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Institución bancaria japonesa pionera en negocios ambientales en Brasil

| En Uruguay podrían financiarse proyectos de desarrollo limpio para la generación de energía eléctrica a partir de recursos renovables

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En 2005 el Banco Sumitomo Mitsui Brasileiro S.A. (BSMB) comenzó a proporcionar información al mercado nipón sobre eventuales proyectos en Brasil para reducir la emisión de gases de efecto invernadero con el propósito de contribuir al cumplimiento del objetivo del Protocolo de Kioto y también para apoyar el desarrollo sustentable de los países latinoamericanos. Dos años más tarde, la subsidiaria de Sumitomo Mitsui Banking Corp. negoció la venta a una empresa japonesa de casi 1,5 millones de toneladas de CO2, resultantes de la suma de diez proyectos brasileños de pequeño y mediano tamaño, que calificaban bajo el mecanismo de desarrollo limpio, dijo Hajime Uchida, gerente general del Departamento de Medio Ambiente del BSMB, con sede en San Pablo. A continuación un resumen de la entrevista con el pionero de la corriente exportadora de bonos de carbono de América Latina a Japón, que hoy llega a casi cuatro millones de toneladas.

-¿Cómo participa BSMB en la venta de "bonos de carbono" a empresas japonesas?

-El BSMB sólo actúa como intermediario en la comercialización de certificados de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos por diversos proyectos de desarrollo limpio en Brasil y en el resto de América Latina. Dichos certificados, comúnmente llamados "bonos de carbono", acreditados por la Convención Marco sobre el Cambio Climático de la ONU, son admitidos por el Protocolo de Kioto para disminuir en un 6% las emisiones de los GEI en 2012 comparadas con los niveles de 1990. Para alcanzar esa meta, las naciones industrializadas, salvo Estados Unidos que no adhirió al acuerdo internacional, están financiando proyectos de abatimiento de estos gases en países emergentes, acreditando tales reducciones y considerándolas como si hubiesen sido hechas en su territorio.

-¿Cuáles son los fundamentos básicos de esos bonos de carbono?

-El sistema beneficia a las empresas que no producen GEI o disminuyen su emisión, haciendo pagar a las que emiten más de lo permitido. La reducción de esas emisiones se mide en toneladas equivalentes de dióxido de carbono (CO2) y se traduce en certificados de emisiones reducidas (CER). Un CER equivale a una tonelada de CO2 que se deja de lanzar a la atmósfera y puede ser vendido con un precio establecido en el mercado de carbono a países industrializados. Los tipos de proyectos que pueden aplicar a una certificación son, por ejemplo, los destinados a la generación de energía renovable, el mejoramiento de eficiencia energética, la forestación, etc.

-¿Están las empresas japonesas interesadas en comprar esos certificados actualmente?

-Sí. Como la economía japonesa se ha reactivado en los últimos tiempos, las emisiones de GEI, en vez de haber descendido como está previsto en el Protocolo de Kioto, han aumentado en casi un 7%. Para poder cumplir con la meta fijada para 2012, Japón deberá reducir sus niveles de emisiones en 13%, es decir compensar el déficit actual (7%) y llegar al objetivo de un abatimiento de 6%, en un plazo de dos años. Aunque se están aplicando tecnologías cada vez más avanzadas que no emiten GEI y se está disminuyendo el uso de combustibles fósiles, los ahorros por esa vía no serán suficientes.

-¿Cómo podría Japón cumplir con ese objetivo en 2012?

-Los japoneses están recurriendo a los tres mecanismos de flexibilidad previstos en el Protocolo de Kioto: i) el comercio internacional de emisiones, que habilita a los 37 países industrializados a vender a otro de la misma categoría sus cuotas de emisiones de CO2 en caso de tener emitir volúmenes menores al tope permitido; ii) la implementación de proyectos conjuntos para promover iniciativas climáticas y de desarrollo sostenible en países avanzados, que generan créditos de CO2 proporcionales a la reducción de GEI conseguida; iii) el mecanismo para un desarrollo limpio apunta a proyectos concretos que se llevan a cabo en países sin obligaciones de reducción de los GEI en el Protocolo de Kioto, permitiéndoles vender certificados de emisiones reducidas (CER). Hoy el BSMB está abocado a la intermediación de esos "bonos de carbono" resultantes de proyectos de desarrollo limpio originarios de América Latina con empresas japonesas.

Montos de CO2

-¿Cuánto se paga por cada tonelada de GEI que se negocia en el mercado del carbono?

-El precio unitario depende del vencimiento de cada proyecto de desarrollo limpio. Los CER se cotizan en el European Carbon Exchange Market con sede en Londres y, últimamente, ha surgido el mercado Blue Next de París. Su valor actual es de unos 12,50 euros por tonelada ya emitida. Cuando se trata de un proyecto que está en sus etapas iniciales, se descuenta del precio de la tonelada de CO2 todo el riesgo que implica su desarrollo hasta que sea acreditado oficialmente por la Convención Marco sobre el Cambio Climático de la ONU.

-¿Cuántas toneladas de CO2 han sumado las transacciones del BSMB en Latinoamérica?

-Hasta ahora se han cerrado contratos de venta por casi cuatro millones de toneladas solamente en Brasil, siendo esa cifra la más alta en operaciones con bonos de carbono a Japón desde esta región.

