Cannes -- Los hermanos belgas Jean-Pierre y Luc Dardennes ganaron hoy la Palma de Oro al mejor filme, el máximo galardón del 58vo. Festival de Cannes, por el filme "L´enfant" , en uno de los dictamenes más acertados de los últimos años por parte de un jurado presidido por el cineasta yugoslavo, Emir Kusturica. Los hermanos Dardenne lograron así la Palma de Oro por segunda vez en su trayectoria, luego de hacerlo con Rosetta en 1999.

Si se excluye al gran olvidado de la premiación, el danés Lars von Trier que con su "Manderlay" había conquistado el segundo puesto en las preferencias de los críticos, casi todos los premios fueron a manos de merecidos aspirantes.

Los Dardenne se pusieron hoy en un pie de igualdad con el mismo Kusturica y Francis Ford Coppola, en cuanto a premios, con un filme certero y sentido como "L´enfant" sobre los estragos que causa en la conciencia de la gente una seguridad social demasiado condescendiente en el mundo globalizado.

"Broken Flowers" de Jim Jarmusch, que había encantado a la platea de Cannes con su ironía sutil y la gran interpretación de Bill Murray -tal vez más merecedor del premio al Mejor actor que su compatriota Tommy Lee Jones-, recibió el segundo mejor premio con el Grand Prix del jurado.

El austríaco Michael Haneke, quien con "Caché" se perfilaba como un posible ganador del festival, debió conformarse con el premio a la Mejor dirección, por su angustiosa parábola sobre la responsabilidad que nos cabe por cada uno de los mínimos actos de nuestra existencia. Este fue el único premio para los dueños de casa, pues "Caché" es una coproducción mayoritariamente francesa con participación austríaca y un mínimo aporte alemán e italiano. En efecto, Francia disponía además otros dos candidatos para nada deleznables como "Lemming" de Dominik Moll, drama entre familiar y fantasmagórico, y "Peindre ou faire l´amour" de otros dos hermanos, Arnaud y Jean-Marie Larrieu, que con su soprendente cambio de tono comienza como una comedia trivial y culmina en un simpático libertinaje.

También fueron acertados los premios a la mejor actuación para la actriz israelí Hanna Laslo por "Free Zone" , en el que el director Amos Gitai muestra la casi imposible comunicación entre judíos y árabes y al veterano Tommy Lee Jones por otro retrato de incomunicación entre dos comunidades distintas, la norteamericana y la mexicana, en "Los tres entierros de Melquíades Estrada" , dirigida por él mismo. "Los tres entierros... " ganó también el galardón al mejor guión para el mexicano Guillermo Arriaga.

Quizás la decisión más discutible fue el Premio del Jurado para "Shanghai Dreams" , filme en el que el chino Wang Xiaoshuai recuerda un olvidado episodio de la historia de su país. Wang narra la forzada migración de miles de obreros y el traslado de fábricas de los grandes centros urbanos del país a perdidos pueblos de provincia por temor a una invasión soviética, un drama que vivió su propia familia. El filme, excesivamente lento y largo, no vale lo que su antecesor en la filmografía del director chino, "Bicicleta de Pekín" , que le abrió las puertas de Occidente en el Festival de Berlín de 2001.

Por cierto, quedarán los olvidados, pero en una edición tan rica como la 58va. de Cannes esto era inevitable, en vista de la poca cantidad de premios y la negativa a las distinciones ex-aequo (compartidas) por parte de Kusturica. El único galardón por igual fue para la Cámara de oro -otorgado por otro jurado presidido por el iraní Abbas Kiaristami-, que premió al filme norteamericano "Me and You and Everyone Else" de Miranda July, invitado por la 44va. Semana Internacional de la Crítica, y a Sulanga enu pinisa ( Tierra abandonada ) de Vimukhti Jayasundara, de Sri Lanka, presente en la sección paralela oficial "Una cierta mirada".

Otra vez, lástima por Lars Von Trier que con "Manderlay" sigue el camino brechtiano trazado por el primer capítulo de su trilogía sobre los Estados Unidos y por el alemán Wim Wenders que había hecho su filme más redondo desde los tiempos de "Faraway, so close" (1993) con "Don´t Come Knocking" , en el que volvió a acompañarse de su guionista en Paris, "Texas" , el dramaturgo Sam Shepard. Y lástima, por último, por el kurdo Hiner Saleem, autor con "Kilómetro Cero" de un agudo retrato de las tensas e imposibles relaciones entre kurdos e iraquíes.

ANSA