La banda argentina Auténticos Decadentes se encuentra celebrando sus 30 años de trayectoria y vuelve a Uruguay para un concierto en febrero.

El paso del tiempo es, en el caso de algunas bandas, un poco más complicado de asimilar. ¿Quién pensaba que las irreverencias bullangueras e infantiles de Auténticos Decadentes iban a llegar a cumplir 30 años? Cuando a fines de los años 80 los Decadentes llamaban a Raquel para que fuera con los muchachos, parecía que ese espíritu nunca iba a envejecer, que iba a seguir de largo entre copas y juergas hasta un amanecer que parecía demasiado distante.

El País conversó con Gustavo Montecchia (en la foto, el de camisa roja), guitarrista y manager del grupo, sobre el trayecto hecho hasta ahora.

—A veces, los conciertos parecen ser los de una banda que no se toma las cosas demasiado en serio.
—Puede que de esa impresión, pero nuestros shows están muy preparados. Te digo esto porque los vivo, estoy ahí. El espíritu podrá ser amateur, pero a cada cosa que hacemos le ponemos mucho trabajo, sea un disco, una gira, un video o una producción de fotos.

—Y eso que las canciones hablan no querer trabajar.
—(Se ríe) Aunque haya mucho trabajo, no deja de ser muy disfrutable. Las giras por ejemplo. Nos encanta salir de gira.

—¿No les cansa?
—Llega un momento que sí, que te cansás. Pero también llega el momento en el cual las energías se renuevan.

—En países como Colombia o algunos de Centroamérica ¿los ven como argentinos o son más una banda latinoamericana?
—Creo que nos ven como argentinos, pero no lo sé. Somos, supongo, una banda latinoamericana en el sentido de que tocamos en muchos países. No hay muchas bandas así, que puedan tocar en tantos países como nosotros. Está Café Tacvba, estamos nosotros, pero mucho más no hay. Creo que nos ven como una banda de rock latino. Porque hay un movimiento de rock latino, realmente. Y creo que eso se ha desarrollado desde el 95, más o menos. Recuerdo cuando íbamos a tocar a Uruguay antes de eso, en el 92 por ejemplo. El rock no era tan popular. Había bandas, pero el género rock no era muy popular. Pero luego vinieron La Vela, Los Note...

—¿Los qué?
—Los Note. Los No Te Va Gustar (se ríe). Nosotros vimos todo el proceso del nacimiento del rock latino. Lo vimos en Uruguay, en Colombia, Perú, Chile. Hay una riqueza musical muy grande en el rock latino. Y lo más lindo es que cada banda suena a su origen. Eso es lo que quisimos hacer desde un principio: tocar música con identidad. Vos escuchás a Los Note y te das cuenta que son uruguayos. Lo mismo con bandas de otros países. Y eso solo se ve si estás de gira. Sé que hay bandas en Chile que son buenísimas y que acá (en Argentina) no se conocen. Porque sigue siendo muy difícil hacerse conocidos fuera de tu país si no vas a tocar a otros lados. La Vela y Los Note tuvieron que venir millones de veces a Argentina. Nuestros primeros conciertos en México eran para 30 personas. El camino es cuesta arriba, siempre. Trabajo y sacrificio. No hay nadie que lo vaya a hacer por vos.

—¿Auténticos Decadentes tiene dos facetas? ¿Una en el estudio y otra en el escenario?
—Tenemos una cara que es más visible y que se expresa en nuestras canciones más conocidas. Y otra que aparece si buceás en nuestros discos. Ahí hay canciones que no son tan conocidas pero que son muy buenas. Están un poco más ocultas, pero están.

—¿Cómo es el proceso creativo de Auténticos Decadentes?
—Normalmente, nos juntamos y nos mostramos las canciones. Esas canciones tienen que pasar por el filtro propio primero y el de la banda después. Hay que tocarlas como banda, porque una cosa es una grabación en la que toca solo uno, o un par, y otra donde tocamos todos. Las que más gustan a todos —porque es un tema democrático— son las que se van puliendo para el disco. Pero el próximo disco será distinto.

