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Hace cuatro días que un grupo de beduinos fuertemente armados asedia la Base Norte de la misión de paz de la península del Sinaí en la que hay 35 soldados uruguayos. La Cancillería busca una salida negociada con Israel, EE.UU. y Egipto.

Con agua, alimentos y municiones para "algunas semanas" los soldados de la Fuerza Multinacional de Observadores en el Sinaí (MFO) permanecen rodeados desde el sábado 10 por tropas beduinas que reclaman a Egipto la liberación de cuatro prisioneros acusados de varios atentados y que podrían ser condenados a muerte.

Los beduinos son habitantes nómades del desierto. Algunas tribus no responden a ningún gobierno y se dedican al tráfico ilegal entre Egipto e Israel. Se movilizan en camellos pero tienen un gran poderío económico y militar.

Hasta la caída del expresidente egipcio Hosni Mubarak eran controlados por el Ejército de ese país que debió replegar parte de sus tropas a El Cairo como consecuencia de los alzamientos populares.

El ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, el canciller, Luis Almagro, y el comandante del Ejército, Pedro Aguerre, anunciaron que se está negociando al más alto nivel para destrabar la situación.

En la base rodeada, que tiene las entradas y salidas cortadas por beduinos que queman cubiertas en los caminos, hay aproximadamente 300 soldados de Estados Unidos, 80 de Colombia y 35 de Uruguay. Los beduinos ya hicieron siete brechas en el predio que controlan las tropas extranjeras.

"Las fuerzas militares fueron bloqueadas y la situación actual es complicada, aunque no de un inminente enfrentamiento", afirmó ayer el comandante del Ejército uruguayo, la única fuerza nacional con efectivos en aquella zona.

Las tropas beduinas tienen un alto poder de fuego. Manejan equipamiento moderno y en particular los temidos RPG7, unos lanzacohetes de tecnología rusa con potencia suficiente para derribar un helicóptero o un vehículo terrestre pesado.

El general insistió en que el objetivo de los militares es permanecer en la base que hasta ayer estaba rodeada por los beduinos. "Esa es nuestra misión y la cumpliremos. La primera reacción de los militares, ante una situación de conflicto, no es retirarnos. Una vez que Relaciones Exteriores nos diga qué tenemos que hacer, evacuaremos o no", afirmó.

CUSTODIA. De la misión en el Sinaí participan 58 soldados uruguayos (5 mujeres y 53 hombres) que desde 1982 se desempeñan en los batallones de transporte y de ingenieros. Según Aguerre hasta ayer había 37 uruguayos en la base norte, localizada en El Gorah, cerca del mar Mediterráneo, pero dos de ellos fueron trasladados en helicóptero al sur.

La misión está encargada de custodiar un corredor de 600 kilómetros en la frontera entre Israel y Egipto. Su presencia es producto del acuerdo de paz firmado en 1979 por los presidentes Menachem Begin (Israel), Jimmy Carter (EE.UU.) y Anwar el-Sadat (Egipto), en Camp David (residencia presidencial de verano de EE.UU.)

En 1967 se había producido la llamada Guerra de los Seis Días, cuando Israel capturó a Egipto los territorios de Sinaí. Tras el pacto de Camp David la zona volvió a manos egipcias y una fuerza multinacional se hi-zo cargo del corredor que separa el territorio egipcio de Israel.

El canciller Almagro aseguró que hasta ayer Egipto, Israel y Estados Unidos habían resuelto manejar con reserva la crisis con el propósito de evitar riesgos a los militares uruguayos.

No obstante, dieron a conocer el asunto porque les preocupa "la seguridad" de todo el contingente del Sinaí. La tensión llegó a un punto en que Uruguay ya no está dispuesto a poner en riesgo a sus soldados por lo que continuará el diálogo político para salir de la crisis lo antes posible, afirmó Almagro en conferencia de prensa.

El embajador uruguayo en Egipto, Agustín Espinoza, fue instruido para hacer gestiones ante el gobierno de ese país para dar garantías a las tropas. Almagro recibió ayer al encargado de negocios de EE.UU. en Uruguay para analizar el caso.

La responsabilidad final por las tropas no es de Naciones Unidas sino de los países que crearon la MFO (Egipto, Israel y Estados Unidos), aclaró el canciller uruguayo. Los tres países entraron en contacto con la Cancillería y se acordó mantener abierto el diálogo sobre el conflicto en Sinaí.

Almagro afirmó que él mismo se puso en contacto con el teniente coronel Pablo Caubarrere que está a cargo de la misión en Sinaí. Los efectivos uruguayos están dedicados en estas horas a realizar algunos patrullajes, darle seguridad a los depósitos de combustible y a los medios de transporte.

Fernández Huidobro consignó que planteará el tema en el Consejo de Defensa de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) para conseguir "más respaldo diplomático".