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China consolida influencia en la región

Realidad. Es actor clave en el comercio y desarrolla estrategia como protagonista político

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China consolida su influencia en América Latina, desde el intercambio comercial hasta el ámbito político. Los analistas destacan la importancia que la región sea capaz de articular ante Beijing una relación como bloque, más allá de vínculos bilaterales.

Cuando en agosto pasado los ministros de Relaciones Exteriores de la "troika" de la Celac -Venezuela, Chile y Cuba- realizaron su gira por Asia, China ocupó un lugar destacado. La idea surgió luego que el Premier chino, Wen Jiabao, hiciera un llamado a una alianza entre América Latina y su país durante su visita a Santiago, en junio. Y ante esa propuesta, todas las diferencias políticas, económicas y demográficas quedaron de lado.

Hoy América Latina ve a China como un actor clave en términos comerciales y por eso está apostando a estrechar sus lazos con este gigante asiático. Por ejemplo, es el principal socio comercial de Perú, y el segundo de México, Colombia y Uruguay. Brasil hoy le vende más productos de los que le compra -lo que le permite una balanza comercial positiva- y México incluso podría convertirse en un serio competidor, considerando la tendencia al encarecimiento de la mano de obra china

"En 2017 China desplazará a la Unión Europea como socio comercial (de América Latina) y ya lo hizo como principal importador, aunque concentrando su relación con Brasil, Chile y Perú", afirmó recientemente Osvaldo Rosales, director de la División de Comercio Internacional e Integración de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

Siendo la segunda economía más grande del mundo, China se ha vuelto un actor clave en lo comercial y un protagonista en ascenso en lo político.

MERCADO ATRACTIVO. En medio de la crisis que todavía afecta a Europa y Estados Unidos, Latinoamérica -a diferencia de otras épocas- parece estar enfrentando esta amenaza económica con bastante solidez. El responsable manejo macroeconómico de muchos gobiernos explica en parte esta situación. Pero también el hecho de que China ha mantenido su alta demanda de materias primas latinoamericanas.

"La presencia económica de China en América Latina es creciente. En una década, se ha convertido para muchos países de la región en el primer socio comercial, o en uno de los 2 o 3 socios principales", explica Manfred Wilhelmy, profesor del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile, especialista en temas asiáticos.

"Obviamente, el principal interés comercial chino es abastecerse de commodities: cobre, hierro, soya, petróleo. Y el segundo objetivo de ese país es abrir mercados para sus exportaciones industriales; primero de manufacturas simples de consumo masivo y luego de productos con mayor valor agregado", agrega.

En ese sentido, los desafíos son mutuos, ya que tanto China como América Latina enfrentan el reto de consolidarse por dentro de una economía globalizada y competitiva.

"En esta red global de comercio se comparten las ganancias a nivel mundial, pero no en forma equitativa", afirma Ning Wang, profesor de la escuela de Gobierno, Política y Estudios Globales de la Universidad de Arizona.

"Para los trabajadores en China y América Latina, la clave para obtener más de la globalización económica, es la educación. En el largo plazo, la capacidad de absorber nuevas tecnologías e innovaciones es lo que determinará la forma de hacer comercio", agrega Wang, quien también es coautor del libro "How China became capitalist".

DESAFÍO URGENTE. Sin embargo, la economía no es el único aspecto en el que China marca presencia en Latinoamérica. Paulatinamente los países de la región han ido aprendiendo cómo relacionarse con esta potencia mundial. Por ejemplo, cerrando filas con Beijing en temas como el Tíbet o Taiwán, y evitando cuestionamientos al régimen político chino.

"Por el momento, más que una influencia política china comparable a la que Washington o Bruselas puedan ejercer, hay una presencia altamente estratégica", afirma Augusto Soto, director del Dialogue with China Project (Barcelona) y miembro del Global Experts de la ONU.

"Estructuralmente se evidencia en las relaciones político-diplomáticas, entre partidos, parlamentos, FF.AA. e inteligencia, y a nivel de organizaciones multilaterales latinoamericanas, además en APEC", afirma.

En este contexto, Latinoamérica ha optado por relaciones bilaterales, lejos de una estrategia regional más articulada ante Beijing. Por ejemplo, en 2008 China publicó su Libro Blanco sobre América Latina, pero hasta ahora no existe una respuesta equivalente latinoamericana.

"China es un titán que en cuatro años más será la primera economía del mundo, con un acrecentado peso político y una inteligencia estratégica refinada", advierte Augusto Soto. "El peligro es que si no se reacciona, el continente sea conducido en el futuro por una hoja de ruta, además de asimétrica, muy marcada desde Beijing".

China ha desembarcado en nuestra región, pero el futuro de la relación no solo depende de Beijing. Ahora es el turno de que América inicie la "conquista" de China con sus productos, pero también con su inteligencia.

Las cifras

259

mil millones de dólares es el tamaño de la economía de Cataluña. Este es el equivalente a la economía de todo Portugal.

16

por ciento de la población española pertenece a Cataluña, por lo que un desarraigo tendría un gran peso para el país.

Advierten los riesgos y desafíos al desarrollo; sigue política económica

BEIJING. Una conferencia anual que contribuye a definir la política económica en China terminó con una larga declaración del gobierno para advertir las dificultades de la economía global, así como de la capacidad excedente de la industria y los riesgos del sector financiero en ese país. Un resumen de las actrividad que fue difundido por la agencia noticiosa oficial Xinhua, sugirió que habrá pocos cambios a la política económica. La Conferencia Económica Central de Trabajo, a la que asistieron los siete miembros del Comtié Permanente del Politburó, junto con el primer ministro Wen Jiabao, concluyó, según el panorama difundido por Xinhua, que si bien China tiene muchas oportunidades económicas, igual "debemos reconocer con sobriedad que que todavía hay muchos riesgos y desafíos que enfrenta nuestro desarrollo nacional. Problemas con desequilibrio, mala coordinación y falta de sustentabilidad se mantienen de manera pronunciada".

Hubo un llamado al sector agrícola para que presente atención a mantener un suministro apropiado de alimentos para la población y apoyó la continuación de la urbanización, un tema favorito del próximo primer ministro, Li Keqiang. "La urbanización es una tarea histórica de la modernización del país y también plantea el mayor potencial para la expansión del consumo interno", indicó la declaración.

Llamó a continuar las reformas industriales para abordar el problema de la capacidad excedente. No quedó en claro lo que se hará para encarar los riesgos del sector financiero, pero un jerarca del gobierno dijo que los líderes de China están ansiosos de avanzar hacia un sistema de seguros para depósitos bancarios.

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THE NEW YORK TIMES

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