coronel José F. González, ilustran acerca de cómo fue cumplido el armisticio por los revolucionarios. El 21 de setiembre, fecha en que el ejército de Galarza terminó su pasaje del Río Negro, fue detenido el ejército revolucionario según la comunicación siguiente: "Sr. Cnel. D. José F. González. Por el Capitán Rospide ordené se detenga el ejército hasta nueva orden. Las Divisiones que tengan necesidad de cambiar de campo pueden hacerlo a los flancos y no hacia adelante. Haga ordenar a quien corresponda la entrega de tres burros garañones de propiedad de D. Victoriano Viera. Saluda a Ud. Basilio Muñoz hijo. Minuano, Sp. 21/904".

Una segunda orden, continúa el Dr. Gutiérrez, redactada por el Dr. Luis Alberto de Herrera, dice así: "Sr. Coronel D. José F. González. Estimado Coronel. Ayer celebramos armisticio de hecho. En consecuencia haga Ud. reconcentrar las fuerzas y establecer las guardias para evitar la salida de gente suelta. La extrema vanguardia del señor coronel Basilicio Saravia (fuerza gubernista) acaba de acampar en lo de J. del Campo y posiblemente mañana avanzará, pero esté tranquilo. Sírvase divulgar esta noticia para el caso de que se encuentren soldados y evitar choques. Saludo a Ud. Basilio Muñoz hijo. Aceguá 22 de setiembre 1904".

Siguieron a estas primeras órdenes emitidas por el Comandante en Jefe interino, general Basilio Muñoz, otras más, siempre con el fin de evitar la prosecución de acciones o batallas.

La Revolución había dado término. Quizás era tremendamente duro para aquellos soldados civilistas, pero el tiempo daría la razón. Porque a partir de 1904, con la base desde luego de 1896, 1897 y 1903 empezaría a caminar el Uruguay por la senda de las libertades públicas y luego de la Constitución del 17, llegaría la ley electoral del 25, asegurando el voto secreto con un registro de votantes perfectamente delineado. Y así es como hoy disfrutamos de esas libertades públicas sin batallas militares. Sólo el debate democrático y amplio, ejemplo de nuestra Patria.