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"Hoy cualquiera se sienta en TV a hablar mal de la gente"

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Polino: "Los programas argentinos no mandan noteros por presupuesto"

El carismático chimentero argentino se encuentra en Punta del Este para presentar esta noche en el teatro Cantegril de Maldonado su espectáculo Lengua Filosa.

Entrevistado por El País, Marcelo Polino habló de todo: su pasado, los famosos uruguayos y argentinos, el Bailando por un Sueño, los escándalos mediáticos, las temporadas de Mar del Plata y Punta, cómo confecciona su vestuario, dónde vacacionará y su deseo de adoptar un hijo. Más allá de su perfil-personaje de periodista frío y recio, Polino se muestra en todo momento afable al ser entrevistado. Ni bien presente su espectáculo, el mediático dejará el país: por un problema de piel, le huye al sol de las temporadas. Escribe, sale en radio y en TV. “Tengo 6 trabajos”, sostiene.

—¿Es la primera vez que se presenta en Uruguay?

-Sí, tengo mucha expectativa por este show en Punta del Este. Lengua filosa es un espectáculo en el que hago un repaso de mi carrera porque cumplo 20 años de TV y cuento muchas anécdotas, y entre ellas las peleas más recientes en el Bailando por un Sueño. Dentro de la dinámica del espectáculo llevo invitados a que interactúen conmigo y esta vez, vienen las hermanas Xipolitakis que son las chicas del momento.

—¿Por qué los argentinos no vienen tanto a Punta del Este a hacer revista como en Mar del Plata? ¿No es una buena plaza?

—Yo lo veo como una buena plaza, se está como moviendo. Sé que está Coco Sily, que vino Arturo Puig, que se han hecho las megafiestas de la revista Gente, las fiestas del Conrad, los espectáculos. Lo que pasa es que acá son como más cortas las temporadas, en Mar del Plata las compañías arrancan los primeros días de diciembre y se quedan hasta marzo, algunas hasta abril.

—Los programas de chimentos argentinos tampoco están mandado noteros a Punta del Este.

—Me parece que es una cuestión de presupuesto de la Argentina, más allá del interés o no de los personajes. Los programas ya no tienen el presupuesto que tenían hace 5 años; por eso se reduce, se mandan notas, alguien que viaja hace alguna…

—También los políticos "K" han decidido no veranear aquí, por considerarlo un balneario "exclusivo" y por el recorte del gasto de los viajeros.

—No tengo una mirada muy clara sobre lo político porque yo me dedico a farándula; entonces, no se bien cuál es la estrategia. Viste que los políticos tienen sus asesores, su marketing.

—¿Cómo está viendo lo que es el fenómeno de la farándula uruguaya? Tenemos más figuras ahora y programas de chimentos que antes no existían.

—Hay programas y muchos uruguayos a los que les está yendo bárbaro en Buenos Aires. Me parece que está en un proceso de formación, de creación de lo que es el mundo del espectáculo. Pasa en casi todos los países limítrofes con Argentina. Yo viajo mucho a Chile y están en el mismo proceso. Paraguay también lo intenta, aunque hay menos cantidad de gente mediática, lo cual retrasa un poco los procesos, pero es un fenómeno mundial el tema de la farándula.

—¿No le parece que en Argentina ya se llegó a un tope?

—No, todo el tiempo aparece gente nueva, todo el tiempo se realimenta.

—¿Uruguayos que se estén destacando en estos momentos en el Río de la Plata?

—Maxi (de la Cruz) es un fenómeno, Osvaldo Laport, Claudia Fernández es muy conocida, también Andrea Ghidone, que está ahora haciendo Sr. Tango, una temporada excelente y un show internacional.

—¿Hay alguna figura uruguaya que le parezca que "pintaba para más" y se quedó por el camino? ¿Eunice Castro?

—¿Eunice Castro? No, creo que tiene su circuito más bien armado acá. Tuvo una pasada por el Bailando pero nunca tuvo la intención de instalarse allá.

—Desde hace años es jurado en los distintos realities de Tinelli. ¿Cuánto disfruta de ese rol?

—Mucho. Hace 8 años que estoy con Tinelli y para mí es un honor que año a año me siga eligiendo. Soy el único jurado que ha estado en todos los formatos: Bailando, Cantando, Patinando, Soñando por cantar…

—¿A qué cree que se debe esa continuidad? ¿Qué le asegura al programa?

—Le debe gustar el estilo que yo tengo. Soy una persona muy blanca para el show. Porque yo no tengo ningún interés en que gane uno u otro. A veces hay jurados que tienen una compañía de teatro y contratan a algunos de los participantes, entonces se genera la suspicacia. Yo hago mi trabajo y me voy a mi casa. No tengo intereses creados con ningún participante.

—Se lo ve con un perfil muy recio. ¿Es realmente así?

