El de ayer fue el último 1° de mayo con Raúl Castro al frente del gobierno de Cuba. De 85 años y con poco más de una década en el poder, Raúl Castro presidió el tradicional desfile de los trabajadores en La Habana en su uniforme de general, aunque no habló a la multitud. El mandatario cederá el mando en febrero de 2018.

Aun cuando seguirá al frente del Partido Comunista de Cuba —el único legal en la isla de 11,2 millones de habitantes—, su relevo significará, en teoría, el fin de un ciclo de casi seis décadas en que los cubanos solo conocieron dos gobernantes: Fidel y Raúl, los hermanos que triunfaron con la Revolución de 1959.

Raúl Castro deja un país con graves problemas económicos. En 2016 el PIB se contrajo 0,9% y el gobierno parece haber congelado la reforma iniciada en 2008, que ha permitido un tímido ascenso del sector privado

A los 56 años, el vicepresidente Miguel Díaz-Canel —quien acompañó este lunes a Castro en la tarima— es quien más suena para ocupar la presidencia, aunque no pocos reparan en su falta de influencia dentro de las Fuerzas Armadas.

Poco antes de comenzar el acto en La Habana, un hombre fue llevado a la fuerza por agentes de civil que lo corretearon, tras ondear una bandera de Estados Unidos, observó la AFP.

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