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El Sunca y la Untmra pusieron las barbas en remojo. Saben que en 2013 perderán puestos de trabajo por la crisis mundial y piden que el gobierno invierta en obra pública y vivienda social. Ayer se movilizaron juntos por segunda vez en el año.

Los sindicatos de la construcción (Sunca) y del metal (Untmra) pararon en la mañana de ayer para movilizarse frente al Palacio Legislativo. En el Sunca ya prevén una caída del empleo en el sector para el segundo semestre de 2013, según confirmó a El País el presidente del sindicato, Faustino Rodríguez.

Reclaman que el gobierno concrete inversiones en vivienda e infraestructura para cubrir problemas en el sector derivados de un enlentecimiento en la llegada de capitales y el congelamiento de obras producto de las trabas que puso Argentina para la salida de dólares.

"Pensamos que en el segundo semestre del año que viene se puede producir una situación difícil que afecte el empleo en el sector privado. La inversión pública nos puede salvar, en el país faltan más de 70 mil viviendas", dijo Rodríguez.

La movilización encuentra a los dos sindicatos en medio de una situación compleja. El sector de la construcción se mantiene trabajosamente en su récord histórico de afiliados a la previsión social (unos 65 mil inscriptos) pero con amenazas por efecto de la crisis mundial.

Por su parte, el sector metalúrgico padece una continua caída en la mano de obra tras la huelga de octubre de 2011.

En aquel momento llegaba a 10.000 trabajadores. Los dirigentes empresariales de la Cámara Metalúrgica (CM) sostienen que tras aquella medida se perdió, por lo menos, el 10% de los puestos laborales del sector por efecto de las consecuencias de aquella huelga.

Mientras tanto, el Sunca considera que la movilización en Maldonado y Colonia fue "importante". La plaza de Conchillas fue el escenario del acto sindical de la planta de Montes del Plata. Una fuente policial confirmó a El País que al comenzar el paro una "turba" de trabajadores pasó por debajo de los andamios sobre los que trabajaban operarios alemanes.

Los sindicalizados invitaron a los extranjeros a sumarse al acto pero los alemanes no los entendieron. Como respuesta, la "turba" sacudió los andamios poniendo en riesgo a los trabajadores extranjeros que no entendían lo que sucedía.

Finalmente, los obreros sindicalizados dejaron en paz a los alemanes y se fueron al acto. La Policía se presentó más tarde y anunció que tomará "precauciones" en la próxima movilización del Sunca. En Maldonado se movilizaron 1.500 trabajadores. En la zona hay más de 11 mil obreros trabajando en la construcción, unos 300 ya están en el seguro de desempleo.

El telón de fondo de la movilización sigue siendo la fusión de los dos mayores sindicatos obreros en la Federación de la Industria, un proyecto sindical, planificado por los dirigentes comunistas que controlan ambos sindicatos. En la movilización de ayer sumaron al sindicato de la madera (Soima).

AZAFATAS. Eran las 10.30 de la mañana y el frío se hacía sentir en la entrada al Palacio Legislativo. Decenas de azafatas y funcionarios de Pluna hacían cola para entrar a las barras del Senado donde se estaba tratando el cierre de la empresa.

"Nunca hubo tantas mujeres lindas en el Parlamento", dijo un funcionario del legislativo.

Las jóvenes azafatas, vestidas con la elegancia propia de su profesión y luciendo anteojos oscuros, portaban banderas de Pluna.

De pronto varias decenas de obreros vestidos con mamelucos anaranjados y portando pancartas cruzaron la calle y se plegaron a la manifestación de Pluna.

A esa hora comenzaron a llegar frente al palacio camiones y ómnibus con los obreros de los sindicatos de la construcción, el metal y la madera.

El encuentro duró unos minutos y no hubo muchas palabras. "¡Aguante Pluna, vamos Pluna!", gritaron los obreros. Los trabajadores tiraron petardos, cantaron un poco y rápidamente volvieron a concentrarse frente al escenario que habían montado a una cuadra del palacio. Las azafatas sonrieron con timidez mientras miraban de reojo a los obreros que se retiraban al acto sindical.

En el primer semestre del año 2012 la conflictividad laboral fue un 70% más alta que en igual período del año anterior y también fue superior a la registrada en el 2010. Sin embargo fue menor que la registrada en los primeros semestres de 2006 a 2009. Entre el 1° de enero y el 30 de junio de 2012 se registraron 64 conflictos, todos implicaron paros a nivel de empresa o rama ya que no hubo ningún paro general. En cuanto a las medidas hubo 11 ocupaciones las que representaron el 17% de los conflictos, cifra relativamente promedio. Por estos conflictos se perdieron 338.750 jornadas laborales.