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Reina la incertidumbre en las elecciones británicas más reñidas de las últimas décadas

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La campaña para las elecciones más imprevisibles de Gran Bretaña en las últimas décadas vivía sus últimas horas ayer con los dos principales partidos empatados en la mayoría de los sondeos, y no se esperaba que ninguno de los grupos políticos alcance una mayoría en el Parlamento de la quinta mayor economía del mundo.

Pese a cinco semanas de campaña, ni el Partido Conservador del primer ministro David Cameron y ni el opositor Partido Laborista, encabezado por Ed Miliband, tienen una ventaja clara, lo que augura un resultado poco concluyente tras los comicios del jueves.

Las elecciones ponen en juego decisiones claves para el Reino Unido por la rara confluencia de factores que podrían ser determinantes para el futuro de la nación en la Unión Europea y su estructura política doméstica. Cameron ha prometido realizar un referendo sobre si el país debería permanecer o no en la UE en caso de que continúe en el poder. Y los sondeos sugieren que los nacionalistas escoceses podrían emerger como el tercer partido más importante, pese a haber perdido un plebiscito el año pasado sobre la escisión de Escocia del Reino Unido.

"Podemos conseguir una mayoría general que entregue a Gran Bretaña un Gobierno fuerte y estable que continúe con el plan económico de largo plazo en el que está trabajando", dijo Cameron.

Miliband, en tanto, dijo en un mensaje a los votantes indecisos: "Ustedes pueden tener otros cinco años con un primer ministro que pondrá en primer lugar a los ricos y poderosos de este país. O... si yo soy electo primer ministro, tendré como prioridad al pueblo".

Hace cinco años, Gran Bretaña vio surgir su primera coalición de Gobierno desde la Segunda Guerra Mundial, cuando Cameron no consiguió la mayoría electoral y selló una alianza con el partido centrista de Clegg para gobernar juntos y repuntar la economía.

Muchos británicos piensan que se trató de un caso único.

Pero el ascenso de partidos más pequeños como el independentista Partido Nacional de Escocia y el Partido de la Independencia de Reino Unido (UKIP, por su sigla en inglés), un movimiento que rechaza la asociación con la UE, ha restado apoyo a los dos grupos políticos tradicionales.

Las urnas hablan.

Más de 45 millones de británicos son elegibles para votar hoy. Los sondeos de Opinium y TNS, publicados el miércoles, muestran que los conservadores cuentan con una ventaja de 1 punto porcentual sobre los laboristas.

Además, una encuesta de UCM/The Guardian arrojó que los dos partidos se encuentran codo a codo con un 35 por ciento de las preferencias cada uno, y que los laboristas habían ostentado un liderazgo de 3 puntos en los últimos nueve días. UKIP, que ha pasado buena parte de su campaña defendiéndose de acusaciones de racismo, se vio forzado el martes a suspender a uno de sus candidatos por amenazar de que "pondría una bala" en la cabeza de su rival conservador, un británico de origen asiático, si alguna vez se convertía en primer ministro.

Los dos hombres que podrían convertirse en primer ministro han sido objeto de burlas en ciertas etapas de campaña: Cameron por olvidar el nombre de su equipo de fútbol y Miliband por grabar sus promesas electorales en piedra, lo que generó comparaciones sarcásticas con la figura bíblica de Moisés.

No obstante, algunos políticos creen que los sondeos podrían estar errados.

Neil Kinnock, exlíder de los laboristas, cree que algunos votantes son "tímidos" al exponer sus preferencias a los encuestadores, algo que notó cuando perdió las elecciones en 1992 pese a que los sondeos le habían dado una ligera mayoría hasta el día de los comicios.

"La gente que dice a los encuestadores que no están seguros o que no votarán por los conservadores luego va a las urnas y dice: Qué diablos, me quedaré con lo que ya conozco", dijo Kinnock a la revista New Statesman.

Por su parte, algunos analistas políticos en el Reino Unido coinciden en señalar que el resultado ajustado que predicen los sondeos por estas horas complicará la gobernabilidad del país esta legislatura.

"Sería posible que se llegaran a repetir las elecciones si no hay un resultado claro, aunque hay que tener en cuenta que los partidos podrían no desear esa situación, dado que supone más gasto. Incluso algunas formaciones podrían perder escaños", explicó Benjamin Lauderdale, politólogo de la London School of Economics (LSE).

