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Paul McCartney, una explosión de creatividad

Prolífico. Dos discos y tres DVD hechos en los últimos dos años marcan el ritmo que el ex Beatle vive a los 65 años. También se hizo espacio para colaborar en la reedición de la película "Help!".

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THE NEW YORK TIMES | GARY GRAFF

Hace más de cuarenta años, Paul McCartney se hacía esta pregunta en una canción: "¿Me seguirás necesitando, me seguirás alimentando, cuando tenga 64 años?" El tiempo pasó.

El ex Beatle ahora tiene 65 años pero es él quien sigue alimentando, a través de miles de proyectos musicales que lo mantienen más ocupado que a muchos músicos de la tercera parte de su edad.

McCartney, que fue hecho caballero por la reina Isabel II en 1997, está inmerso en un periodo particularmente prolífico, que empezó con el disco Chaos and Creation in the Backyard (2005), que fue nominado a un Grammy. Después sacó otro álbum, Memory Almost Full (2006), que ya fue nominado a tres premios Grammy, además de una obra clásica, Ecce Cor Meum (2006), y una retrospectiva en tres DVD, The McCartney Years, la cual presenta videos y escenas de conciertos de sus años como solista. McCartney también participó en la producción en DVD de la segunda película de los Beatles, Help! (1965) y actuó como invitado en discos recientes de Tony Bennett, George Benson y Al Jarreau y George Michael.

Es un nivel de actividad en el que operan muy pocos de sus compañeros del "rock clásico", a excepción quizá de Bruce Springsteen y Neil Young. Y la razón de ello, explica McCartney, es muy clara.

"Es sencillo: disfruto mucho de lo que hago", señala. "Y de vez en cuando como que me inspiro. Nunca he sabido por qué ni cómo". Recientemente, aclara, el trabajo ha tenido otro propósito.

"La música es una excelente sanadora y una maravillosa forma de terapia. Muchas veces, cuando estoy pasando por algo difícil, -como puede imaginarse sin que yo tenga que hacer mucho hincapié en eso, este año ha sido bastante difícil- meterme en la música es excelente. Así que creo que los últimos dos años he estado muy contento de tener mi música, y le he estado poniendo algunas cosas que ya representan algo."

Al hablar de su "año difícil", claro, McCartney se refiere a su divorcio en curso de su segunda esposa, Heather Mills. Su amarga separación ha figurado en la prensa sensacionalista, con crueles acusaciones de abuso por parte de Mills y rumores de enormes arreglos multimillonarios. La situación es "algo de lo que no quiero hablar", dice McCartney, sobre todo porque implica a Beatrice, la hija de cuatro años de la pareja y cuarta hija de McCartney.

"No quiero alborotar las cosas en ningún sentido", agrega. "Me limito a guardar un silencio digno."

Pero McCartney sí reconoce que la situación le está ayudando a que su música fluya de él. "Es por eso que hablo de terapia", explica. "Si me siento mal, me voy a un rincón con mi guitarra y escribo algo. Y de algún modo, parece que me lo quito de encima y lo elaboro con mi música".

"Sigo dando una impresión positiva y optimista", agrega. "Creo que así es mi carácter, lo que le agradezco al cielo. Me siento muy, muy afortunado. La gente siempre suele llamarlo un don, el don de la música, y yo creo que es mucho, mucho más que eso, como yo lo veo".

En este periodo, McCartney también ha estado probando cosas nuevas con la música. Para hacer Memory Almost Full, dejó a su disquera de siempre, EMI, e hizo un contrato con Hear Music, sello manejado por la cadena de cafeterías Starbucks. Además de las nominaciones al Grammy, una de ellas al mejor álbum pop vocalista, este disco debutó en el número 3 de las tablas de Billboard y tuvo tan buena aceptación que mereció una edición de lujo, con pistas y videos adicionales, que salió cinco meses después.

No ha decidido si continuará o no su relación con Hear Music, pero dice que quedó muy contento con la forma en que manejó Memory Almost Full.

"Los productores mostraron una pasión que por lo general falta en el negocio de la música", señala el cantante y compositor. "Tenían bien atornillada la cabeza. Sabían lo que estaban haciendo, mientras los demás estaban vacilando, y creo que eso fue una fuerte llamada a despertar este año para muchas personas en la industria musical, que ahora están ocupadas reorganizando sus operaciones."

Tampoco le molestó asociarse con una cadena de cafeterías. "Es una salida", dice. "Es una forma de llevar la música a la gente y a mí nunca me ha importado si es una tienda de discos, si es en línea, si es un negocio de ventas por correo. Fue un verdadero placer trabajar con ellos y ya veré qué sucede con mi próximo proyecto."

