Antonia Ríos habla de los últimos infortunios de la cantante y actriz argentina.

Otra vez tengo que hablar de otro drama de una figura del Río de la Plata. ¿Cuándo me van a tirar un tema lindo del que opinar? ¿Cuándo una alegría, un casamiento, un viajecito?

Acá siempre son puros dramas, críticas, escándalos. Me tiene angustiada tanto drama.

Pobre Lali Espósito, qué horrible todo lo que le pasó. El año pasado le fue bárbaro, fue un éxito Esperanza mía, se puso de novia con el bombón de Mariano Martínez (¡qué chico tan rico!) y comenzó una triunfal carrera de cantante. Todo bien.

Pero parece que hay gente que quiere verla mal, porque no les cae bien tanto éxito junto en una chica joven y linda. Y hasta los bichos están de ese lado negativo.

El otro día, Lali dio un show en Argentina y tuvo que suspender, más bien cancelar, porque supuestamente se tragó un bicho. ¡Se tragó un bicho! ¿Se imaginan? Qué horror, pobrecita; qué situación tan fea estar cantando y atorarte así. Bueno, por eso que le pasó todo el mundo salió a hablar mal de ella.

Lali trató de aclarar las cosas por Twitter, y le agradeció a la gente que la apoyó. Pero no fue suficiente y ahora tuvo que salir a hablar el médico que la atendió, para explicar bien qué le pasó.

El doctor dijo que la muchacha en realidad no se comió un insecto (y no, si está con Mariano Martínez, por favor), sino que la golpearon muchos bichos todo el tiempo, por un tema con los ventiladores del escenario que no sé bien cómo explicarles.

Y parece que Lali se puso tan nerviosa porque todo el tiempo estaban dale que te dale los bichitos, que no pudo seguir.

No me van a decir, con una mano en el corazón, que no entienden la situación. Si perseguimos con las almohadas a los mosquitos por toda la casa, ¿no dejarían un recital para poder salir corriendo? Yo lo haría.

columna faranduleraANTONIA RÍOS