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Vertedero metropolitano de Empalme Olmos `en suspenso`

| Residuos. Montevideo tiene espacio para 7 u 8 años en las usinas actuales

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J. LYONNET Y R. ROSSELLO

Cañada Grande es por ahora un sueño. Para los vecinos de Empalme Olmos un mal sueño. Tanto que su resistencia al proyecto de tratamiento de residuos terminó por dejarlo en un ambiguo y oficial "suspenso".

Es posible que para muchos el nombre de Cañada Grande no signifique mucho. Fue el sitio escogido para instalar una planta de tratamiento de residuos sólidos para la llamada "Área Metropolitana". Los municipios de Montevideo, Canelones y San José, junto al Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma) son las instituciones involucradas en este proyecto financiado por el BID. Quizá el más interesado en contar con una planta de esta naturaleza sea el municipio capitalino. La razón es muy simple: lo que podría llamarse "vida útil" de la Usina de Felipe Cardoso es de unos siete años. Pasado este período la capacidad de la usina colapsará y no habrá dónde ubicar residuos sólidos.

Hace apenas tres días, el director del Departamento de Desarrollo Ambiental de la IMM, Néstor Campal, anunció que el proyecto había quedado en "suspenso". Lo hizo ante los miembros de la Comisión de Medio Ambiente de la Junta Departamental de Montevideo. "Quiero decirles que las indicaciones sobre Cañada Grande que hemos recibido a través de los representantes del Ministerio de Medio Ambiente fueron en el sentido de que ese proyecto no iba a tener desarrollo durante este período de gobierno", dijo Campal a los ediles.

En el otro extremo, el municipio de Canelones dejó de ver como prioritario el proyecto. Fuentes políticas señalaron que el intendente Marcos Carámbula prefirió ser más receptivo a las quejas de los vecinos.

Pero detrás de este comentario hay una extensa polémica que involucró, además, a las dos cámaras del Parlamento.

MEGA PROYECTO. El resumen ejecutivo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) define como estratégico el "Programa para el Manejo de Residuos Sólidos del Área Metropolitana de Montevideo". De hecho, Uruguay no cuenta hasta la fecha con una planta dotada de tecnología moderna para tratar residuos sólidos, tanto de origen domiciliario, como industrial y hospitalario. En particular, estas dos últimas categorías son las más complejas.

En febrero de 2007 el Poder Ejecutivo definió como el lugar más idóneo para la ubicación de la planta en Cañada Grande, en la zona de Empalme Olmos. Uno de los primeros pasos fue encomendar un estudio a la consultora alemana Fichtner GMBH & Co. El relevamiento hecho por la consultora no encontró inconvenientes para emplazar allí la planta.

A instancias de la Comisión de Análisis del Parque Ambiental Cañada Grande, conformada poco después, se pidió a la Dinama un nuevo estudio. El organismo medioambiental lo encargó a la Facultad de Agronomía. El estudio, de carácter socioeconómico, reveló que la zona de Cañada Grande, cercana a Empalme Olmos, no presenta rasgos muy distintos al de cualquier otra zona rural del área metropolitana. Según indicaron fuentes consultadas, el estudio, que únicamente fue entregado a la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Diputados por la directora de Dinama, Alicia Torres, no halló objeción de ningún tipo para instalar allí una planta de tratamiento de residuos.

Para realizar la evaluación, los técnicos establecieron un radio de tres kilómetros y medio y relevaron la existencia de establecimientos rurales, principalmente dedicados a la producción de horticultura.

Pero algunas diferencias halladas entre el estudio de la Facultad de Agronomía y el de la consultora alemana alimentaron los cuestionamientos hechos por la Comisión de Análisis de Cañada Grande.

DISCREPANTES. Ricardo Armstrong integra la Comisión de Análisis y ha sido uno de sus miembros más activos ante las comisiones parlamentarias.

Armstrong llamó la atención sobre los aspectos que harían de Cañada Grande un lugar inapropiado para el proyecto. "Dentro de los factores de exclusión, la consultora ponía la distancia a centros poblados, la distancia a aeropuertos y a pozos de agua potable que abastecieran la localidad", recordó Armstrong.

En particular sobre las escuelas de la zona, Armstrong hizo notar a los diputados, durante su comparecencia en la comisión el 4 de junio, la existencia de varias en la zona. "El año pasado veíamos que la consultora decía que en la zona había una sola escuela. Nosotros demostramos con fotos aéreas la presencia de tres escuelas y en la recorrida que hicieron los señores diputados por la zona, en julio del año pasado, pudieron constatarlo", argumentó Armstrong.

También marca como una restricción de primer orden la existencia de pozos de agua que abastecen a la población de Empalme Olmos. En tal sentido Armstrong sostiene que "existen dos pozos de OSE que abastecen a la localidad, que tiene tres que están por debajo de los 5.000 metros (de distancia a la planta)".

El proyecto está en suspenso, la polémica, latente.

Las cifras

2.000 toneladas por día de residuos sólidos es lo que se proyectaba que procesaría el vertedero ubicado en Cañada Grande.

1,5: de dólares es lo que financiará el BID para el proyecto. El Estado aportará el resto y se prevén ingresos de empresas usuarias.

El "muerto" ambiental de Felipe Cardoso

"Con las barbas en remojo". Así queda la administración municipal montevideana ante la postergación del proyecto de Cañada Grande, según expresó el director municipal de Desarrollo Ambiental, Néstor Campal en la Junta Departamental.

"Hay que tener en cuenta que el hecho de que la consideración del proyecto Cañada Grande se alejara en el tiempo modificó la forma en que Montevideo planificó manejar su vertedero, y también la forma en la cual quería manejar el "muerto" ambiental, el pasivo ambiental que ese vertedero tiene (el de Felipe Cardoso) y que todos conocemos", le dijo Campal a los ediles.

"En el predio que hoy tiene la Intendencia en Felipe Cardoso tenemos asegurados siete años como mínimo, pero tenemos una faja de seguridad, con lo que probablemente se extienda un año más como mínimo", expresó el jerarca.

"En los próximos ocho años la disposición final está asegurada", expresó, aunque hizo una precisión: "En el tema basura ocho años parece mucho tiempo pero no lo es".

La gestión de los residuos en los próximos 7 u 8 años depende de la licitación para ampliar la capacidad de las usinas 5, 6, 7 y 8 en Felipe Cardoso.

Ese período de tiempo está calculado teniendo en cuenta "la cantidad de residuos que sería capaz de albergar ese lugar" y "del ritmo de producción de residuos que en el momento de la planificación se tenía". Ese ritmo no es necesariamente el mismo que ahora: "El crecimiento que hemos tenido en el volumen de residuos ha sido muy importante y ha acompañado estos últimos años de crecimiento económico", sostuvo Campal. Montevideo genera unas 1.500 toneladas diarias de residuos domésticos.

El funcionario subrayó que es necesario atender este problema "con mucha insistencia" para reducir "la generación original de residuos y (...) potenciar la reutilización de la parte reutilizable de esos residuos". Por otra parte, mientras no exista una nueva usina no habrá sitios específicos para disposición final de residuos industriales y hospitalarios.

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