—Sí, yo diría que después de 20 años en TV, te hacés impermeable. Es la única forma. La TV es mi hábitat natural entonces voy y hago lo que tenga que hacer.

—¿Ninguno de los escándalos llegó a alterarlo?

—No, nunca me sentí mal por algo que haya pasado en la TV. Las peleas en la pantalla son de tránsito. Empiezan y terminan ahí. Cuando se apaga la cámara, yo me voy a mi casa y aquí no ha pasado nada. Yo tengo seis trabajos: desde la mañana hasta las la 1:00 AM estoy delante de una cámara o de un micrófono de radio. Si me toca pelearme, no puedo seguir peleándome una vez que terminé de trabajar. Cuando estoy en mi casa, es mi momento de un poco de paz.

—Además de la presentación de Lengua filosa, ¿va a aprovechar para veranear en Punta del Este?

—No, no. Voy a hacer el show y vuelvo. Al otro día lo presento en Villa Mercedes y el sábado en San Luis. En TV estoy haciendo la suplencia de Jorge Rial en Intrusos y además mi programa Ponele la firma. Es un verano movido de trabajo.

—¿Nunca vacaciones?

—Sí, en febrero me voy a Europa. No lo digo como una cosa frívola. Tengo un problema de piel por el que yo no puedo tomar nada de sol, entonces me voy al frío. Además, aprovecho para comprar las telas de mis sacos para todo el año. Es como una cábala anual. Yo uso 300 trajes por año y son todos míos. Al principio compraba en Barcelona pero últimamente estoy yendo a París, al mercado donde compran los diseñadores.

—Hace casi tres años inició los trámites para la adopción de un niño, ¿cómo sigue ese proceso?

—Ya terminé la primera etapa que consiste en una serie de entrevistas psicológicas, visitas a tu casa, inventario de bienes… todo un proceso muy invasivo para recopilar los requisitos que determinan si te aprueban o no el trámite. Me lo aprobaron y ahora ingresé en la lista de espera. En algún momento me van a llamar para asignarme un chico. Lo que siempre digo es que se apuren porque cuando me lo den, el niño me va a decir abuelo en lugar de papá. En Argentina el proceso es muy largo. Yo voy tres años y conozco casos en que ha demorado hasta ocho años. Es una locura.

Arrancó con Lucho Avilés

Marcelo Polino (Bs. As., 30 de enero de 1964) se ha jactado más de una vez ante los incipientes mediáticos que pisan la pista del Bailando por un Sueño de ser una "figura" de la televisión argentina, con más de dos décadas en el negocio del espectáculo. Y para qué negárselo, si tiene razón.

Actualmente, como lo señala en esta entrevista, "tiene 6 trabajos".

Polino no le teme a ningún medio de comunicación: escribe artículos, trabaja en radio y también en televisión.

—Comenzó en la TV con el uruguayo Lucho Avilés, un pionero en el periodismo de chimentos. ¿Cuál era su función en aquel entonces?

—Era panelista sin saber que estábamos en los comienzos del panelismo. El estudio era una mesa de comedor y un living. Nos reuníamos y hablábamos de chimentos y espectáculos. En mi grupo estaba Jorge Rial, Marcela Tauro, Teto Medina, Marisa Brel, todos comenzamos con Lucho.

—¿Qué tan diferente es hoy el periodismo de espectáculos ?

—Hoy cualquiera se sienta en un programa de TV y habla mal del otro. Antes, nosotros teníamos que tener una formación. Le llevábamos los chimentos a Lucho, él nos tomaba una especie de examen de chequear bien la información y buscarle la mejor presentación. Además, nosotros salíamos a hacer las notas a los famosos y veíamos todas las obras en los teatros. Ahora cualquiera habla mal de la gente sin saber de nada. Nosotros teníamos que tener argumentos.

Chimentero que hace gala de su lengua filosa

Lengua filosa es un espectáculo de Marcelo Polino en el que repasa sus 20 años de televisión con humor y acidez. El periodista de espectáculos, se anuncia, da su opinión más descarnada sobre los personajes de la farándula.

Del show también participa el humorista Raúl Mouzo y las hermanas Victoria y Stefanía Xipolitakis, que hacen un número musical y se someten a un "reportaje hot" de Polino. La presencia de Victoria Xipolitakis se ha hecho sentir en la península con participación en eventos y fotos en poca ropa subidas a sus redes sociales.

Lengua filosa es un show que Polino viene haciendo desde hace años incluso antes del éxito editorial de sus dos libros Todo lo que sé y Todo lo que vi.

El espectáculo es hoy en la Sala Cantegril de Punta del Este, un lugar clásico de la península que no siempre es aprovechado.

Las entradas están a la venta en Cambio Nelson y en boletería del teatro a 1.000 y 1.200 pesos.

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MARCELO POLINO

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