Hernán Sorhuet Gelós

Sorprende el anuncio del Presidente de la República de transferir tierras estatales de Cabo Polonio al Instituto Nacional de Colonización, para su posterior venta a privados, con el fin de obtener dinero para comprar tierras que serán destinadas a colonos.

Lo asombroso de la iniciativa es que involucra padrones que pertenecen al Parque Nacional Cabo Polonio, creado e ingresado al Sistema Nacional de Áreas Protegidas en 2009.

Alarma advertir que el primer mandatario hable de "tierras improductivas" al referirse al extraordinario ecosistema de dunas móviles costeras del departamento de Rocha, que tanto contribuye a afianzar la imagen de "Uruguay Natural" en el mundo. Si algo caracteriza al desarrollo sustentable y a la gestión inteligente de los recursos de un país, es garantizar la protección y conservación de sus valores patrimoniales -sean naturales, culturales, arqueológicos, o de otra índole.

Cuesta creer que superado el primer decenio del siglo XXI todavía predomine en nuestro país la visión miope de valorar el territorio solamente desde la perspectiva agropecuaria. Si bien ésta es muy importante, no es la única ni debe serlo, si queremos aprovechar al máximo todas las potencialidades que brinda nuestro generoso país.

Recién en 2000 Uruguay logró crear el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), sabiendo que es una herramienta que permite armonizar el cuidado del ambiente -en particular de la diversidad biológica- con el desarrollo económico y social del país. En los últimos años, con mucho esfuerzo y trabajo, se materializó su existencia y funcionamiento. No cabe duda que vamos por el buen camino, porque con un SNAP saludable gana la sociedad en su conjunto, incluyendo las futuras generaciones.

No es necesario decir que Cabo Polonio es mucho más que un paisaje excepcional. Lo caracteriza una diversidad de ambientes naturales, como playas arenosas, litoral rocoso, grandes dunas, monte nativo, pequeños humedales, islas y áreas marinas, con su abundante fauna asociada (más de 350 especies). Posee una importante riqueza arqueológica. Sus valores se conocen desde hace tiempo. En 1976 la Unesco designó la Reserva de Biosfera Bañados del Este de nuestro país, área que incluyó Cabo Polonio.

Si el gobierno uruguayo le asignó una alta prioridad al SNAP, ¿cómo es posible que ahora decida privatizar tierras fiscales en Cabo Polonio argumentando que los inversores pagarán mucho dinero por ellas?

Desde el punto de vista económico se entendería -aunque no se justificaría- que anuncios de esta naturaleza se realizaran en momentos de graves crisis económica, con un Estado acuciado por las deudas, decidido a echar mano a lo que sea. Pero vivimos una bonanza histórica (la cual se anuncia seguirá por varios años) que desacredita el argumento económico utilizado por el Presidente.

Como nunca antes los gobernantes tienen la gran responsabilidad de garantizar y conservar el patrimonio natural, como piedra angular para el desarrollo sustentable de sus pueblos.