Acaba de publicarse Galeano, la biografía (Ediciones B, 470 pesos), del escritor y periodista argentino Fabián Kovacic, que repasa la vida y obra del escritor uruguayo recientemente fallecido.

¿Qué rasgo de Galeano fue el que lo inspiró a escribir esta biografía?

Lo más fuerte es la coherencia de Galeano. Desde el que escribe la primera nota en Marcha en el año 58, pasando por todos sus libros de ficción, hasta lo que hizo como ensayista, hay una coherencia ideológica infernal que es muy poco habitual de encontrar. Un punto de tensión era pensarlo a Vargas Llosa: tiene un par de notas en Marcha donde canta loas a la revolución cubana y después su ideología cambia radicalmente.

¿Genera algún tipo de debate público la figura de Galeano en Argentina?

En las semanas posteriores a su muerte, en Argentina se generó cierto debate sobre si tenía mérito literario o no. Galeano nunca se preocupó por ser parte del canon literario. El usaba la palabra para contar una injusticia, para mostrar una metáfora de la historia latinoamericana. No se preocupaba porque la palabra fuera literaria, periodística o poética. Se preocupó toda su vida por pulir la palabra. El lo dijo en alguna entrevista: era un obsesivo de la palabra, escribía y reescribía mucho.

¿Cómo fue el proceso de documentación? ¿Colaboró Galeano?

Mi tema de tesis en la Universidad fue la primera etapa de la revista Crisis, que fundó Galeano en 1973. Yo lo había entrevistado, me contó algo de su vida y quedó un buen trabajo con eso. Cuando García Luppo, el editor, se enteró de esto, me propuso hacer el libro en octubre de 2013. Galeano me dijo que no quería entrevistas porque no era el momento. Yo seguí trabajando igual. Por suerte la Facultad de Comunicación tiene todas las ediciones de Marcha. También vi otras revistas. Mucha gente no quiso hablar porque él no quería hablar pero otros igualmente lo hicieron.

Tres preguntas a fabián kovacic