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Los adolescentes tienen un alto consumo problemático de alcohol, en general los fines de semana y exponiéndose a muchos riesgos. Un libro da pista a padres y educadores sobre cómo abordar este tema.

"A los adultos nos cuesta entender que el consumo de alcohol ha cambiado en modalidad, que los adolescentes que se alcoholizan corren riesgos muy importantes", dice Miguel Carbajal, uno de los autores del libro La previa. El consumo de alcohol entre los adolescentes". La publicación apunta a trabajar sobre los padres, "darles elementos para favorecer un trabajo preventivo y que aumente su percepción del riesgo, que muchos adultos minimizan", agrega.

Están en aumento los comas etílicos y los "blackouts" o "apagones de la memoria". Estos últimos se dan en adolescentes "que salen el fin de semana, al otro día se despiertan y hay un tramo de la noche que no recuerdan". Carbajal señala lo riesgoso de esto, "al otro día no saben qué pasó y no es que quedaron desmayados sino que llega un momento en que el alcohol afecta la memoria y después se enteran por los relatos de los compañeros y compañeras".

"Los riesgos que se corren en esa situación son enormes, de violencia, de tener un accidente y con respecto a la sexualidad, porque muchas veces no recuerdan lo que pasó, no pasó y con quién", acota.

Los autores del libro marcan que los adolescentes realizan una asociación entre alcohol y diversión. "La mayoría de los adolescentes buscan distintos niveles de borrachera, que le genere cambios en su estado de ánimo", dijo Carbajal. Agrega que los adolescentes entre 12 y 14 años "no tienen mucho espacios para el ocio y la diversión. Cuando salen de noche no tienen espacios para ellos, entran a bailes para más grandes donde venden alcohol". "Como sociedad debemos preguntarnos qué espacios para una diversión más saludable les estamos ofreciendo a esta generación", afirma.

A la falta de espacio de ocio recreativo, Carbajal suma la necesidad de un "mayor involucramiento de los padres y a nivel de los espacios educativos trabajar el tema de forma más sistemática y en espacios preventivos". "Hay que abrir espacios para que los adolescentes pasen de un consumo impulsivo, a una reflexión sobre el consumo y el papel que tiene el alcohol. Pero hay que trabajarlo adecuadamente. No ir a darles un discurso o un sermón", dice.

Por ello afirma que los padres de los adolescentes deben tener más contacto, contar con los nombres y teléfonos de los padres de los amigos de sus hijos, conocerlos y acordar cosas como quien los lleva y los trae a los lugares. "Y hay que estar mas en casa, generar más espacios de dialogo, saber qué les pasa a los adolescentes", añade.

Carbajal dice que en su trabajo con adolescentes, estos plantean que necesitan limites claros de los adultos. "Para los adolescentes es claro que los adultos tienen un lugar a ocupar en la casa y en las instituciones educativas como referentes cariñosos pero firmes". Por cada usuario problemático de pasta base hay 100 de alcohol, las adolescentes consumen igual que los varones, en el verano de segundo y tercero de liceo se da un pico en el aumento del consumo son algunos de los datos brindados por Carbajal.

El consumo de alcohol entre los adolescentes. Guía para padres y educadores, se presenta el próximo miércoles a la hora 15 en la Torre Ejecutiva. Sus autores son Gabriel Rossi, Miguel Carbajal y Allen Bottrill, del equipo multidisciplinario Sostener. Ancap donará cientos de ejemplares para Secundaria y UTU.

"La idea no es generar una alarma, sino reconocer que hay una problemática con el alcohol y como sociedad deberíamos trabajar a nivel educativo, para que los adolescentes puedan vivir en esta sociedad sin correr esos riesgos", dijo Carbajal.