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Las nuevas chicas del pop hacen las cosas a su manera

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De izquierda a derecha, St. Vincent, FKA Twiggs y Lana del Rey: mujeres que saben lo que quieren.

La atención en el rubro pop femenino termina cayendo sobre Taylor Swift: sea por linda, por sus buenas canciones, por sus éxitos de ventas o videoclips recargados de efectos especiales (y, como ya dijo Miley Cyrus, de innecesaria violencia), o por ganarle pulseadas a Apple.

La niña buena de cuna country devenida en justiciera, está destinada a ocupar el trono que a Madonna da la impresión que le va quedando grande.

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A su alrededor suenan otros nombres: el de Beyoncé, que con sus 33 años ya es más diva que princesa; el de Rihanna, los de Nicki Minaj y Katy Perry o el de la irreverente Miley Cyrus. Pero afortunadamente (y a diferencia radical de lo que ocurre en el terreno masculino) el mundo del pop femenino trasciende este selecto grupo e incluye a otras figuras.

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Mujeres como FKA Twigs, Lana Del Rey o St. Vincent, lejos ya de la adolescencia melodramática y más cercanas a una madurez que ve al mundo con ojos realistas, optan por incursionar en el género con alternativas. Se enfrentan al mercado dispuestas a sacudirlo. Se arriesgan a hacer canciones poco radiales y a decir sin tapujos: la fama no nos importa.

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La británica FKA Twigs fue presentada por la prensa internacional como "la novia rara de Robert Pattinson" en mayo, cuando la pareja formalizó su relación apareciéndose en la gala del Metropolitan Museum de Nueva York. Para ese entonces ya era una revelación por el impacto que causó su álbum debut LP1, lanzado en 2014, pero los portales de celebridades no la tenían en el radar de figuras mediáticas.

Twigs, flaquita, gustosa por raros peinados nuevos y con un piercing en la base de la nariz, sorprendió el año pasado con un disco rupturista, que lleva la sensibilidad al extremo. La cantante y bailarina ha dicho que su trabajo está en las emociones, que eso busca y hacia eso apunta, y definitivamente lo logra. Su voz súper aguda juega sobre los sonidos en capa y se burla de tiempos y ritmos, haciendo que encasillarla en algún lugar se haga una misión imposible. Flotando en el universo pop, su obra tiene sutilezas del rhythm and blues pero está cercana al sadcore de la estadoundiense Lana del Rey.

Esta semana, Twigs le dijo al periódico The Sunday Times que seguramente le estaba dando su última entrevista, harta de que le pregunten por su relación con Pattinson y una eventual boda. Si hay que hablar, que sea de trabajo.

St. Vincent se mueve bajo la misma premisa. Una de las invitadas a colaborar en el último álbum de Chemical Brothers fue vinculada a la modelo Cara Delevingne, y se las ingenió para esquivar el tema. Para que se hable de ella, le basta solo con hacer música.

La treintañera es, de este trío, la más electropop y la más clásica. Temas como "Cruel" hacen pensar en alguna vieja melodía que se pierde en la memoria, y su melena enrulada y gris también trae recuerdos. En realidad, toda la atmósfera en la que se mueve la chica texana llamada Annie Erin Clark huele a David Bowie, influencia en su estética y en su música, que linda con lo rockero.

Con su singular estilo la figura de St. Vincent se ha consolidado, pero la persona detrás del personaje ha demostrado que asume las reglas del juego y evita que se le suban los papelitos a la cabeza. "Aunque no me gusta demasiado hablar sobre mí, tampoco soy tan arrogante como para quejarme por ello", comentó en una entrevista, aunque siempre que puede procura que la charla se mantenga enfocada en su obra.

Lana Del Rey es la otra componente de este triunvirato freak que causa sensación. Acaba de lanzar "High by the beach", adelanto de su próximo disco Honeymoon, sin salirse de esa línea sadcore que para algunos resulta tan tediosa y para otros tan imponente.

Bella al estilo de la década de 1920, entre sexy y depresiva, así es la cantante y así son sus canciones, que causan una especie de efecto sedante con la voz como un susurro que va disparando frases duras.

"Me gustaría estar muerta. No quiero seguir haciendo esto pero lo hago. ¿Qué es esto? Todo. Así me siento. Si no fuera así, no lo diría", le confesó una vez a The Guardian, revelando toda la oscuridad que la invade. Hay quienes la señalan como la salvadora del pop, la que encontró la puerta hacia un nuevo camino, y ella guarda silencio.

El pop no es sólo canciones divertidas, coreografías y agudos constantes. Estas tres tienen el control de otra parte, una más mística. Por suerte.

Sia: la reina sin rostro que reniega de la fama.

La australiana de 39 años Sia Furler, autora del disco 1000 Forms of Fear que fue uno de los más aclamados el año pasado, no quiere ser famosa. Es por eso que prefiere no mostrar su cara (la oculta con pelucas o bolsas de papel) y es por eso que quiere dedicarse sólo a la composición.

El álbum que contiene hits como "Chandelier" o "Elastic Heart" lo lanzó sólo para cumplir con un contrato, según declaró públicamente, y ahora espera mantenerse escribiendo para otros.

Sia es, por ejemplo, quien compuso "Diamonds", uno de los mejores temas del repertorio de Rihanna.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
De izquierda a derecha, St. Vincent, FKA Twiggs y Lana del Rey: mujeres que saben lo que quieren.

FKA Twigs, Lana del Rey y St. Vincent, las alternativas femeninas del géneroBELÉN FOURMENT

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