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Más allá del Atlántico

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Por estos días se viene desarrollando el campeonato mundial de rugby en Inglaterra. Se celebra cada cuatro años, previa rueda de eliminatorias y nuestro país está allí representado por su selección celeste. Los juegos deportivos con pelota tienen una larga trayectoria en la vida de la humanidad. Y, no hay duda del papel desarrollado por Inglaterra como precursora del fútbol (football) y el rugby contemporáneos.

Por estos días se viene desarrollando el campeonato mundial de rugby en Inglaterra. Se celebra cada cuatro años, previa rueda de eliminatorias y nuestro país está allí representado por su selección celeste. Los juegos deportivos con pelota tienen una larga trayectoria en la vida de la humanidad. Y, no hay duda del papel desarrollado por Inglaterra como precursora del fútbol (football) y el rugby contemporáneos.

Durante el siglo XIX se desarrolló entre los colegios privados de Inglaterra un proceso de regulación del football, que los estudiantes practicaban en cada pueblo británico según sus propias reglas. Cuenta la tradición, de discutible veracidad, que un estudiante de Teología del Colegio de Rugby, en 1823, en vez de jugar con los pies, tomó la pelota con sus manos y la llevo hasta la meta contraria metiendo un gol. La International Rugby Board, acepta el hecho como bueno, y el nombre del estudiante, William Webb Ellis da nombre al trofeo que se entrega a los ganadores de cada Copa mundial.

El desarrollo del ferrocarril fue uniendo a los pueblos ingleses, y el deseo de alentar la competencia llevó a la institucionalidad y reglamentación tanto del fútbol como del rugby, lo que derivaría en la actual organización universal de ambos juegos.

El juego practicado en el rugby, daba relevancia al manejo de la pelota con las manos, y se regía por normas que permitían una intensa fricción física. El fútbol, propiciado por las universidades de Eton y Cambridge, se jugaba con los pies, habilidad, y menor contacto corporal.

Con la determinación de reglas propias, desde mediados del siglo XIX en adelante las dos manifestaciones de competencia sentaron bases diferentes y dieron lugar a dos órdenes separados de actividades que llegan hasta el día de hoy. Con sus respectivas instituciones internacionales y regionales.

La popularidad del fútbol entre nosotros no precisa explicaciones. No sucede lo mismo con el rugby.

El origen amateur de estas expresiones deportivas ha ido cediendo notoriamente a una actividad profesional en la que una amplia gama de personas, comenzando por los jugadores, viven y llegan a hacer fortuna en base a la práctica deportiva. En el rugby se enfrentan 15 jugadores por equipo.

La pelota se pasa con las manos siempre hacia atrás, y el quid del juego es depositar el balón ovalado -no hay una única explicación del porqué de la forma- detrás de la línea del arco adversario, lo que equivale a un try que vale cinco puntos. La pelota puede patearse en ciertas circunstancias, y si pasa por sobre el horizontal del arco adversario, entre los palos, el valor del tanto es menor. Hoy hay 116 uniones nacionales reconocidas por la International Rugby Board.

Las selecciones de regiones de ascendencia histórica inglesa y todos los países que están en el mundial (ej.: Italia y Francia) son profesionales y los jugadores se dedican exclusivamente al deporte, con posibilidades similares a las que da el fútbol. La selección uruguaya es la única amateur del actual mundial y esto es altamente valorado por todos los seguidores del torneo, que encuentran heroico al esfuerzo de nuestro equipo. Por ello, más allá de los scores, la gestión de los celestes en Inglaterra es extraordinaria y merece que sus compatriotas así lo sepamos porque prestigia nuestra imagen internacional. 

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Ricardo Reilly Salaverri

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