"Tendrás que venir a escuchar la historia completa”, dijo Martín Márquez sin largar un dato más de lo que ya le había relatado a El País. La invitación es para ascender el Cerro de los Burros, una cima poco conocida de las que rodean Piriápolis (departamento de Maldonado), cuya vista panorámica e historias y leyendas aseguró que van a sorprender.
Martín nació y se crió en la zona y hoy es quien lleva adelante Del Burro, un emprendimiento de senderismo guiado en este Monumento Histórico Nacional (MHN). “Aprendí a andar en bicicleta en estas calles. Fui a la Escuela Rural Nº 45 que queda ubicada en la falsa del cerro”, contó. Luego estudió la licenciatura en Ciencias Antropológicas en Montevideo y regresó al Cerro de los Burros en 2017 de forma permanente. Su objetivo es “compartir los conocimientos y experiencias que me regaló este mágico lugar”.
Recorrido.
Durante los viernes, sábados y domingos de enero, en la mañana y en la tardecita, Martín acompaña a todo aquel que quiera subir hasta el tope del Cerro de los Burros. Aunque su altura es de 170 metros, el ascenso y descenso insumen unas tres horas. “Se realizan, como dicen algunos grupos indígenas de Centroamérica: al paso del más lento”, señaló en diálogo con El País.
El nivel de dificultad es bajo, lo que permite que puedan realizar la travesía desde niños pequeños hasta adultos mayores.
Durante el recorrido, Martín comparte un relato sobre la importancia arqueológica, cultural y natural de este MHN. Se hacen paradas para observar la fauna del monte nativo y los materiales arqueológicos en piedra (por ejemplo, puntas de proyectil) que dejaron los primeros pobladores que habitaron estas tierras hace unos 12.000 años, al final del Último Máximo Glacial . “El Cerro de los Burros funcionó como un sitio de cantera y taller de extracción de materia prima para la elaboración de herramientas en piedra”, comentó. En el siglo XX, se ganó el nombre por los animales que eran propiedad de Francisco Piria y que pastaban en la zona.
A modo de reconocimiento y expresión de la identidad local –la comunidad logró que el sitio fuera declarado Patrimonio Departamental en 2013 y MHN en 2014–, se colocó en la cima una imagen de un indio que, a juicio de Martín, “recuerda el valor ancestral de este lugar y nos invita a conocerlo, cuidarlo y protegerlo”. Sacarse una foto con el indio es la evidencia de que se completó la aventura y el premio está a la vista: una panorámica completa del paisaje de la región, tanto silvestre como urbanizado, sierras, arroyos, cañadas, humedales, puntas rocosas, playas arenosas y mar.
“Se trata de conocer un lugar maravilloso que cuenta con las evidencias de ocupación humana más antiguas registradas en el territorio nacional”, resumió el guía.
Más información sobre los paseos matutinos y vespertinos en la cuenta de Instagram @senderismo_delburro o /delburro en Facebook. El celular de Martín es 098 850 450.
