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Estafadores internacionales son detenidos en un hotel de Pocitos

| Pareja. Están requeridos en Europa, acá dejaron el tendal entre alemanes

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GUSTAVO TRINIDAD

Ella es austríaca y el alemán, llevaban una vida de lujos junto a su hijo pero todo lo conseguían estafando. En sólo seis meses, desde que pisaron Uruguay, dejaron el tendal y se hicieron de más de US$ 50.000.

La familia está requerida en al menos siete países de Europa, como, España y Austria, y sus maniobras podrían superar el monto de US$ 1.000.000.

Dicha cifra no incluye las cuentas de lujosos hoteles que no pagaban, sólo en uno del Centro de Montevideo se fueron sin pagar US$ 5.000.

Ayer fueron detenidos por Delitos Económicos en un hotel de Pocitos donde ya habían embaucado el gerente mostrándole un documento falso que decía que les habían depositado mal el dinero y que debían esperar unos días a recibir el dinero que le iban a girar desde Alemania. No contaban con que dos de sus víctimas los rastrearan durante un mes "pisándoles los talones" hasta que pudieron hallarlos en el hotel, donde custodiaron sus puertas hasta que llegó la Policía.

El fuerte de la pareja, lo que les redituaba más dinero, era atraer inversionistas, generalmente con negocios inmobiliarios, pero también en su mira podrían estar los compañeros de su hijo de 14 años, tal como hicieron con seis familias de un colegio privado a quienes les prometieron venderles juegos de revólveres con balas de pintura a US$ 220 cada una.

También directamente solicitaban dinero, normalmente a la colonia de alemanes en Uruguay, diciendo que era una emergencia, a veces fingiendo estar enfrentándose a un cáncer. Con este cuento, a una de las víctimas le sacaron US$ 3.000 prometiéndole que se lo devolverían en un breve plazo.

Una de las estafas que más le redituó fue la compra de un terreno a partir de un contacto que decían tener en el Ministerio de Turismo para poder adquirirlo en 100.000 euros.

"Una vez que firmemos, el terreno valdrá 180.000 euros. Por favor envíanos 10.000 euros para compartir el negocio. Es una oportunidad de inversión", aseguraba la pareja. Varios cayeron.

LA CAPTURA. Ruy Rodríguez es una de sus víctimas pero también es un investigador y propietario de la empresa de seguridad "Grupo Segura". Junto a otro damnificado, al que conoció en el colegio de su hijo, además de hacer la denuncia policial, investigaron por su cuenta. "Logramos ubicarlos a través del IP. Por él sabíamos en que cyber se habían conectado. Así, durante un mes, nos llevaron por varias zonas de Punta del Este, Atlántida y finalmente los pudimos encontrar en un hotel de Pocitos", contó a El País.

La tarea no fue fácil porque la pareja cambiaba constantemente de ubicación aunque siempre manteniendo el alto nivel de vida que también utilizaban para impresionar a sus víctimas como gente exitosa en los negocios. "Rastreándolos nos enteramos que ya estaban embaucando a un ciudadano alemán que vive en Atlántida para que invirtiera en terrenos", explicó Rodríguez. "Llegábamos a veces horas después de que se habían ido y nos entrevistábamos con las últimas personas que los habían visto para tratar de saber hacia dónde se movilizarían". Pero la última vez lograron adelantarse y llegar antes que se fueran. "Cuando tuvimos la certeza que estaban en un hotel fuimos y hablamos con el gerente para que no los dejara salir, avisamos a la Policía y custodiamos la puerta. Hasta tuve que traducirles al inglés que la Policía les decía que estaban detenidos", contó Rodríguez.

Ayer mismo fueron llevados al juzgado donde una decena de damnificados prestaron declaración. Hoy la pareja volverá a la sede penal. El menor está bajo custodia.

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