A las 18 horas de Uruguay las incógnitas podrían quedar despejadas. En caso contrario, la incertidumbre podría perdurar hasta principios de junio.

Escocesa sería la diputada más joven en 348 años.

Mhairi Black, figura ascendente de los nacionalistas escoceses del SNP (Partido Nacional de Escocia) pone la pasión de sus 20 años y su franqueza al servicio de una ambición: infligir a los laboristas su peor derrota en las elecciones. Si es elegida será la diputada más joven desde 1667. Pero debe imponerse a un peso pesado de la política británica, Douglas Alexander, el coordinador nacional de campaña de los laboristas y rival por la circunscripción de Paisley y Renfrewshire, cerca de Glasgow. "La gente me dice que están cansados de tener un diputado que no viene por aquí", dijo Black a BuzzFeed. "He vivido en Paisley toda mi vida, y estoy dispuesta a jurar que me he cruzado más con Douglas Alexander en los dos últimos meses que en los anteriores veinte años", suelta. AFP

David Cameron, un hijo de la superélite.

"A David Cameron, el primer ministro británico, lo traicionó el subconsciente durante un par de discursos electorales la semana pasada. El primer error del líder conservador consistió en recomendar a sus oyentes que se hicieran fans del West Ham United, cuando siempre había sostenido que su equipo de fútbol favorito era el Aston Villa.

El segundo fue declarar que las elecciones generales que se celebran el jueves definirían su carrera antes de rápidamente corregirse y decir que definirían al país", escribe el gran John Carlin en un perfil que publicara ayer El País de Madrid. En la nota Carlin vivisecciona al candidato conservador inglés y actual primer ministro. Con su habitual estilo sutil y acerado el periodista describe a Cameron como un hombre prisionero de la exclusiva élite británica, en un país tan estratificado como Inglaterra.

"El punto débil de Cameron como político es que en un país donde las diferencias entre las clases sociales son más marcadas que en ningún otro lugar de Europa, la población lo clasifica como un toff, un miembro de la superélite británica que hizo sus estudios en la escuela privada más exclusiva del Reino Unido, Eton College, se educó en la universidad de Oxford y se casó con una mujer cuyo padre fue un terrateniente aristocrático. Abre la boca y, aunque no cometa ningún lapsus, su acento lo traiciona", apunta Carlin. Curiosamente, según este análisis, las dos grandes pasiones de Cameron —un buen paseo y una larga comida dominical— parecen jugar en su contra.

CINCO CLAVES DE LAS ELECCIONES

Principales partidos en paridad.

Según el sumatorio de encuestas de la BBC, la situación es así: 34% del voto para los conservadores; 33% para los laboristas; 14% para UKIP; 8% para los liberales-demócratas; 5% para los Verdes; 6% para otros. La traducción a escaños, según la web May2015, sería: conservadores, 273; laboristas, 268; SNP, 56; liberales-demócratas, 28; UKIP, 2; Verdes, 1.

Cuántos escaños se necesitan.

Hay 650 diputados en la Cámara de los Comunes, de modo que la mayoría está en 326. Pero el Sinn Fein norirlandés acostumbra a no tomar posesión de sus escaños, de modo que, si obtienen cinco como en las elecciones pasadas, la mayoría parlamentaría se situaría en 323 escaños. Un número que, según las encuestas, ningún partido alcanzaría ni de lejos.

Qué ocurre si no hay mayorías.

Si ningún partido obtiene más escaños que la suma de los que logra el resto de partidos, se produce lo que se llama un "Parlamento en desacuerdo" (Hung Parliament). El Gobierno de David Cameron continuarán en sus cargos hasta que este decida presentar su dimisión a la reina. El primer ministro deberá formar nuevo gobierno.

Opciones de gobierno sin mayoría.

Una opción es un Gobierno de coalición, que ha sido el caso desde 2010. Es cuando dos o más partidos, como han hecho los conservadores y los liberales-demócratas estos cinco años, unen sus fuerzas para gobernar como una unidad. El partido pequeño obtiene algunos cargos ministeriales y se redacta un programa conjunto en base a un acuerdo.

Plazos para negociar acuerdos.

El 18 de mayo se reúne por primera vez el nuevo Parlamento. El primer ministro debe tener claro que puede formar Gobierno o, de lo contrario, dimitir y pedir a la reina que llame a Ed Miliband. Antes debe tener claro que Miliband puede formar Gobierno. El discurso de la reina será dilucidatorio y está previsto para el 27 de mayo.

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