En cuanto a The McCartney Years, fue más bien una sorpresa. A pesar de las frecuentes solicitudes, señala McCartney, a él nunca le había gustado la idea de una colección de videos.

"Es un poco escribir tus memorias", dice. "Más bien es como... ¿Hay alguna vez un buen momento para hacerlo? Uno quisiera esperar a estar casi... Bueno, yo no he hecho de todo, pero hay que esperar a haber hecho bastante para hacer una colección. Así que yo siempre pensaba: Sí, claro, algún día lo haré. No se preocupen, lo vamos a sacar".

The McCartney Years, del cual el cantante y compositor actuó como productor ejecutivo y grabó comentarios, de hecho fue producto de otros dos hombres, el director Dick Carruthers y el asesor en producción ejecutiva Ray Still, que le llevó la propuesta a McCartney, junto con algo de material que habían renovado y mejorado, tanto en el aspecto visual como en el de sonido.

"Ellos empezaron a enseñarme los resultados, y yo pensé que nunca lo había oído así, nunca lo había visto así", recuerda McCartney. "Restauraron todos los colores y limpiaron las mezclas de sonido... De plano me fascinó todo y me enamoré de la idea.

"Así que les dije: `Manos a la obra, hagámoslo.` Yo básicamente sólo aprobé y sonreí y me admiré con lo que ellos estaban haciendo", admite.

Las partes más conmovedoras, dice McCartney, son las escenas en las que aparece su primera esposa, Linda, que murió en 1998 de cáncer de seno. También señala algunas escenas suyas, sentado en el patio trasero de los famosos estudios de EMI en Abbey Road, en Londres, tocando algunas de sus canciones de rock favoritas.

"Es como un álbum con fotografías viejas, como mirar fotos de mí mismo de hace muchos años", dice el cantante y compositor. "Creo que al fin de cuentas, tiene una naturaleza muy cálida."

The McCartney Years no es su única incursión reciente en el pasado. La tan esperada aparición del catálogo de los Beatles para su distribución en línea "ocurrirá pronto", dice McCartney, lo más probable, en 2008.

"Se está negociando", advierte. "La mayoría de nosotros ya estamos listos. Todo está preparado, listo para despegar, así que no ha de tardar mucho. Pero, ya ve, en estas cosas hay que meterse bien. No queremos hacer algo tan bueno como esto para que en tres años estemos diciendo: ¡Oh, Dios mío! ¿por qué lo hicimos?".

Reunión de padre e hijo dentro del estudio

McCartney también tiene al futuro en mente. No sabe cuál será su próxima grabación, pero ya empezó a trabajar en el estudio con su hijo James, que tocó la guitarra en el disco de McCartney Flaming Pie (1997), las percusiones en Driving Rain (2001) y también apareció en Wild Prairie (1998), disco póstumo de Linda McCartney como solista. El joven McCartney también apareció en grabaciones del coro de la catedral de St. John.

"Es sensacional", dice McCartney. "Él lo está haciendo todo. Lo escribe todo, toca todo. Pero no hay nada firme todavía. No sabemos si funcionará... Pero, nunca se sabe, algo puede salir de eso."

Si algo sale de esta experiencia, la sala de control del estudio quizá no pueda contener el corazón del padre, henchido de orgullo. "Me van a tener que poner afuera, en una carpa grande", dice McCartney riendo. "Esto me está gustando mucho."

El alcohol: un lado oscuro que "Macca" deberá calmar

Según publicó el diario The Sun hace unos días, los médicos de cabecera de McCartney ordenaron al ex-beatle que dejara de consumir alcohol por temor a un nuevo decaimiento de su salud.

El tabloide comenta los dichos de una fuente cercana al bajista, que señaló que durante su tratamiento por afecciones cardíacas, `Macca` debió someterse a varios tratamientos de electroshock. "No es una condición que amenace su vida, pero él necesita cuidarse mejor. Esto generó muchos problemas entre él y Heather Mills", declaró el informante.

Además, el Sun afirmó que desde su angioplastia coronaria, el liverpoolense toma un medicamento llamado Warfarin, contra el bloqueo de arterias.

McCartney fue operado en secreto durante el mes de septiembre en Londres. El músico había admitido sentirse enfermo y los médicos le recomendaron que se interviniera.

Pasado el susto, ahora se encuentra de vacaciones en Jamaica hace unos días.

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