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"Quiero que mi música le llegue a la gente y vean mi desarrollo"

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Lucía Cavallini. Foto: Ariel Colmegna

Lucía Cavallini dice que es intensa, que se debe al apoyo de una familia que respira arte, que tiene una obsesión con el helado de menta granizada y que una vez lloró componiendo una canción en el ukelele.

Pero duda a la hora de recordar cuándo empezó a modelar —posó como favor para una amiga y desde entonces ha sido cara de L’Oreal, Rotunda, Pipi Bertelli o Srta. Peel— o cuándo empezó a cantar, porque lo hizo desde siempre. Esta argentina de 19 años radicada hace cuatro en Uruguay, editó un EP llamado Intro to me y ahora trabaja en su primer disco, con el que quiere afianzarse en este periplo como cantante que recién empieza. “Hay gente que dice que hace música porque le llena el alma. A mí me llena, pero más me llena el alma cuando la gente disfruta lo que hago. Cuando alguien me dice: “Me gusta lo que hacés”, siento que no puedo pedir más”, asegura.

—El año pasado lanzaste un EP, Intro to me, y una serie de videoclips que definen el producto que querés mostrar. ¿Cómo se dio eso?

—Quería hacer una introducción a lo que soy yo como artista, y que se entendiera que prefiero que no me identifiquen específicamente con un género solo, sino que vean que puedo hacer un poco de todo y me gusta. Me interesa mucho lo audiovisual, estudio diseño industrial y quise ser la directora de todos los videoclips; me volví un poco loca pero me encantó. Y fue espectacular porque pasar de un proyecto que era literalmente una hoja en blanco a tener cuatro videoclips con canciones compuestas por mí, para mí es el sueño máximo. Preferí salir con todo: esto soy y desde acá voy a crecer.

—¿Desde cuándo componés?

—Desde muy chica, tengo un montón de canciones guardadas. La idea es, en algún momento, agarrar todo eso y hacer como un popurrí (se ríe). No soy habilidosa en un instrumento, pero me manejo con la guitarra y el teclado como para componer.

—¿Y siempre te sale en inglés?

—Me sale en español también, pero muestro primero las canciones en inglés porque es la faceta más internacional. Pero disfruto las dos cosas.

—¿Ya te estás proyectando fuera de fronteras?

—Sí, total. Es más, tengo un pie en Argentina y estoy trabajando ahí, haciendo cosas y viendo a dónde llego.

—Cuando decís que querés mostrarle a la gente quién sos hoy, ¿qué querés que vean? ¿Quién sos?

—El tema con los músicos es que siempre estás tratando de incorporar nuevo material, entonces es muy difícil para mí en este momento, que tengo 19 años y estoy explorando todo lo que se puede, es muy difícil decir: con este género me caso. Es imposible. Si me preguntás qué es lo que más disfruto cantar para mí misma, diría jazz.

—Pero las canciones que lanzaste ahora son bien pop.

—Sí, porque es más divertido y me encanta. Quería que mi cara de presentación fuera alegre porque no soy alguien que esté tirada para abajo. Pero voy a cantar toda la vida para mí jazz, blues y ese tipo de cosas.

—¿Hubo alguna instancia en la que definiste que querías cantar?

—Siempre me complica contestar eso, supe que quería cantar desde que tengo memoria. Pero a los 12 tuve un musical en mi colegio, me dieron uno de los papeles principales y mi profesora me dijo: "Tenés un talento y lo podés desarrollar. Trabajalo". A partir de ahí fue todo para arriba.

—Pasaste por Sábado Show, un reality de talentos de Ideas del Sur. ¿Cómo viviste la experiencia?

—Me acuerdo perfecto que estaba sentada en la cocina de mi casa y me llaman por teléfono. Tenía 15 recién cumplidos y me dijeron: "Hola, te llamamos de Sábado Show. ¿Querés venir a cantar?". Te juro por Dios que les pregunté si se habían equivocado, y hasta el día de hoy no sé cómo encontraron mi teléfono. Esa fue mi primera experiencia real de tener público.

—¿Incursionarías en televisión?

—Me interesa porque es otro medio, porque es parte de la expansión del arte. No es el medio en que yo empezaría mi carrera porque sé que podés confundirte con el glamour, hacer un boom y caerte en dos años. Eso no es lo que quiero, yo quiero que mi música le llegue a la gente y que vean mi desarrollo.

—¿Tu siguiente paso va a ser sacar un disco?

—Sí. La intención es hacer un paso por distintas emociones en el año de una persona, que no necesariamente soy yo. Eso es lo que me gusta del disco: que te podés encontrar en cualquiera de las canciones. La idea es jugar con los géneros, hacer un poco de todo, lo que considero que es un artista integral. No me quiero cerrar; por ejemplo, también pinto y me gusta mucho el arte plástico, me gusta la actuación —hice un corto mudo y fue muy divertido— aunque no soy muy buena (se ríe). Pero me gusta salir de la zona de confort, explorar.

—Algunos de tus músicos están en #TocoParaVos. ¿Cómo te llevás con la cumbia pop?

—Me encanta bailarla, me sé las letras, pero no es un género con el que esté emocionalmente conectada entonces nunca se me dio por hacer una canción así. Pero no estoy cerrada.

—No le decís que no a nada que te pueda conmover.

—Sí, total.

—Y a la hora de captar la atención del público, tenés la ventaja de tener una imagen muy fuerte. ¿Siempre tuviste eso como aliado?

—No, de chica no me gustaba nada. En un momento estaban de moda los anteojos, los aparatos y las chicas de pelo lacio y negro, y yo era la distinta; era un dolor ir al colegio (se ríe). Pero a medida que fui creciendo fui aprendiendo, mi familia me ayudó mucho a entender que ser diferente no significa que seas malo.

—Tus videoclips se centran mucho en vos, en tu presencia. ¿Te preocupa que tu imagen opaque en un punto tu música?

—Es lógico que pase, por eso en este disco nuevo quiero hacer algunos videoclips, y seguramente la música con la que más me identifico y más siento, no tenga video. Es verdad que puede pasar, hay que buscar que no.

—Tenés tus objetivos muy definidos. ¿Hay algo que te hace ruido cuando te proyectás?

—Siempre está la inseguridad. ¿Voy a llegar? ¿Esto es lo mío? ¿Soy suficiente? ¿A la gente le va a gustar? En el arte todo es tan subjetivo que siempre hay inseguridad, e inseguridades y defectos personales tengo miles. Estoy muy lejos de ser perfecta.

—¿Te tocó sufrir alguno de los prejuicios históricos del mundo del modelaje?

—Por ahí lo toman más por el lado del glamour, piensan que si sos modelo tu vida es toda linda, llena de brillo, y es todo normal. Una vez me dijeron: "Pensé que no eras tan inteligente".

Lucía Cavallini

“Soy fanática de lo distinto, de lo exótico, en parte porque yo soy un poco eso y también porque considero que eso se suele traspapelar y se categoriza como malo, y estoy en contra de esa caracterización. Estoy a favor de que todos somos distintos y en un punto todos somos lo mismo, entonces no hay por qué rechazar algo sin antes conocerlo”, asegura la cantante y modelo.

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Lucía Cavallini. Foto: Ariel Colmegna

LUCÍA, CON VOZ PROPIA

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