"Es una nueva nota de adelanto que estamos seguros despertará el mayor interés y vendrá a llenar imperiosas exigencias de aquella hermosa localidad balnearia”, publicó la prensa al momento de la inauguración de la estación de servicio de ANCAP en la avenida Gorlero y Calle 30, de Punta del Este.

Construida por los arquitectosRafael Lorente Escudero y Roberto Beraldo en 1945, esa torre de ladrillos con galerías y un reloj engarzado siempre se pareció más a una vivienda que a un local comercial. “Su imagen se acerca más a una arquitectura de hogar”, definió Rafael Lorente Mourelle (hijo).

Con este edificio sucedió algo mejor que lo esperable: primero se convirtió en un “icono urbano”; luego ha resistido al tiempo, ha sido restaurado y esta semana es reinaugurado para recibir una “nueva vida”. Así lo expresó Lorente Mourelle en diálogo con El País: “Se ha reformulado y hoy encuentra una nueva vida en otro programa. De una estación de servicio pasó a ser un centro cultural. Es importante buscarle nuevos destinos para que la arquitectura siga viva y siga sirviéndole a la sociedad”.

Las fotos tomadas en la década de 1940 llaman la atención: la torre de la estación de Ancap era una de las únicas dos que estaban en pie (la otra era la de un tanque de agua).

La alusión al Punta del Este de antaño se completa con el mural pintado al fresco de Edgardo Ribeiro (alumno de Joaquín Torres García) en el interior que muestra a un balneario volcado al mar. “Alude al Punta del Este de esa época; el del puerto, del mar, de los pinos. Sus colores están resplandecientes”, dijo el arquitecto.

Fernando Cairo, subdirector de Cultura de la Intendencia de Maldonado, destacó que la estación introdujo un nuevo lenguaje constructivo en cuanto a “materiales, colores y texturas” que resultó “armónico” y “contribuyó a jerarquizar la avenida” puntaesteña.

El uso de ladrillos, tejas y maderas respondió a varios motivos. Uno de ellos es que el mundo estaba transitando la segunda guerra mundial y no había hierro disponible. Entonces, Lorente Escudero y Beraldo armaron la estructura con maderas nobles. Y, además, Lorente Escudero quiso cambiar el modelo que había aplicado poco antes en las instalaciones de la Planta de Ancap de La Teja, que a principio de año fueron declaradas Monumento Histórico Nacional (MHN).

“Quiso dotarle a la estación de una concepción más humana de la arquitectura con el hombre en el centro. Curiosamente, tiene un estar con una estufa a leña, porque tiene la imagen de una casa grande en la que la gente se podía reunir mientras dejaba el auto”, expresó Lorente Mourelle a El País, quien cedió planos y fotografías originales para la restauración.

El edificio comprendía un vestíbulo con dos cabinas telefónicas y un área de vigilancia. En el área de servicios se habían previsto tres boxes de lavado, un área de gomería y otra de engrase con dos fosas, un escritorio y los servicios higiénicos. En la playa de maniobras se ubicaron cuatro surtidores de combustible. El proyecto incluyó también un área de 1.020 metros cuadrados destinada a garaje y estacionamiento en dos niveles, con rampas de acceso de hormigón armado.

Sobre la avenida Gorlero se ubicaron cuatro locales comerciales con subsuelo y en la planta alta se construyeron siete apartamentos.

En la época, según lo afirma Yvette Trochon en el libro Punta del Este. El edén oriental, se comentaba que era una de las edificaciones más modernas de América del Sur, y la primera construcción de una red de establecimientos que el ente público planeaba construir a lo largo del país.

Desde el 21 marzo del 2000, la vieja estación de Ancap se encuentra protegida por la Ley de Patrimonio Histórico; entonces declarada como MHN.

Por iniciativa e impulso de los vecinos de Punta del Este, se logró que el edificio fuera confiado a la Intendencia de Maldonado en 2011, que lo destinó a la Alcaldía. Desde entonces el sitio patrimonial se destina a la realización de actividades culturales y lo seguirá haciendo ahora renovado.