El hijo mayor de Donald Trump puede estar en el foco de los medios por su reunión con una abogada rusa que le prometió material comprometedor sobre Hillary Clinton, pero esa revelación aumenta la presión sobre otro miembro de la familia que participó del encuentro y está en la mira de los investigadores: Jared Kushner, el influyente yerno del presidente.

Los demócratas se rebelaron, exigiendo que Kushner, de 36 años —un alto asesor del presidente con oficina en la Casa Blanca— sea despojado de su autorización de seguridad. "No parece haber ningún estándar ético en la Casa Blanca", dijo la líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. "La autorización de seguridad de Jared Kushner debe ser inmediatamente revocada", agregó.

Incluso algunos miembros del Partido Republicano no están muy seguros de que Kushner —casado con la hija mayor del presidente, Ivanka— deba permanecer en el Ala Oeste de la Casa Blanca. "Voy a arriesgarme con esto, pero diría que sería mejor para el presidente retirar a todos sus hijos de la Casa Blanca", opinó el representante de Texas Bill Flores. "No sólo Donald Trump Jr., sino Ivanka y Jared Kushner", aclaró.

La trama rusa tuvo ayer otro capítulo, al conocerse que un lobista ruso-estadounidense, ex agente soviético, participó en la reunión de junio de 2016 entre Donald Jr., Kushner, el exdirector de campaña del presidente, Paul Manafort, y la abogada rusa Natalia Veselnitskaya. Según NBC, el hombre es un ex-agente del contraespionaje soviético que obtuvo la ciudadanía norteamericana. El abogado de Donald Jr., Alan Futerfas, dijo que el hombre había asegurado que no trabajaba para el gobierno ruso.

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