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El gobierno argentino pidió retirar a cuatro técnicos uruguayos de las negociaciones comerciales. Almagro reconoció dificultades a nivel de mandos medios de las cancillerías y señaló que la relación se salvó por el estrecho vínculo de los presidentes.

Cuatro técnicos uruguayos fueron observados por la Cancillería argentina, por "la actitud" que desempeñaron en el marco de las negociaciones comerciales con Argentina. Eso hizo que el gobierno de la presidenta Cristina Fernández pidiera el distanciamiento de los funcionarios uruguayos, contaron a El País fuentes frenteamplistas.

Esta situación fue reconocida ayer por el canciller Luis Almagro, cuando concurrió junto al subsecretario Roberto Conde a la Comisión de Asuntos y Relaciones Internacionales del Frente Amplio (Carifa) para informar acerca de los lineamientos estratégicos de la Cancillería para el año 2012.

Almagro admitió que existían diferencias entre los mandos medios de las cancillerías de Uruguay y Argentina. En ese marco, destacó la importancia del "diálogo al más alto nivel" entre el presidente José Mujica y su par argentina para destrabar las dificultades.

Según dijo, la estrecha relación entre ambos permitió "acercar posiciones" y dar una señal hacia los funcionarios de más bajo rango de ambas cancillerías, contaron las fuentes.

En relación a las trabas comerciales, Almagro indicó que la resolución fue "engorrosa" y se debieron conceder las licencias caso a caso. Por lo que indicó que "no hubo nada regalado" y los resultados alcanzados se consiguieron con un "arduo trabajo".

A nivel del Mercosur, el canciller señaló que el ingreso de Venezuela al bloque es "prioritario" para el año 2012. Por lo que se espera que tal como fue anunciado por Mujica se envíe una delegación a Paraguay para negociar que el Senado guaraní avale el ingreso de Venezuela.

Ante las dificultades en el intercambio comercial regional, Almagro puso énfasis en la necesidad de diversificar mercados y estrechar lazos con los países emergentes como China y Rusia.

También habló sobre la necesidad de extender la relación con el Medio Oriente. Dado, que esa es la mejor forma de asegurar la estabilidad comercial y económica para el país. En ese marco, Mujica encabezará una misión comercial al Medio Oriente.

La mayor cercanía con Medio Oriente, no significa que Uruguay abandone la integración latinoamericana, aclaró Almagro.

Según dijo, Brasil es el mayor socio del Mercosur y no por eso deja de negociar con los países emergentes. Uno de los objetivos en materia comercial, es la colocación de carne uruguaya en nuevos mercados. Explicó que son más de 100 los que están habilitados y hay que negociar nuevas aperturas.

IRÁN. Por otra parte, el canciller se refirió a la relación con Irán en respuesta a una pregunta de uno de los integrantes de la Carifa. Aseguró que no se avizora un escenario de conflicto bélico por el uso de armas nucleares.

Más allá de eso, el canciller reconoció que Uruguay puede experimentar "alguna dificultad" con Irán, debido a que hay presión internacional para que el país se defina si lo apoya o no.

En ese sentido, adelantó que no hay ninguna posición tomada al respecto y destacó la importancia del intercambio comercial de Uruguay con Irán, que se basa en la venta de arroz. Luego de la intervención de Almagro, varios dirigentes respaldaron el accionar del ministro en política exterior y elogiaron su solidez técnica.

REESTRUCTURA. Entre las líneas estratégicas de Cancillería, Almagro citó la reestructura interna basada en la especialización de los funcionarios del Servicio Exterior.

El canciller reconoció que hay ciertas resistencias internas a la instauración de la nueva carrera funcional, que requiere de técnicos con más especialización. Sin embargo, indicó que no dará marcha atrás en el proceso iniciado en 2011, contaron a El País fuentes del Frente Amplio.

Remarcó que el país gasta un monto muy elevado, entre sueldos a técnicos, pago de alquileres e incentivos y explicó que se deben generar resultados y eficiencia. Esto en el marco de la reforma del Estado, que se ha propuesto Mujica al inicio de su gestión.

Por otra parte, se busca fortalecer el funcionamiento de la oficina de servicio exterior que recibe a los uruguayos que regresan al país.

Las políticas se orientan a la atención de forma correcta las demandas de los compatriotas que regresan. La idea es que los uruguayos que se reinsertan en la actividad nacional puedan integrarse al mercado laboral y acceder al alquiler o la compra de una vivienda.

En el Ministerio de Relaciones Exteriores hay malestar por cómo se generó el proceso de designación de la jueza especializada en crimen organizado, Graciela Gatti, como integrante de un Tribunal Penal Internacional de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

Fuentes de Cancillería dijeron a El País que la designación de la jueza (que se realizó esta semana) no pasó por las manos del ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro. Pero fue autorizado por otro funcionario de la cartera lo que generó cierta molestia a nivel de los altos mandos.

El tribunal que integrará Gatti actuará de forma residual en los casos de Yugoslavia y Ruanda. Según consignó el semanario Búsqueda, las cortes que funcionaban en ambos países cesarán este año su tarea y el nuevo tribunal será el encargado de juzgar los casos que se presenten.

Gatti compartirá su trabajo con otros 24 magistrados de todo el mundo. La tarea es honoraria y depende de los casos que se presenten; además la jueza no tiene que residir en el exterior para llevar adelante su trabajo. Por lo cual la magistrada continuará desempeñándose en Uruguay como jueza especializada en materia penal; pese a ello no seguirá frente del juzgado del Crimen Organizado.