Publicidad

Rebeldes imponen justicia islámica en Siria

Compartir esta noticia
 20120911 Siria,rebeldes,justicia, 800x530
AFP

En la ciudad de Al Bab, en manos de los rebeldes sirios, los tribunales del régimen laico del presidente Bashar al Asad han sido reemplazados por un tribunal islámico, en el que el juez Mahmud Aqid recibe a los demandantes.

Abdalá, un inquilino de 54 años, es el primero en ser atendido. La puerta de su casa fue volada por un obús. El propietario no la reparó y ahora le reclama el pago de cuatro meses de alquiler atrasado.

"Aunque me mate, no me moveré de casa", jura Abdalá, vestido con una larga toga tradicional y que luce una imponente barba.

El juez Aqid, de 30 años, trata de evaluar rápidamente la suma que el inquilino puede aportar y la compara al precio de una nueva puerta. Ahí se inicia la larga búsqueda de un compromiso justo.

"Por la mañana, escucho a los demandantes y por la noche nos reunimos para examinar los casos", explica el hombre que forma parte de un Comité jurídico electo de 13 jueces y dos abogados experimentados en ley islámica.

Los insurgentes de Al Bab, a 30 km de Alepo, teatro de combates entre soldados y rebeldes, echaron a las tropas del régimen de Asad al cabo de una dura batalla a finales de julio.

Respeto de la ley para los rebeldes

En el primer mes de libertad, esta ciudad, de 80.000 habitantes antes del conflicto, eligió un Consejo Civil, un Consejo militar y un tribunal islámico "para gestionar los casos hasta que pase el caos", explica el jefe del Consejo Civil, el ingeniero Abu Omar, de 52 años.

Detalla que "el tribunal ha sido bien acogido porque en Al Bab, todo el mundo es sunita", lo cual no es el caso en toda Siria, dirigida por un presidente alauita -una rama del chiismo- y en la que cohabitan numerosas confesiones.

Además de los desacuerdos sobre la vida cotidiana, el tribunal también tiene como misión hacer respetar la ley a los combatientes rebeldes.

Es de hecho el objeto de la segunda audiencia del día: la de un insurgente juzgado por insultos y por falta de respeto cuando trataba de imponer el orden en una cola formada ante una panadería.

Según Fawzi Sayeh, a la cabeza del Comité Jurídico, una decena de casos serán tratados a diario.

"Antes, los tribunales eran corruptos y los juicios se determinaban por la suma que cada uno estaba dispuesto a desembolsar", dice.

El antiguo tribunal de Al Bab contaba con ocho jueces que se basaban en una legislación heredada de la época del mandato francés en Siria.

Solo uno de ellos estaba especializado en derecho islámico, afirma el juez Aqid, y no gestionaba más que las cuestiones matrimoniales y de guardia de los niños.

El tribunal islámico dispone ahora de competencias mucho más amplias.

AFP

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad