LA CLAVE
El barrio Casavalle se ha convertido en epicentro de una guerra de narcos. Como si Montevideo fuera alguna ciudad centroamericana, las bandas armadas se disputan zonas de la capital a punta de pistola (o algo más contundente), mientras los vecinos cierran sus puertas y apagan las luces. Doce años de gobiernos frenteamplistas con sus mayorías parlamentarias y un Ministerio del Interior donde no han escaseado recursos, han sido incapaces de encontrar soluciones a los vecinos de esas zonas.