-¿Es difícil colocar bonos de carbono latinoamericanos?

-La mayor dificultad radica en que los proyectos de desarrollo limpio en Latinoamérica son muy pequeños si se los compara con los que se ofrecen en India y China. Hay que juntar diez o quince proyectos de este tipo en Brasil para completar la demanda de un comprador japonés. Eso implica mayores costos porque el comprador tiene gastos de consultoría para verificar la veracidad de las cifras de reducción de emisiones de CO2 que proporciona cada vendedor y de trámites administrativos por cada contrato que se firma.

Uruguay

-¿Se han registrado ventas de CER vinculados con proyectos en Uruguay a empresas japonesas?

-Hasta ahora no conozco ninguna transacción de ese tipo en este país con destino a Japón. Sin embargo, es de nuestro mayor interés desarrollar la operativa de CER entre ambos países. Como ya existe un antecedente muy positivo como fue en 2007 la emisión de Bonos Samurai de deuda pública uruguaya por el Sumitomo Mitsui Banking Corp., se ha creado un sólido vínculo entre Japón y Uruguay a pesar de estar situados en las antípodas. Seguramente, los puntos de vista comunes de sus gobiernos respecto a la protección ambiental del planeta contribuirán a que se desarrollen las transacciones de dichos certificados, así como la cooperación en materia de transferencia de tecnología para reducir las emisiones de CO2 y el financiamiento japonés de proyectos de desarrollo limpio en Uruguay.

-¿Qué tipos de proyectos de desarrollo limpio podría financiar el BSMB en Uruguay?

-Cualquier proyecto de ese tipo tendrá prioridad para ser financiado por el Sumitomo Mitsui Banking Corp. y su subsidiaria brasileña en tanto se lleve a cabo con equipos japoneses o fabricados en un tercer país pero con tecnología ambiental nipona, permita la emisión de bonos de carbono y se comercialicen en Japón. En Uruguay, podrían implementarse proyectos de desarrollo limpio para la generación de energía eléctrica a partir de granjas eólicas y de plantas de biomasa alimentadas con cáscara de arroz, madera, etc.

-El gobierno uruguayo aprobó un decreto en septiembre que habilita a UTE a contratar hasta 150 MW de energía eólica. ¿En qué medida le interesaría al BSMB financiar algún proyecto de ese tipo?

-Nuestra institución está enterada de esa licitación. Por ese motivo, estamos en conversaciones con diferentes empresas uruguayas para financiar los proyectos que resulten ganadores de ese llamado si aplican equipos generadores de energía eólica con tecnología japonesa.

En ese sentido, Mitsubishi Heavy Industry dispone de turbinas eólicas de gran porte, que podrían instalarse en cualquier lugar donde el viento sople con una fuerza de 8 metros por segundo siempre y cuando las rutas permitan el acceso de equipos de enorme tamaño ya que las torres de ese equipo miden más de 100 metros de altura. Para proyectos de mediana envergadura, la empresa Komai Tekko ofrece turbinas de 300 KW que son más fáciles de instalar pues requieren de una grúa de 10 toneladas. En las áreas urbanas cercanas a la costa, donde los vientos tengan una intensidad mínima de 3 metros por segundo, Sinfonia Technology cuenta con equipos pequeños para atender la demanda residencial de energía limpia .

Se creó BSMB Carbon Consult para asistir proyectos de desarrollo limpio

-¿Tenían mucha demanda los "bonos de carbono" hace cinco años cuando el Banco Sumitomo Mitsui Brasileiro (BSMB) empezó a ofrecerlos en Japón?

-No. En realidad, era un negocio totalmente nuevo para cualquier banco japonés en aquella época. Sin embargo, el BSMB se comprometió con la iniciativa de apoyar el desarrollo sustentable de los países latinoamericanos mediante la intermediación de certificados de reducción de gases de efecto invernadero (GEI) en 2005. Y, luego de dos años de ingentes esfuerzos de parte nuestra, se cumplió exitosamente la primera transacción, sin precedentes, desde Brasil a una empresa energética japonesa. Se negociaron casi 1,5 millones de toneladas de CO2, resultantes de la suma de diez proyectos brasileños de pequeño y mediano tamaño, que calificaban bajo el mecanismo de desarrollo limpio ya que se basaban en la generación de energía a partir de bagazo de caña de azúcar (N.del R.: material fibroso residual luego de extraído el jugo de la caña), recursos hídricos y biomasa (madera, cáscara de arroz, etc.).

Esta transacción fue seleccionada como una de las cinco mejores operaciones bancarias de 2007 por el diario Financial Times y el Banco Mundial, siendo distinguida con el segundo premio de Banca Sostenible 2007. Desde entonces, se considera al Sumitomo Mitsui Banking Corp. y su subsidiaria brasileña como la institución bancaria japonesa más avanzada desde el punto de vista del desarrollo de negocios ambientales.

A partir de esa operación pionera en Brasil, varias empresas japonesas comenzaron a demandar "bonos de carbono" bajo estricta reserva porque ninguna compañía desea aparecer públicamente como contaminadora del ambiente.

En 2008 se creó BSMB Carbon Consult (BCC), una unidad de consultoría para asistir al desarrollo de proyectos de desarrollo limpio en América Latina. Actualmente, se encarga de realizar la gestión para que los emprendimientos de desarrollo limpio sean autorizados a comercializar certificados de reducción de GEI.

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