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FABIÁN TISCORNIA

Uruguay presentó a sus socios en el Mercosur un proyecto de decisión para que cada vez que un Estado parte tome o modifique medidas no arancelarias (como licencias o cuotas) deba avisar a los demás con 15 días de antelación.

La delegación uruguaya en la Comisión de Comercio del Mercosur le presentó a sus pares el texto del proyecto -al que accedió El País- por el que se establece que cada Estado parte deberá "notificar" a esa comisión "la introducción de nuevos requisitos o procedimientos o modificación de los requisitos o procedimientos existentes" aplicados "para la importación de mercaderías".

Esas modificaciones o introducción de nuevos requisitos comprenden a "medidas de cualquier tipo", entre otras, "cuotas, licencias, disposiciones sobre etiquetado, requisitos técnicos, medidas sanitarias o fitosanitarias, la exigencia de la presentación de cualquier tipo de certificado para autorizar una importación y criterios de valoración aduanera", señala el texto.

La comunicación deberá ser con "15 días hábiles de antelación a su entrada en vigor".

Este proyecto deberá ser analizado por el Consejo de Mercado Común (CMC, conformado por cancilleres y ministros de Economía de los socios del bloque) en junio. Para que se apruebe, los cuatro países deben estar de acuerdo.

Los privados en la teoría lo ven bien, pero dudan de que se cumpla (ver nota aparte).

El director Nacional de Industrias, Sebastián Torres, dijo a El País que es "fundamental" que se pueda adoptar esta resolución para que "no se vean afectados los flujos comerciales" intrazona.

Señaló además que el otro paso es que cuando se implementen restricciones no arancelarias, éstas funciones de manera "ágil".

De hecho, actualmente hay algunas licencias no automáticas que impone Argentina que tienen más de 30 días.

En febrero, Uruguay se vio afectado por la ampliación por parte de Argentina de licencias no automáticas de importación, que desde la fecha comprenden a unos 585 bienes que Uruguay le exporta.

Si una resolución de este tipo estuviera vigente, Argentina debería avisar a Uruguay 15 días antes de poner en práctica la ampliación de las licencias.

En 2009 Brasil quiso aplicar una cuotificación a las importaciones de lácteos desde Uruguay, lo que luego de conocerse el gobierno pudo destrabar.

El proyecto de decisión que plantea Uruguay sostiene que "solo quedan exceptuados de esta notificación aquellos requisitos o procedimientos cuya aplicación inmediata resulte imprescindible para evitar un daño importante e irreparable en situaciones de emergencia".

En esos casos, "la comunicación podrá realizarse hasta cinco días hábiles después de la fecha de entrada en vigor de la medida", agrega.

También el texto indica qué es lo que debe contener la comunicación. Los ítems fijados son "(I) texto de la norma, (II) productos alcanzados, (III) nuevos requisitos o procedimientos establecidos, (IV) antecedentes, y (V) objetivo y razón de la medida".

Además, la Secretaría del Mercosur "será responsable de llevar un registro actualizado de la información presentada por los Estados Parte", establece.

En la fundamentación del proyecto, Uruguay afirma que "la aplicación de medidas no arancelarias impide el libre comercio, contribuyendo a la fragmentación del mercado regional" y por eso "se deben retomar los trabajos orientados al tratamiento de las medidas de carácter no arancelario a las importaciones y exportaciones". "El primer paso" para ello "de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 54.1 de la Decisión del CMC N° 56/10, consiste en establecer procedimientos de intercambio de información para que los Estados Partes comuniquen la introducción o modificación de exigencias para la entrada de mercaderías importadas a su territorio", explica.

Para los privados, el proyecto de resolución que presentó Uruguay a sus socios en el Mercosur está "bien en la teoría" pero "siempre y cuando se sigan esas directivas" si es que se aprueba, dijo a El País el presidente de la Comisión Asesora de Comercio Exterior de la Cámara de Industrias (CIU), Rafael Sanguinetti.

Para el ejecutivo es fundamental que luego los países "hagan caso" a las decisiones del Mercosur. En ese sentido, recordó que "hay resoluciones de los tribunales arbitrales del Mercosur que no se han cumplido". Una de las emblemáticas era la que permitía a la firma Motociclo vender bicicletas en Argentina luego que ese país le trabara el ingreso.

El resultado de la resolución del tribunal es conocido: Motociclo dejó de fabricar bicicletas y se convirtió en un importador y vendedor de electrodomésticos entre otros.

Sanguinetti afirmó que "en la teoría el Mercosur está bárbaro, el libre comercio, pero en la realidad no está funcionando". Agregó que existe "un comercio administrado" en la práctica.

"Desarticulamos la industria para comprarle a la región y exportarle y no le exportamos a nadie", espetó, salvo el caso de Brasil, destino al que las ventas crecen "por un cambio favorable" actualmente, resaltó.

Para Sanguinetti, más allá de las restricciones no arancelarias, "está lo no escrito, ¿quién levanta las amenazas a los supermercados (argentinos) para que no compren productos uruguayos?", se preguntó en referencia a las órdenes verbales del secretario de Comercio Interior de aquel país, Guillermo Moreno. Ese tipo de restricción "tiene complicada" a la industria alimenticia uruguaya, dijo.