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GUILLERMO ZAPIOLA

Ya se venía hablando del fenómeno desde hace unos cuantos meses, y la entrega de los premios Tony, el más importante galardón teatral de los Estados Unidos, sólo sirvió para confirmarlo. Cine y teatro están yendo de la mano.

El dato, casi trivial y bastante previsto, de que Catherine Zeta-Jones, Scarlett Johansson y Denzel Washington se hayan alzado con algunos de los principales Tony 2010 es apenas la comprobación de un fenómeno más amplio. Los actores de cine están buscando en los escenarios un reconocimiento artístico, la legitimación de estar haciendo un trabajo "serio" que, al parecer, sienten que Hollywood les niega aunque el cine pague mucho mejor. Y, por otra parte, los espectáculos más taquilleros de Broadway han sido justamente aquellos protagonizados por estrellas de la pantalla. La retroalimentación es evidente.

Catherine Zeta-Jones como mejor intérprete de un musical (A little night musical, la versión cantada y bailada de Sonrisas de una noche de verano de Bergman), Johansson haciendo Arthur Miller (Panorama desde el puente), Washington como protagonista de uno de los espectáculos más elogiados (Fences, del dramaturgo August Wilson) fueron acaso los nombres más notorios para quien no pertenece al mundillo específico del teatro de Broadway. Nadie parece haberse molestado tampoco porque Red, una biografía del pintor expresionista abstracto Mark Rothko escrita por John Logan, haya obtenido el Tony a mejor obra del año, además de los de dirección, actor de reparto (Eddie Tremayne), iluminación, decorado y sonido.

Hubo más rezongos con respecto al galardón a mejor musical obtenido por Memphis, dirigido por Christopher Ashley, una evocación del drama de la segregación racial en los años cincuenta. Muchos críticos hubieran querido que la estatuilla fuera para Fela, la obra de Bill T. Jones sobre el músico nigeriano Fela Anikulapo Kuti.

Lo más llamativo de la noche pudo ser empero la reacción de las estrellas de cine galardonadas por su trabajo teatral. Todas ellas parecen haberlo tomado, efectivamente, como un reconocimiento particular, el ascenso de por lo menos un escalón en tanto que proveedores de arte "legítimo" (puede ser un triste comentario acerca de la situación actual del cine norteamericano, que supo ser acaso la forma de arte más original del siglo XX, el hecho de que sus propios hacedores parezcan sentir que hoy no lo es).

Algunos ejemplos. "Desde pequeña quise estar en Broadway, y aquí estoy", comentó Scarlett Johansson tras recibir su Tony, agregando: "Ser bienvenida en esta comunidad ha sido un sueño hecho realidad". Denzel Washington se manifestó de manera similar: "Estoy impresionado. Realmente sorprendido, y bendecido". La última palabra recuerda que Denzel sigue siendo, por detrás de la estrella de Hollywood, el hijo del pastor.

Catherine Zeta-Jones no se quedó atrás. "Realmente me siento como la Cenicienta", dijo, acaso sin pensar que se encontró con el Príncipe (Michael Douglas) hace ya algún tiempo, y que es una estrella de cine casi su misma cantidad de años. Pero no hay duda de que los reconocimientos atraen.

2 Son las posibilidades de ver la entrega de los Tony por TV: el domingo 20 y el martes 22, a las 21, por el canal Film&Arts.

Denzel Washington

MEJOR actor en obra

Denzel Washington recibe de manos de nadie menos que Helen Mirren su Tony a mejor actor protagónico por su labor en la obra "Fences". Uno de los tantos símbolos de la noche: una ganadora del Oscar (por "La reina") le entrega a un ganador del Oscar (por "Día de entrenamiento") el más importante premio teatral norteamericano.

Scarlett Johansson

mejor actriz de reparto en obra

No fue exactamente su primera actuación en teatro, pero casi (había hecho alguna aparición menos siendo adolescente). Pero su labor en Panorama desde el puente de Arthur Miller constituía realmente el primer trabajo mayor y comprometido de Scarlett Johansson sobre el escenario, y le valió un Tony automático que le entregó otra estrella: Katie Holmes.

Alfred Molina

mejor obra: "red"

El actor de "El Hombre Araña" subió al escenario junto a Eddie Redmayne como integrantes del elenco de "Red". Otro intérprete que ha repartido sus talentos entre la pantalla y el escenario. Dicho sea de paso, Redmayne fue además el ganador del Tony a mejor actor de reparto por su labor en la obra en la que actúa junto a su veterano colega.

OBRA. Mejor obra: "Red". Mejor actriz: Viola Davis por "Fences". Mejor actor: Denzel Washington por "Fences". Mejor actriz de reparto: Scarlett Johansson por "A view from the bridge". Mejor actor de reparto: Eddie Redmayne por "Red". Mejor director: Michael Grandage por "Red. Mejor reposición de obra: "Fences". Mejor escenografía: Christopher Oram por "Red". Mejor vestuario: Catherine Zuber por "The Royal family". Mejor iluminación: Neil Austin por "Red". Mejor sonido: Adam Cork por "Red".

Musical. Mejor musical: "Memphis". Mejor actriz: Catherine Zeta-Jones por "A little night music". Mejor actor: Douglas Hodge por "La cage aux folles". Mejor actriz de reparto: Katie Finneran por "Promises, promises". Mejor actor de reparto: Levi Kreis por "Million dollar quartet". Mejor director: Terry Johnson por "La cage aux folles". Mejor reposición: "Fences". Mejor coreografía: Bill T. Jones por "Fela!". Mejor libreto: "Memphis". Mejor música original: "Memphis". Mejor orquestación: Daryl Waters y David Bryan por "Memphis". Mejor escenografía: "Christine Jones por "American Idiot". Mejor vestuario; Marina Draghici por "Fela!". Mejor iluminación: Kevin Adamas por "American Idiot". Mejor sonido: Robert Kaplowitz por "Fela!".

Especiales. A los logros de una vida en el teatro: Alan Ayckbourn y Marian Seldes. A la excelencia en el teatro: B.H. Barry y Tim Viola.

Aunque la fama universal de Catherine Zeta-Jones provenga, en ese orden, de su carrera en la pantalla y su matrimonio con Michael Douglas, no debería resultar demasiado sorprendente que la actriz se haya alzado con el Tony a mejor intérprete en un musical, concretamente A little night music. No hay que olvidar que la galesa viene del baile antes de haberse convertido en una figura de la televisión, el cine y el escenario. Y aunque sus condiciones histriónicas han podido ser discutidas (hay mucha gente que la considera una mujer bonita y una mala actriz, sin vueltas), es más difícil discutir sus condiciones para la danza. De hecho, no ha faltado quien la ha comparado con Cyd Charisse, una actriz mediocre que, apenas sonaba la música, se convertía en la mejor bailarina de musicales que se recuerde.