—¿Por qué?
—Porque por primera vez vamos a hacer un disco de versiones.

—¿Y cómo viene ese proceso?
—¡Es un caos! (se ríe). Pero es un caos muy placentero. A nosotros nos gustan cosas tan distintas, que a va ser un gran desafío congeniar todo eso para que entre en un disco y quede bien.

—El público de la banda cubre un espectro social muy amplio. ¿Cómo hacen para que todos esos públicos convivan?
—Sí, ¿cómo hacemos? (se ríe). No lo sé, la verdad. ¿Viste que a nuestros conciertos vienen un montón de artistas distintos, no?

—Sí. Desde el cantante de Catupecu Machu a Julieta Venegas.
—Exacto. Y en los discos también. (Piensa) Es que no sé qué tenemos, la verdad. Porque tampoco es que nos subamos a algún carro. Decadentes es una banda que no tiene un estilo en particular. Somos degenerados (se ríe). Con nosotros ya no hay prejuicios. Al principio sí los había, porque nadie nos entendía, si éramos una banda de rock o qué. Pero una vez que sorteamos eso quedamos en un lugar que hace que hoy podamos juntarnos con cualquiera. Estamos muy orgullosos de eso. Quiere decir que logramos unir muchas cosas.

—¿Cómo sos como manager?
—Auténticos es una banda muy democrática, pero hay cosas que las defino yo, como las giras, y esas cosas. Lo que pasa es que sabemos lo que queremos. Tenemos un pensamiento en común. Todos aportan, todos tienen voz y voto.

—Raro, sobre todo en el caso de una banda tan numerosa. Bandas como Fabulosos Cadillacs se separaron.
—Sí. Pero creo que eso pasa cuando no todos tienen voz y voto. Es mi parecer, ¿no? Cuando todos tienen una posibilidad de expresarse a través de la banda, es más fácil procesar las diferencias. Diego (Demarco) y Jorge (Serrano) han sacado discos solistas, pero eso nunca se vio como algo que rompe con la banda. Incluso lo presentaron con nosotros. Tenemos esa unidad.

—¿Lograron domar los egos?
—Sí. Los egos son menos importantes que la banda en sí.

El milagro argentino (1989)
El primer disco solo tiene composiciones de Jorge Serrano, pero la banda demostraría tener más de un autor más adelante. El título es tan (auto) irónico como profético. Y ya ahí había dos clásicos del repertorio del grupo: “Vení Raquel” y “Loco (tu forma de ser)”.

Fiesta monstruo (1993)
Un disco lleno de invitados especiales, desde Fidel Nadal a Alberto Castillo. Acá, los Decadentes se sacan las ganas de cruzar las fronteras que separan a los estilos musicales y hacer de esas transgresiones una fiesta en la que pueden convivir no solo distintos estilos, sino también generaciones.

Cualquiera puede cantar (1997)
El título es puro espíritu punk, y el repertorio rebosa de “hits” con la marca decadente: “Cómo me voy a olvidar”, “Los piratas”, “El gran señor”..., todos ineludibles a la hora de hablar de la banda. Tal vez el álbum que mejor destila la esencia del grupo a la hora de componer.

PARA PARRANDEAR CON AUTÉNTICOS DECADENTES.
La banda argentina regresará a Uruguay en el marco de su gira aniversario para presentarse en el Festival Parranda. El festival será el próximo 15 de febrero en Landia, el centro de espectáculos de Parque Roosevelt. Ahí, Auténticos Decadentes compartirá cartel con la murga Cayó La Cabra y la banda Once Tiros. El festival comenzará a las 20.30 y las entradas están a la venta a través de Red UTS a los siguientes precios: anticipadas a 825 pesos. El día del festival, las entradas pasan a costar 925 pesos.

FABIÁN MURO

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