PABLO ANTÚNEZ

Los cultivos más afectados por la sequía son los de maíz y sorgo aunque se estima que un 15% de la soja de segunda, que abarcaría unas 368.000 hectáreas en total, quedará sin plantarse en esta zafra.

Con los precios actuales de la oleaginosa, los contratistas agrícolas estiman que habrá productores que, en la medida que puedan, plantarán soja de segunda hasta el 15 de enero.

Muchos ya tienen el grano vendido y deberán cumplir con los contratos, pero en la mayoría de los casos, sembrar soja de segunda implica estar adentro o afuera del negocio agrícola, debido a los altos precios de las rentas de los campos.

"Hoy el negocio de segunda no es lo de antes. Si el productor no tiene una segunda exitosa puede quedar afuera del negocio", aseguró a El País Carlos Oyhanzábal, secretario de la Cámara Uruguaya de Servicios Agropecuarios (CUSA).

En tanto, mucho maíz de primera -el cultivo abarca unas 85.000 hectáreas- se está picando y no tendrá producción de granos.

La única excepción, según productores consultados por El País, sería el maíz de primera que está bajo riego o en suelos con mayor capacidad de almacenaje de agua.

También el sorgo de segunda está en una situación muy complicada -el área había aumentando 40% respecto a la zafra anterior- y se les ve en peores condiciones que la soja.

Según las fuentes consultadas, al cultivo de soja en general se le ve bastante afectado por el déficit hídrico, pero la oleaginosa tiene mayor capacidad de recuperación que el resto de los granos y las últimas lluvias lo favorecieron mucho.

La soja en Uruguay, por décima zafra consecutiva, llegó a un máximo histórico estimándose a nivel de la Dirección de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca cerca de 1 millón de hectáreas con intención de siembre.

De todos modos, aunque esté por abajo de esa área, el cultivo volverá a batir otro récord.

Mucha de las soja de segunda que se pudo plantar hasta ahora -hay un área que no llegó a sembrarse- no nació o nació y se murió como consecuencia del déficit hídrico generado hasta hoy. Pero también, hay otra parte de lo plantado que tiene mayores posibilidades de sobrevivir.

En este ejercicio agrícola, según los datos de la DIEA, el área de chacras destinada a la producción granífera creció 14% respecto a la zafra anterior.

Cabe recordar que el 54% de los productores son arrendatarios y se ven obligados a aplicar paquetes productivos que les aseguren altos rendimientos para poderle hacer frente a la suba de las rentas.