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Cómo meterse el estrés en el bolsillo

Las presiones pueden saturar al empleado afectando su productividad; varias empresas se sirven de especialistas para encarar el cada vez más extendido problema

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Por Gabriela Rocha

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Prender la estufa en dirección a la ventana tiene tan poco sentido como enfocarse en problemas que no se pueden resolver porque ambas situaciones llevan a una inútil pérdida de energía. Sin embargo, el segundo escenario es moneda corriente entre trabajadores a los que el estrés los supera y en consecuencia disminuyen o incluso anulan su rendimiento.

Desde el viejo y conocido parar para respirar hondo, hasta planificar, ocuparse sólo de los problemas solucionables y no dejarse avasallar por las situaciones son algunas de las pistas del "stress management" (administración o gerenciamiento del estrés) en las que las empresas avanzan para que sus empleados no pasen la barrera del estrés bueno -la "tensión creativa"- al malo.

Un 50% de los trabajadores en los países industrializados considera que su trabajo es "mentalmente demandante" según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En Uruguay, las certificaciones por incapacidad laboral temporal por enfermedades psiquiátricas son 10% del total y son las segundas más frecuentes, según el Banco de Previsión Social. Esto, sumado a la toma de conciencia de que lo que más importa en el negocio es el capital humano, llevó al surgimiento de especialistas en el problema.

Primero, personas

La fuerza determinante de lo que las personas piensan, sienten, dicen, hacen y producen es lo que el empresario y consultor Enrique Baliño -en su reciente libro No más pálidas- define como cultura organizacional y "determina el éxito o no de la empresa". En Uruguay algunas ya lo saben y empezaron a trabajar en función de eso.

Danone, L`oreal, República Afap, Abitab, Antel, UTE y Crédit son sólo algunos de los ejemplos que han optado por el coaching ontológico. El interés por la disciplina "ha crecido enormemente en cinco años", aseguró la responsable de los cursos en Uruguay, Pilar Lueches. "Buscan la humanización, que el foco esté en la persona y luego en lo que hace", agregó.

Mariano Vázquez, director de Intercoach en Argentina -que hoy participará en un seminario en Montevideo- señaló que las empresas deben ser concientes de la dimensión espiritual de los individuos ya que trabajar desde allí permite mejorar las relaciones con el cliente interno y externo; en definitiva conseguir que ese empleado al que cuesta tanto retener se sienta cómodo con lo que hace, agregó el experto.

En el Instituto de Psicología y Socioterapia también trabajan sobre el punto en sus cursos de Programación Neurolingüística, del que participan este año varios ejecutivos bancarios que buscan mejorar sus vínculos.

Cómo transformar al estrés en un aliado es el nombre de uno de los talleres y la psicóloga responsable, Diana Frumento, enfatizó en que "el estrés es saludable, es la energía que te pone en movimiento", pero "cuando la tensión es demasiada se pierde el manejo de la situación".

Para Carlos Matyszczyk, gerente general de República Afap, "la selección correcta de los pares `tarea-persona` es una tarea crítica que la empresa debe realizar" y es lo que determina que el empleado se estrese o no en sus funciones. Sin embargo, agregó que en esa definición debe haber "un desbalance para favorecer el crecimiento profesional de la persona".

El cuerpo responde

Hay firmas más propensas a que sus empleados vivan situaciones estresantes, como los call centers, las financieras o las vinculadas con ventas, pero la realidad afecta a todos los rubros y verticalmente a todas las personas.

Puede favorecerla las culturas super competitivas, la falta de apoyo de colegas y superiores, si la persona tiene demasiado trabajo (o muy poco) o cuando no tienen claro en qué consiste su tarea.

Las respuestas en el individuo son de diversa índole, según la OMS: fisiológicas (aumento del ritmo cardíaco o la presión), emocionales (nervios, irritación), cognitivas (reducción en la atención, falta de memoria), y conductuales (agresividad, conductas impulsivas). Pueden surgir patologías graves y crónicas, como el burnout (o síndrome del quemado), que requiere tratamientos complejos.

Sin embargo, los problemas no son sólo personales, sino que el desempeño corporativo también se ve afectado debido a los costos asociados al ausentismo y rotación de personal, que conlleva a tener que sustituir a los que vienen y adiestrar a los nuevos; y las quejas de los clientes se multiplican.

Cómo manejarse

Si su empresa no es de las vanguardistas que ha contratado especialistas para el manejo de estas situaciones, no desespere, porque puede tener en cuenta algunos tips y ya no ser presa de las presiones. Vázquez recomienda planificar, saber decir que no y enfocarse en el ahora: "Preguntarme cada tanto cómo me siento, cómo estoy, para ver cómo me está afectando a mí y a mi entorno lo que estoy haciendo".

Baliño, en su libro, asegura que para los ejecutivos exitosos solo hay dos tipos de problemas: los resolubles (R) y los manejables (M); la dedicación de tiempo y energía a los M no deja tiempo ni energía para los R. "Es por eso que la gente dedica tan poco tiempo a ocuparse de lo que tiene que ocuparse, a hablar de temas que no puede `arreglar`. No es sólo un tema de tiempo, sino de energía", dice.

Por su parte, Frumento exhorta a poner imaginariamente los problemas fuera del cuerpo, porque el estrés lo que hace es recibir la tensión del problema. En ese sentido, puede ser útil pensar en una capa alrededor de uno que no permite que las situaciones entren. También sirve separar a las personas del comportamiento, lo que permite comunicarse más fluidamente, ya que es diferente soltar un: "sos insportable", a un: "este comportamiento que tenés es insoportable".

"El mundo es lo que uno piensa que es", "no existen límites", "la energía fluye a donde va la atención", "ahora es el momento del poder", son algunos de los principios de la filosofía del Huna, que tiene su origen hace 35.000 años en la Polinesia. Frumento se valió de este ejemplo para mostrar cómo si bien estos temas parecen producto de la velocidad con que se vive hoy, hace mucho tiempo ya hablaban del stress management. Claro, con otro nombre.

Las palabras "construyen mundos"

En el manejo del estrés y la relación con los demás en el trabajo, una de las herramientas clave es elegir las palabras justas para comunicarse. Enrique Baliño, en su libro No más pálidas, dice que "las palabras construyen mundos" y que "contagiamos y somos contagiados; con nuestras palabras y con nuestras acciones colaboramos a crear una cultura del éxito". Propone un ejercicio: entablar una conversación tratando de evitar las palabras "no" y "pero" sustituyéndolas por "sí" e "y". "Hay que trabajar para eliminarlas, porque destruyen", dice el experto.

El argentino Mariano Vázquez, director de Intercoach, aconseja prestar atención en si el lenguaje que se utiliza "abre o cierra posibilidades". "¿Me digo a mí mismo que soy una persona incompetente, que no sirvo para esto?". Si es así, el especialista sugiere tener cuidado, "porque esta profecía se puede autocumplir".

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